Bowie es uno de los más de 118.000 gatos que son abandonados cada año en nuestro país y, también, la prueba de que las segundas oportunidades existen, ya que casi pierde la vida antes de cumplir su primer mes de vida, tras ser rescatado en mitad de un camino de tierra.
A pesar de su corta edad, Bowie ya conoce el maltrato y el abandono. Fue encontrado con apenas un mes de vida, completamente solo, llamando a su madre. "Tenía la columna rota y ninguna esperanza de sobrevivir", cuenta Elisa, su casa de acogida hasta la fecha.
"Unas personas lo escucharon llorar y lo rescatador, pero en la clínica confirmaron su lesión medular a causa de un golpe (probablemente una patada) y la única opción que le daban era la eutanasia)", continúa relatando. "Por suerte, la asociación de veterinarios solidarios Pets Aid decidió acogerlo y ofrecerle una oportunidad".
De esta forma, el pequeño Bowie llegó a Madrid, donde se le hicieron todas las pruebas necesarias y donde también descubrieron que padecía leucemia felina. "Es asintomático y no necesita medicación, tan solo realizar dos revisiones al año", comenta Elisa. "Puede convivir con otros gatos siempre que no compartan comederos y bebederos".
Lamentablemente, su lesión medular ha provocado que Bowie se quede paralítico y que sea incontinente, aunque no necesita llevar pañal ya que "no tiene escapes al cerrar bien los esfínteres, ni tampoco arenero, ya que hace pis y caca por estimulación con masaje en un papel o empapador", detallan desde su casa de acogida.
"Hace unos meses tuvieron que amputarle una de sus patitas traseras, pero nada le ha quitado las ganas de vivir", agrega Elisa. "Es sociable con animales y personas, le encanta estar con perros pero, sobre todo, que lo cojan en brazos y lo acaricien".
Bowie ha enamorado por completo a las personas que se han hecho cargo de él, quiénes aseguran que es "increíblemente cariñoso". "Te sigue a todas partes ,sabe trepar con las patitas delanteras y es completamente autónomo", aseguran.
"No rompe nada, ni siquiera usa el rascador, así que es un gato muy bueno para personas a los que les moleste que los gatos arañen el sofá, por ejemplo", añade Elisa. "A pesar de todo esto, Bowie ha cumplido seis meses y en todo este tiempo nunca nadie ha preguntado por él".
Tanto Elisa como la asociación Pets Aid han publicado en multitud de ocasiones fotografías y vídeos del pequeños Bowie en redes sociales y, ahora, hacen un llamamiento para encontrarle un hogar, al haberse vuelto completamente invisible. "Se merece tener por fin una familia que lo quiera para siempre", concluyen.
Cualquiera que este interesado en darle un hogar definitivo y lleno de amor a Bowie, tan solo tiene que ponerse en contacto con la asociación Pets Aids a través de redes sociales o en los contactos que se muestran en su página web.
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