El Plan Fénix de la Guardia Civil busca familias para sus agentes cachorros: "El fin es tener perros seguros y sin miedos"

David Esteban y Jonás González, guías de perros del servicio cinológico de la Guardia civil.
David Esteban y Jonás González, guías de perros del servicio cinológico de la Guardia Civil.
CEDIDA
David Esteban y Jonás González, guías de perros del servicio cinológico de la Guardia civil.

El pasado mes de febrero la Guardia Civil estaba buscando familias que quisieran acoger un cachorro de perro durante un año. Lo anunciaba a través de un vídeo en redes sociales, donde dos compañeras del cuerpo presentaban a algunos cachorros de Pastor belga malinois. Pero, ¿de dónde viene esta iniciativa?

Se trata del Plan Fénix, que como explican David Esteban y Jonás González, guías de perros del servicio cinológico de la Guardia civil en una entrevista a 20minutos.es, es un programa de acogida de cachorros del cuerpo que tiene como objetivo sociabilizar a los peludos durante su primer año de vida, antes de volver a las instalaciones para convertirse en perro de trabajo.

"Llevamos desde 2009 aproximadamente haciendo esto y habremos tenido unas 64 camadas con un porcentaje de perros operativos de alrededor del 65 por ciento", expresan los guías del servicio cinológico. "El plan Fénix consiste en que nosotros seleccionamos a unas familias a las que llamamos tutoras para que cuando los cachorros cumplen dos meses se vayan con ellas de acogida temporal, hasta que más o menos el perro cumple un año de edad".

La función de estas familias durante los diez meses es la de presentarle el mundo al cachorro. "Les presentan al perro todos los estímulos que hay en la sociedad (ruidos, multitudes, espacios como el transporte público o el aeropuerto...)", ejemplifican los guías.

"Lo que nosotros al final buscamos es que el perro sea capaz de adaptarse a la vida familiar, siempre enfocándonos y sin olvidar que luego va a ser un perro operativo, por lo que lo ideal es que se encuentra en una familia con al menos tres o cuatro miembros y que puedan exponerlo a todo tipo de situaciones", detallan.

Además, la Guardia Civil se hace cargo de cualquier gasto que genere el animal, desde el pienso, a las visitas al veterinario, pasando por cualquier problema de comportamiento que surja. "Nos llaman y todo está subvencionado", afirman los guías.

Dos meses en la Guardia Civil y diez con una familia

Para la cría de perros, los guías explican que al año procuran no tener más de tres camadas al año, ya que con el número de cachorros que suelen llegar de ellas suelen tener suficientes ejemplares que terminarán siendo operativos del cuerpo y de esa forma no se arriesgan demasiado a tener un porcentaje alto de canes a los que tengan que buscarle una familia.

"Además, solemos espaciar las camadas para no tener más de una a la vez y poder dedicarnos a los cachorros adecuadamente antes de irse con las familias, durante los dos primeros meses", agregan Esteban y González. "En ese tiempo les hacemos la estimulación temprana, con varios ejercicios y llevándoles al aeropuerto, al campo".

Nosotros proporcionamos pautas para evitar accidentes en casa, empezando por la adecuación al transportín

Pasados esos dos primeros meses, es el momento de pasar a formar parte de una familia de acogida. "Buscamos familias con un núcleo familiar de entre dos y cinco personas, mejor si tienen niños de al menos nueve años (para que tengan una independencia y se le puede dedicar el tiempo necesario al perro) y que no tengan otros animales en casa", detallan.

"Esto es porque necesitamos familias que se dediquen plenamente al perro, sin que sea algo esclavizado claro, pero que puedan dedicarle tiempo en casa, salir con él a pasear... Y mejor si se involucra toda la familia", añaden los guías.

Durante el tiempo que están con la familia, desde el servicio cinológico de la Guardia civil se les va indicando qué ejercicios tienen que realizar con los cachorros para que vayan desarrollando los instintos necesarios que después los convertirán en parte del cuerpo de seguridad.

"Son ejercicios muy generales relacionados con el juego para potenciar los instintos y que al año, cuando ya vemos que el perro puede valer, venga al centro a realizar las pruebas donde le entrenamos para una especialidad concreta (entre las 14 con las que contamos)", cuentan.

En este sentido, las familias tienen que ser muy conscientes de lo que todo esto conlleva ya que un cachorro de Pastor belga malinois o Pastor alemán "puede ser muy destructivo". "Nosotros proporcionamos pautas para evitar accidentes en casa, empezando por la adecuación al transportín", expresan los guías.

"Se les enseña a que tienen que estar tranquilos en el transportín porque, imagina que la familia tiene que irse por cualquier circunstancia fuera de casa y el perro se queda suelto en casa y te destroza el sofá, eso no lo cubrimos nosotros y está reflejado en el contrato de acogida que se firma", añaden.

Al final, el Plan Fénix es una especie de preentrenamiento, pero más enfocado a la presentación de estímulos para que, según explican los guías, "si pasa una persona corriendo, o una bicicleta, que el perro no quiera ir corriendo detrás". "La finalidad es que nos ayuden a tener perros seguros y sin miedos", agregan.

La Guardia Civil ofrece adoptar a sus perros durante el primer año de vida

"A nosotros nos resulta imposible hacerlo de forma interna porque nos movemos de un lugar a otro de España, no tenemos la estabilidad que puede tener una familia de estar siempre en la misma casa, por lo que si lo hiciéramos nosotros tendríamos perros con carencias", explican Esteban y González.

Desde que llevan a cabo el Plan Fénix, los guías aseguran que el porcentaje de perros que terminan en el cuerpo es alto, lo que para ellos demuestra que este sistema funciona. "Este año hemos recibido más de 700 solicitudes, por lo que el proceso de selección ha sido largo", aseguran.

"Tenemos familias en reserva, por si pasase cualquier cosa que se pueda quedar el perro lo antes posible con otra familia, ya que pueden surgir inconvenientes o cambiar la situación personal, además de las familias que después de tener al perro unos días en casa han cambiado de opinión", cuentan.

En este sentido, los guías explican que durante el proceso de selección, se hace mucho hincapié en la responsabilidad que conlleva hacerse cargo de los perros, así como de los riesgos, mencionando situaciones como destrozos de mobiliario o enseres de la familia, ya que se trata de cachorros que utilizan la boca para todo.

"Además se van realizando revisiones, que suelen coincidir con las visitas al veterinario y donde aprovechamos para ver la evolución del perro, si hay algo que mejorar, si los tutores lo están haciendo bien...", explican. "Y por supuesto, cuentan con nuestra ayuda 24h/7, a través de un grupo de WhatsApp que tenemos con todas las familias".

En este sentido, los guías explican que es una buena forma de compartir experiencias, además de estar en contacto con otros tutores que están haciendo lo mismo y que pueden vivir las mismas situaciones. "Las dudas que no son lo suficientemente importantes como para hacer una llamada, se gestionan por ahí y muchas veces lo solucionan entre ellos, por compartir métodos", expresan.

No obstante, un dato curioso es que en el contrato de acogida queda reflejado que los tutores no pueden convertirse en los futuros adoptantes del perro, en el caso de que éste no supere las pruebas. "Es una forma de asegurar que no haya un conflicto de intereses", explican Esteban y González.

"¿Y si en vez de potenciar sus instintos los rebajan? Entonces fallaría en las pruebas y se lo podrían quedar", cuentan. "Nos ha pasado ya, por eso ahora lo hacemos así. No obstante, sí que pueden ser opción de convertirse en la futura familia de otro perro que no supere las pruebas en la misma camada, por ejemplo".

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