Elisa Peinado sobre la acogida y adopción de animales con discapacidad: "Te enseñan el significado de resiliencia"

Elisa Peinado junto a sus animales de compañía.
Elisa Peinado junto a sus animales de compañía.
CEDIDA
Elisa Peinado junto a sus animales de compañía.

Lo afirman todas las protectoras de animales: nadie quiere adoptar perros dependientes. Con enfermedades degenerativas, con problemas de movilidad, con patologías neurológicas, amputaciones... estos casos llenan las perreras y asociaciones de protección de animal de nuestro país porque conllevan una responsabilidad aún mayor de la que supone un perro o gato sano pero, ¿qué hay de los que se atreven a acogerles y adoptarles?

Elisa Peinado, coordinadora pedagógica y maestra de 'El Cole de Celia y Pepe', centro de educación especial de la Fundación Querer, además de dedicarse a ayudar a los más pequeños a superar sus retos es una gran amante de los animales. "Desde que tengo uso de razón me han encantado", afirma.

"Mi vinculación con el mundo de las protectoras empezó hace 14 años, como casa de acogida de un perro con varias fracturas complicadas que llevaba un mes sin poder ponerse en pie", relata. "Él fue el primero con necesidades especiales pero, después, la mayoría de los que venían a casa necesitaban también una atención más específica al tener problemas de salud derivados de enfermedades, atropellos, cepos de caza, maltrato o la propia edad".

Sin planificarlo, Peinado se terminó especializando en este tipo de acogidas hasta el punto de que lo raro era que entrara en su hogar un animal completamente sano. "Estos animales, por sus necesidades, no pueden ir a un albergue y lo tienen muy difícil a la hora de encontrar un hogar temporal o definitivo"; lamenta.

"Ser únicos nos hace auténticos"

Peinado considera que este tipo de animales necesitan "atenciones específicas" y defiende que, en realidad, "todos los seres vivos tenemos necesidades de diversa índole a las que hay que atender". "Necesidades fisiológicas, de alimentación, atención, juego, cariño, aprendizaje, estimulación, socialización... En el caso de mis animales, además de ellas, requieren de otras atenciones más específicas de ayuda, adaptación o soporte", agrega.

"Con los animales paralíticos e incontinentes los retos y la dedicación son los mismos que con cualquier otro, simplemente, a la hora de pasear, tienen que usar una silla de ruedas y estimularles mediante masaje para el vaciado de esfínteres varias veces al día", explica Peinado.

La amante de los animales entiende que a las acogidas o adoptantes sin experiencia suela darles miedo el no saber llevarlo o hacerlo mal, pero asegura que "cuando se les enseña, comprenden que es bastante sencillo y que su vida no se ve ni más comprometida, ni sacrificada en comparación con otros animales".

El hecho de tener discapacidad, enfermedad o necesidades específicas no debe ser un condicionamiento en contra

"Con el tiempo, vas conociendo y aprendiendo de cada pequeño y esta logística de sillas y pañales se hace cada vez más fácil", afirma. "Yo actualmente convivo con cuatro animales rescatados, tres de ellos paralíticos e incontinentes y en cinco minutos están todos cambiados y listos para pasear".

De hecho, Peinado asegura que lo que hace falta a la hora de adoptar o convivir con un animal con este tipo de necesidades es lo mismo que con cualquier otro: "Hace falta compromiso". "Convivir con estos animales otorga los mismos beneficios que con cualquier otro perro o gato".

"Para mí no existen animales de primera, ni de segunda, así que el hecho de tener discapacidad, enfermedad o necesidades específicas no debe ser un condicionamiento en contra, porque la diversidad es intrínseca a la condición humana, igual que lo es al resto de vida animal", defiende.

Por este motivo, Peinado recuerda que, a la hora de decidirnos por acoger o adoptar, lo que tenemos que meditar es qué podemos ofrecerle al nuevo miembro de la familia en relación a nuestros horarios, energía, espacio o capacidad económica, entre otros. "Todos los animales requieren de cuidados de forma permanente en mayor o menor medida a lo largo de su vida", indica.

"Es una realidad que muchos animales son invisibles no solo por tener enfermedades crónicas o discapacidad, sino también por su raza, tamaño, edad o incluso el color de su pelo", añade. "Pero como digo siempre, ser únicos nos hace auténticos". 

Para Peinado, esas cicatrices y ganas de seguir en pie son "la historia que les hace dignos de ser amados". "Es su vulnerabilidad la que con más razón hay que proteger, porque en ella reside también su fortaleza", agrega. "Son animales que te enseñan el significado de resiliencia".

Por esa capacidad de adaptación Peinado pide a aquellas familias que tienen un animal que ha sufrido algún accidente o patología que les haya causado una parálisis o incontinencia "que no se rindan". "Aún existen muchos veterinarios que recomiendan la eutanasia, pero también está habiendo un cambio de mentalidad, de recursos e información, en gran parte por la labor pedagógica y de sensibilización que hacen protectoras, clínicas y particulares que saben que una vida en silla de ruedas también es una vida feliz", expresa.

Mi primer paralítico lo acogí cuando no existían sillas de ruedas ni tanta información y cuando era todo por ensayo-error

"Fruto de ello, hace unos meses nos unimos varias familias para escribir un libro hablando de nuestra experiencia, para desestigmatizar a estos pequeños y ofrecer apoyo e información a las familias que están pasando o han pasado por esa experiencia", comenta. "Mi primer paralítico lo acogí hace doce años, cuando no existían sillas de ruedas ni tanta información y cuando era todo por ensayo-error".

Peinado también pide a las familias que, por otro lado, estén pensando en acoger o adoptar, que lo hagan "con corazón y responsabilidad". "Que se dejen aconsejar por la protectora donde acudan, que es quien mejor conoce al animal", afirma.

"No se trata de si presenta discapacidad o no, sino de qué necesidades presenta y si somos lo que él necesita", defiende. "Acoger o adoptar es un acto de amor consciente y responsable, por ello, en un mundo donde impera la necesidad de perfección en todos los ámbitos de nuestra vida, tomar esta decisión con animales que por sus características lo tienen realmente difícil es toda una declaración de intenciones".

Para Peinado acoger o adoptar significa "dar valor a la vida por sí misma y esperanza a quienes la han perdido". "Los animales que, con el paso del tiempo se vuelven invisibles al mundo, son quienes más necesitan un hogar donde sentirse seguros y dignos de ser amados", asegura.

"Si adoptas o acoges a uno de ellos, jamás lo olvidará", añade. "El vínculo que se crea es diferente, único y especial. Quién ha adoptado o acogido a un animal en esa situación sabe de qué estoy hablando y sabe también que no se puede describir".

Para Peinado este vínculo tan especial es como "un lazo muy íntimo y maravilloso que va más allá del hecho de cambiar pañales o poner sillas de ruedas". "Tiene que ver con el convencimiento de que todas las vidas importan, por eso nunca me cansaré de animar a la gente a acoger o adoptar, hasta que la última jaula quede vacía", concluye.

Mostrar comentarios

Códigos Descuento