El Banco de España advierte de que la economía crecerá menos cuando lleguen los ajustes fiscales que exige Bruselas

La vicepresidenta primera y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, comparece en la comisión de su departamento en el Senado.
La vicepresidenta primera y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, comparece en la comisión de su departamento en el Senado.
FERNANDO SÁNCHEZ / EP
La vicepresidenta primera y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, comparece en la comisión de su departamento en el Senado.

A estas alturas de año, todo hace pensar que la economía española se las arreglará para seguir creciendo a un ritmo notable también en 2024. Gobierno y casas de análisis apuntan a que la expansión del PIB puede rondar el 2% este año. El último organismo en publicar sus previsiones ha sido el Banco de España, que anticipó el martes un avance del PIB del 1,9% para 2023 y 2024 y del 1,7% para 2025. Sin embargo, el propio supervisor bancario reconoce que hay un "riesgo notable" de que sus previsiones se acaben pasando un poco de optimistas. Y es que no incluyen el ajuste presupuestario que el Gobierno deberá acometer para cumplir con las nuevas reglas fiscales europeas, que empezarán a funcionar en 2025.

Las previsiones de déficit y deuda que presentó el supervisor el martes junto a las de crecimiento e inflación vuelven a dibujar una vez más un panorama en el que España incumplirá los umbrales máximos que exige Bruselas. El desequilibrio entre ingresos y gastos no bajará del 3,5% entre 2024 y 2026 (el máximo permitido es el 3%) y la deuda pública permanecerá estable en torno al 105%. Estos mimbres son los que permitirán crecer a España a un ritmo cercano al 2% este año y los dos siguientes.

No obstante, esos niveles de déficit público no serán aceptados por la UE a partir de este año, lo que obligará a España a presentar una propuesta de ajuste fiscal. Organismos como la Airef —el vigilante independiente de las finanzas públicas españolas— o el propio Banco de España llevan años demandando al Gobierno que explique cómo piensa hacer ese ajuste.

Como bien es sabido, a la hora de ajustar un presupuesto se puede actuar por dos vías: la de los ingresos —que generalmente pasa por subir impuestos o crear nuevos tributos— o por la de los gastos, es decir, la de los recortes. Sin esta información, que es clave para estimar los efectos del ajuste sobre el PIB, el Banco de España no se moja a la hora de cuantificar la merma en el crecimiento. El supervisor se limita a señalar que el plan —cuyo impacto "dependerá críticamente de cómo esté diseñado"— "acarrearía, previsiblemente, un menor grado de dinamismo de la actividad a lo largo del horizonte de proyección que el contemplado en este ejercicio de previsiones".

Quien sí se ha atrevido a cuantificar el efecto es el centro de estudios de BBVA, el segundo banco con mayor capitalización del país. En concreto, los economistas de la entidad estimaron que el PIB de 2025 crecerá tres décimas menos por el ajuste fiscal que habrá que ejecutar. 

Lo que sí asume el Banco de España es que las administraciones tendrán que frenar el aumento del gasto público a lo largo de este año. El supervisor estima que el consumo público de las administraciones creció en 2023 a un ritmo del 3,8%, un porcentaje cercano a máximos históricos. Ángel Gavilán, director general de Economía y Estadística del Banco de España, señaló en rueda de prensa que, en caso de que ese ritmo se mantuviese también en 2024, la economía podría crecer más de un 2%. Eso sí, a costa de que el déficit se disparase a cotas cercanas al 4%. No obstante, la incertidumbre sobre el futuro de los Presupuestos Generales del Estado (PGE) para 2024, de los que todavía no se conoce el anteproyecto, arroja dudas sobre hasta qué punto podrá moderarse el gasto.

Un ajuste de entre 6.000 y 9.000 millones

El Banco de España estima que el ajuste que tendrá que acometer la administración pública al calor de las nuevas reglas fiscales puede rondar entre las cuatro y las seis décimas del PIB anuales. Expresado en euros con el PIB de 2023, estaríamos hablando de un rango entre 5.800 y 8.800 millones de euros entre 2025 y 2028. Otros organismos como la Airef elevan el ajuste a 0,64 puntos de PIB, o lo que es lo mismo, unos 9.357 millones de euros cada año. 

Este ajuste será más complicado de ejecutar después de que se prorrogaran parcialmente varias de las medidas de apoyo contra la inflación que estuvieron vigentes en 2023. El Banco de España estima que el coste del apoyo fiscal que permanecerá también en 2024 ronda las seis décimas del PIB (casi 9.000 millones de euros). Un tercio de ellos corresponden a la prórroga parcial de la rebaja fiscal energética que "podría requerir de actuaciones compensatorias de ajuste fiscal", reflexiona el supervisor bancario. 

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