Un incendio provocado paraliza la fábrica de Tesla en Alemania

La Policía inspecciona la torre de alta tensión que se incendió y provocó la paralización de la producción de Tesla.
La Policía inspecciona la torre de alta tensión que se incendió y provocó la paralización de la producción de Tesla.
Filip Singer/EFE
La Policía inspecciona la torre de alta tensión que se incendió y provocó la paralización de la producción de Tesla.

Un incendio provocado en la planta de Tesla en Grüneheide, cerca de Berlín, ha obligado a paralizar los trabajos de la compañía. Los hechos se produjeron en la mañana de este martes, cuando una torre de alta tensión en llamas provocó un corte de energía que paró la producción y que también afectó a varias localidades vecinas. Los empleados de la gigafactoría fueron evacuados y más tarde un grupo de la extrema izquierda, conocida como Vulkansgruppe o Grupo Volcán, se atribuyó el sabotaje a la planta del fabricante estadounidense de coches eléctricos.

"Hoy saboteamos a Tesla", señaló el grupo en una carta de reivindicación cuya autenticidad todavía no ha sido comprobada. A pesar de eso la Policía de Brandeburgo considera que el fuego se inició deliberadamente y ya se han presentado cargos por incendio premeditado. Al lugar de los hechos también tuvieron que acudir artificieros, ya que cerca de donde se registró el incendio se detectó una tienda de campaña perteneciente supuestamente a manifestantes contrarios a la planta de Tesla con indicaciones de la presencia de artefactos explosivos enterrados allí. La Oficina de Seguridad del Estado de la Policía Criminal del estado federado ya ha abierto una investigación para esclarecer los hechos. 

Como motivo de este atentado el grupo apunta a algunas críticas sobre las obras que quiere acometer Tesla en la zona. "Tesla es un símbolo del 'capitalismo verde' y un ataque totalitario tecnológico contra la sociedad. El mito del crecimiento verde es tan solo un sucio truco ideológico para cerrar filas contra la crítica a nivel de política interior", acusó el escrito. Según los medios alemanes, el grupo aboga por "la destrucción completa de la gigafactoría" y carga contra el "tecnofascista" Elon Musk, todo ello en un paso más hacia la "liberación contra el patriarcado".

Además, cabe destacar que el grupo ya era sospechoso de haber provocado un incendio en el suministro de energía de Tesla en 2021. En ese momento acusó al fabricante automovilístico en la página web de extrema izquierda Indymedia.org de no ser ni verde, ni ecológico ni social. Entre los detractores de la compañía también se encuentran varias decenas de activistas que se encuentran acampando desde el 29 de febrero cerca de la fábrica para impedir que se tale el bosque para ampliar la planta.

Musk estalla contra los culpables

El director de la gigafactoría de Tesla en Alemania, André Thierig, ha afirmado que el presunto ataque costará cientos de millones de euros. "Habrá varios días de interrupción, no contamos con que ocurra en el curso de esta semana. Si podrá ser a principios de la semana que viene, se verá esta semana", indicó Thierig, quien también manifestó estar preocupado por la seguridad de los empleados. El director aludió además a las críticas por el impacto medioambiental de la fábrica y apuntó que el ambiente de suspicacia existente "alienta" este tipo de comportamientos, sin que se pueda adelantar aún si todo ello tendrá consecuencias para la proyectada ampliación de la planta.

Por su parte, Elon Musk, el magnate dueño de Tesla, cargó en la red social X contra los perpetradores del atentado incendiario. "O bien son los ecoterroristas más tontos del planeta o bien son marionetas de aquellos que no tienen buenos objetivos ambientales. Detener la producción de vehículos eléctricos, en lugar de la de vehículos (impulsados por) combustibles fósiles, es extrem dumm (extremadamente tonto, en alemán)", expresó Musk. 

El Gobierno alemán tampoco ha tardado en reaccionar. "Condeno enérgicamente el presunto incendio provocado en Brandeburgo, que ha dejado sin electricidad a miles de hogares y ha paralizado temporalmente la fábrica de Tesla. Un ataque de este tipo contra nuestra infraestructura eléctrica es un delito grave que no puede justificarse con nada", expresó la ministra del Interior Nancy Faeser. Agregó que las investigaciones en curso deben analizar también posibles motivaciones políticas y subrayó que en caso de confirmarse un móvil de extrema izquierda, "será una prueba más de que la escena radical de izquierdas no se detienen ante ataques a infraestructuras energéticas críticas".

La gigafactoría está envuelta en polémica desde su construcción debido a su supuesto impacto para el agua del subsuelo en la región, y en las últimas semanas surgieron además alegaciones sobre las aguas residuales de la planta, que según un informe filtrado a la prensa superan los límites permitidos para sustancias tóxicas. Los planes para expandir la fábrica, que da trabajo a unos 12.000 empleados, han chocado contra el rechazo frontal de parte de los residentes de la zona y de grupos ecologistas, que el jueves pasado lanzaron una ocupación de una parcela boscosa contigua para impedir que puedan realizarse las obras correspondientes.

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