Billetes de tren (demasiado) bajos, perjuicio a Renfe, acusación de competencia desleal... las claves de la "guerra" de Puente contra Ouigo

La advertencia por parte del ministro de Transportes, Óscar Puente, de que estudia denuncian ante la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) una política de precios que califica de "tremendamente desleal" es el último acontecimiento de una historia sobre la apertura de la competencia de los trenes de alta velocidad.
La advertencia por parte del ministro de Transportes, Óscar Puente, de que estudia denuncian ante la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) una política de precios que califica de "tremendamente desleal" es el último acontecimiento de una historia sobre la apertura de la competencia de los trenes de alta velocidad.
La advertencia por parte del ministro de Transportes, Óscar Puente, de que estudia denuncian ante la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) una política de precios que califica de "tremendamente desleal" es el último acontecimiento de una historia sobre la apertura de la competencia de los trenes de alta velocidad.
Oscar Puente y trenes de OuiGo.
Henar de Pedro - ATLAS

La Semana Santa se ha cerrado con más de 6.000 trenes circulando por todo el país y con un nuevo episodio del contencioso entre el Gobierno y la empresa francesa Ouigo, una de las tres que operan la alta velocidad en España. La advertencia por parte del ministro de Transportes, Óscar Puente, de que estudia denuncian ante la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) una política de precios que califica de "tremendamente desleal" es el último acontecimiento de una historia sobre la apertura de la competencia de los trenes de alta velocidad, precios demasiado bajos, un Gobierno dispuesto a "defender" la rentabilidad de Renfe y una empresa francesa que no se achanta ante sus advertencias de que "tendrán que subir los precios" e insiste en vender billetes a partir de nueve euros.

¿Qué está pasando?

El precio de los billetes de tren de alta velocidad de Ouigo -a partir de nueve euros - ha provocado la queja, primero más discreta y ahora a los cuatro vientos, del ministro de Transportes, Óscar Puente, que advierte de que no es una estrategia sostenible ni para la compañía francesa -propiedad al 100% de la 'renfe francesa', SNCF- ni para sus competidores, Renfe y la italiana Iryo, que se ven "arrastrados" a tirar los precios, a costa de su cuenta de resultados. El ministro anunciaba este lunes que está estudiando recurrir a Competencia contra esta práctica y vaticinaba que Ouigo "tendrá que subir precios".

¿Qué efectos tiene?

Poder viajar en tren de alta velocidad desde nueve euros para los adultos -y cinco euros como tarifa fija para los menores de 14 años- supone un aliciente para los pasajeros, que cuando Renfe era la única que operaba trenes AVE tenían que pagar más de 100 euros por un billete de ida y vuelta de Madrid a Valencia o alrededor de esa tarifa solo para ir a Barcelona desde la capital. Según Ouigo, la bajada de precios que ha traído consigo la liberalización del sector- los suyos más caros cuestan unos 35 euros por trayecto- ha hecho no solo que muchas personas dejen el coche y viajen en tren, sino que personas que no tenían pensado viajar lo hagan, además de favorecer el teletrabajo en una ciudad distinta a la oficina física cuando están unidas por una línea de alta velocidad.

Según la CNMC, la llegada de la competencia a la alta velocidad ha rebajado en un 40% el precio de los billetes en comparación a cuando Renfe era la única operadora. Viajar de Madrid a Barcelona en 2023 tuvo un coste medio de 37 euros y de Madrid a Valencia, de 22, según el regulador, que constata que Ouigo ofrece los precios más baratos a Barcelona, unos 37 euros de media, seguida de Iryo (43 euros) y de Avlo (el 'low cost de Renfe, con 44 euros). En el caso de Valencia, Ouigo y Avlo son los más baratos (22,5 euros), seguidos de Iryo (25 euros).

Sin embargo, para Puente esto no son tan buenas noticias por los efectos perversos que advierte de que precios tan bajos tienen sobre la sostenibilidad de las empresas. Su argumento es que Ouigo no cubre costes con billetes tan baratos, como muestra que desde su llegada a España hace tres años tiene pérdidas anuales de 40 millones, que cubre su empresa matriz, la estatal de ferrocarriles de Francia, la SCNF. Por otra parte, "tirar" de esta manera los precios obliga a las otras dos operadoras de alta velocidad -Renfe e Iryo- a bajar los suyos para intentar competir, con el consiguiente perjuicio para sus balances. 

"Lo que iba a ser una competencia sana se convirtió en una guerra desde el primer minuto. La francesa [Ouigo] está vendiendo desde el principio muy por debajo del coste, con pérdidas de 40 millones al año, y con este comportamiento ha arrastrado a las otras dos competidoras, Iryo, que venía a competir en calidad con trenes nuevos de alto standing, y Renfe. Nos ha arrastrado a resultados malos en corredores que eran rentables", denunciaba este lunes Puente. El ministro alerta también de que la competencia se produce solo en corredores de alta velocidad que eran rentables y provoca un perjuicio económico a Renfe, que debe asegurar que opera en otras líneas que no son tan atractivas. Puente, dice, tiene "la obligación de proteger" la compañía española de lo que considera "dumping" y "prácticas tremendamente desleales" por parte de Ouigo, a la que no ve otro camino que "subir los precios" para acabar con esta situación.

¿Qué dice Ouigo?

