El ladrillo se estanca: la construcción de vivienda se reduce en 1.000 pisos en 2023 y el sector se anquilosa en el 5% del PIB

La obra nueva crece un 86% en Cantabria hasta el tercer trimestre, según los aparejadores
Imagen de archivo de un edificio en construcción en Cantabria.
Europa Press
La obra nueva crece un 86% en Cantabria hasta el tercer trimestre, según los aparejadores

Una de las fórmulas invocada para atajar el problema de la vivienda en España es la construcción de nuevos inmuebles. Sin embargo, lejos de crecer, la autorización de obras nuevas se redujo el año pasado en cerca de 1.000 viviendas, una evolución que atestigua el estancamiento que atraviesa el sector del ladrillo. El peso de la construcción en la economía española se ha reducido progresivamente desde el pinchazo de la burbuja inmobiliaria hasta apalancarse en el 5%, aunque ahora las administraciones suman esfuerzos para ampliar el parque de vivienda.

En 2023 se concedieron en España 107.934 visados de obra para la construcción de viviendas, según datos del Ministerio de Vivienda y Agenda Urbana. El 77,87% de estos nuevos pisos se correspondieron con apartamentos en bloque (84.049 viviendas, un 1,14% más que en 2022), frente a un 22,09% de casas unifamiliares (23.844, un 7,27% menos que el año anterior). La superficie media de estas nuevas viviendas fue de 108,6 metros cuadrados en el caso de los pisos y 195,6 en las casas unifamiliares.

El número total de visados de obra para nuevas viviendas concedidos el año pasado fue un 0,91% inferior a los 108.923 proyectos validados en 2022. Pese a que el retroceso fue leve, se trata del primer descenso en dos años, tras la recuperación del frenazo provocado por la pandemia. Con la salvedad de 2020, la construcción de viviendas se ha estancado en los últimos cinco años en torno a las 108.000 unidades, con ligeras variaciones anuales inferiores al 1%. 

Este volumen actual de obra nueva refleja una notable recuperación del ladrillo en la última década. El pinchazo de la burbuja inmobiliaria y la posterior crisis hizo que la concesión de visados de obra nueva tocara suelo en 2013. En aquel año se validaron apenas 34.288 nuevas viviendas, el equivalente a los proyectos visados solo en los últimos cuatro meses de 2023, en los que la construcción de vivienda nueva se redujo un 13,3% con respecto al mismo periodo del año anterior.

Aun así, las cifras actuales distan significativamente del más de medio millón de viviendas anuales que se construían en España durante los años más activos de la burbuja inmobiliaria. De hecho, a pesar del avance de la última década, el volumen en el que se encuentra estancado el sector no cubren los 200.000 hogares que se crean al año. Según la Encuesta de Población Activa (EPA), a cierre del cuarto trimestre de 2023, había en España 19,5 millones de hogares, de los cuales un 28,3% estaba conformado por una única persona y un 29,5%, por dos.

La escasez de oferta de vivienda nueva para satisfacer la demanda ha disparado el coste de los pisos a estrenar. El índice de precios de la vivienda (IPV) publicado por el INE refleja que la vivienda de nueva construcción se encareció en el tercer trimestre de 2023 un 11% con respecto al mismo periodo del año anterior, frente al alza del 3,2% experimentado en los inmuebles de segunda mano. A falta de conocer el dato de la recta final de 2023, el aumento de precio de las casas nuevas se acentuó a lo largo del año pasado, tras arrancar el primer trimestre con una tasa de variación anual del 6% y anotar un alza del 7,7% entre abril y junio, sin mostrar todavía síntomas de desaceleración.

Reactivar el sector

Conscientes del problema que el acceso a una vivienda supone en España, las distintas administraciones están impulsando múltiples iniciativas para ampliar el parque inmobiliario. En ese sentido, la ministra de Vivienda y Agenda Urbana, Isabel Rodríguez, informó recientemente en el Senado de que su departamento ha firmado con las comunidades autónomas y ayuntamientos acuerdos para la construcción de 22.242 viviendas. "Habíamos previsto la construcción de 20.000 viviendas y esa expectativa se ha visto superada", afirmó.

Además, esta misma semana el Gobierno ha dado un paso más para movilizar 4.000 millones de euros en préstamos a promotores públicos y privados para la construcción de vivienda social y asequible. El Ministerio de Vivienda estima que esta línea gestionada a través del Instituto de Crédito Oficial (ICO) permitirá la creación de 40.000 viviendas. A la espera de que en las próximas semanas se firme el convenio que posibilitará la puesta en marcha de los préstamos, Rodríguez ha señalado que ya se han interesado por esta línea de crédito 34 promotores con proyectos para la construcción de 12.000 viviendas.

Este tipo de iniciativas aspiran a reactivar el ladrillo, un sector que sobrevive como la sombra del motor económico que fue durante la burbuja inmobiliaria. De acuerdo a los datos del INE, en los diez primeros años del siglo XXI, la construcción representó el 10% del PIB. Actualmente, su peso en la economía española se ha reducido a la mitad y se encuentra anquilosado en torno al 5%, frente al avance de la riqueza aportada por el sector servicios.

En el momento del estallido de la burbuja inmobiliaria, el sector de la construcción empleaba al 12% de los trabajadores en 2008, según la EPA. Al igual que ha ocurrido con su contribución al PIB, desde entonces su peso en el mercado laboral se ha reducido prácticamente a la mitad. En 2023, se contabilizaron en España 1,4 millones de ocupados dedicados al ladrillo, 40.200 más que en 2022. El volumen de trabajadores del sector acumula siete años al alza -con la excepción de 2020-, pero su proporción sobre el total de ocupados se mantiene anclada en el 6,5%.

Al nulo crecimiento se suma el envejecimiento de la mano de obra. El 35,3% de los trabajadores del sector de la construcción tiene más de 50 años, mientras que los ocupados menores de 30 años apenas llegan al 9%. Según datos del Observatorio Industrial de la Construcción, está previsto que hasta 2030 el ladrillo genere 160.000 oportunidades laborales, una cifra muy alejada de los 6.256 alumnos matriculados en el curso 2021-2022 en grados de Formación Profesional relacionados con edificación y obra civil. La Confederación Nacional de la Construcción detecta la falta de relevo generacional como un importante lastre y una amenaza para la materialización de las iniciativas previstas desde las administraciones públicas, dado que ampliar el parque inmobiliario requiere de una mano de obra suficiente y un sector capaz de afrontar las inversiones.

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