Ouigo considera que su expansión por España desde hace tres años ha sido una historia de éxito, con una progresiva apertura de líneas que continuará en los próximos meses. El 1 de junio, inaugurará parada en Cuenca dentro de la línea Madrid-Valencia y también ese mes empezará a hacer la ruta Murcia-Elche. Para la segunda mitad de año, abrirá nuevas rutas que llegarán a Andalucía en una nueva ruta Madrid-Málaga y Sevilla y otro destino a Córdoba. También la que unirá Murcia-Madrid-Valladolid.

La compañía defiende un modelo "basado en el volumen" de pasajeros y cita a la CNMC para apuntar que la bajada de precios que ha provocado la libre competencia ha hecho que el año pasado Renfe, Ouigo e Iryo tuvieran una tasa media de ocupación de los trenes del 90%.

Sobre la polémica de precios, Ouigo mantiene que sus billetes baratos son "una característica" de su modelo industrial, basado en la digitalización y en la economía de escala, gracias sus trenes con dos alturas que permiten transportar hasta 509 pasajeros. Insiste en su objetivo de "democratizar la alta velocidad" trasladando a España un modelo que en Francia ha trasportado a más de 100 millones de viajeros en los últimos 10 años.

Sobre sus pérdidas mientras "tira los precios" como dice Puente, Ouigo las considera "habitual" en los primeros años. "Confiamos en nuestro modelo y esperamos obtener beneficios desde 2024", afirman fuentes de la compañía.

¿Precios bajos y abaratar el cánon de Adif?

De la misma manera que Puente considera que Ouigo "tendrá que subir los precios" para no tirar el mercado de la alta velocidad, la francesa también tiene una reclamación para el ministro de Transportes. Consiste en que le rebaje los cánones que paga a Adif por utilizar su infraestructura ferroviaria, una petición que también hace la italiana Iryo. Según la CNMC, España es el tercer país de Europa con los cánones más caros, solo por detrás de Francia y Reino Unido. En 2023, estos costes representaron un 49% del precio de los billetes de Ouigo, un 91% en el caso de los billetes de Iryo y un 32% en el de los AVE de Renfe. 

Iryo y Ouigo insisten ante el Ministerio de Transportes desde hace meses en el abaratamiento de los cánones de Adif y el presidente de Ouigo España, Alain Krakovitch, se reafirmó en esta idea la semana pasada en una rueda de prensa en Madrid junto a su directora general, Hélène Valenzuela, en la que defendió su modelo de negocio y tiró de ironía ante las acusaciones de Puente. "Es la primera vez que nos reprochan tener precios bajos”, afirmó Krakovitch.

El ministro no se tomó bien esta hilaridad y respondió a través de la red social X disipando la idea de una bajada de los cánones a una empresa que demuestra no necesitarlo, dado lo barato que vende los billetes. "Lo tendré muy en cuenta en la próxima reunión en la que me pidáis que os rebajemos el canon que abonáis a ADIF. Está claro, por la respuesta, que podéis pagarlo", advirtió que recibió críticas por ser un ataque a la libre competencia y a una empresa privada que, en realidad, es propiedad de la estatal francesa SNCF.

¿Qué podría decir la CNMC?

De momento, es una incógnita porque, para empezar, Transportes debe presentar la queja y el regulador estudiarla y tomar una decisión. Hasta ahora, sin embargo, la CNMC ha hecho gala de su defensa de la liberalización de los mercados, también en el sector del ferrocarril, y en las últimas semanas se ha pronunciado en varias ocasiones sobre cuestiones relacionadas con el mercado de la alta velocidad, con Ouigo, Iryo y Renfe, casi en paralelo al inflamamiento del conflicto entre la empresa francesa y el Ministerio de Transportes.

La semana pasada, el regulador dio luz verde a que Ouigo opere la línea entre Sevilla y Córdoba al considerar que no entraría en competencia con los trenes Avant porque sus precios seguirían siendo más ventajosos para los viajeros frecuentes. Antes, a principios de marzo, tampoco vio perjuicio para Renfe en que la francesa empiece a operar la ruta Madrid-Segovia, como ha dicho que empezará a hacer en la segunda mitad de este año.

También el mes pasado, la CNMC dio un tirón de orejas a Adif en una resolución en la que, escuchando las demandas de las operadoras francesa e italiana, obliga al gestor español de infraestructuras ferroviarias a adelantar el reparto de la red entre Renfe, Ouigo e Iryo para permitir la venta de billetes con más antelación.

¿El conflicto es nuevo?

Puede decirse que el contencioso en torno a los precios de los billetes de tren de Ouigo es una batalla dentro de la guerra que se libra desde hace años entre las empresas estatales de ferrocarril de España y Francia -Renfe y SNCF-  y, por ende, también entre los dos países. Su origen está en el proceso de liberalización del transporte de pasajeros por tren y en el acceso -muy desigual y desventajoso, según el Gobierno- que se da a los trenes de cada país al otro lado de la frontera.

Fiel a su convencimiento de que es mejor responder que quedarse callado, poco después de llegar a Ministerio Puente elevó el tono ante Francia por los "obstáculos" que considera que este país pone a la expansión de Renfe, que sigue sin conseguir todos los permisos y homologaciones para llegar a París, frente a las facilidades con las que afirma que Ouigo se extiende por España. El ministro no solo denuncia las trabas para la homologación de trenes que, para más inri, en principio eran franceses, de Alstom, sino situaciones como que mientras que Adif hace el mantenimiento en sus instalaciones de los trenes de Ouigo, los de Renfe que circulan por Francia tienen que pasar a España porque allí no se les ofrece este servicio.

"Está siendo tremendamente complicado", decía este lunes Puente, sobre un proceso en el que Renfe está encontrando "todas las dificultades del mundo" para abrirse paso en Francia.

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