Decenas de miles de rusos se congregaron este viernes para darle el último adiós al líder opositor ruso Alexéi Navalni, que falleció de manera repentina hace dos semanas, y por causas que aún se desconocen, mientras se encontraba cumpliendo condena en una cárcel ártica. El velatorio tuvo lugar en una iglesia ortodoxa ubicada en el barrio moscovita de Mariino y su cuerpo fue enterrado en el cementerio Borísovo de Moscú.

Con claveles rojos en mano y coreando su nombre, miles de personas de todas las edades desafiaron las advertencias de las autoridades rusas y acudieron a la iglesia donde se celebraba el acto para despedirse del líder opositor. Sin embargo, la gran mayoría no pudo entrar al templo y se quedaron haciendo cola fuera tres horas antes de que comenzara la ceremonia fúnebre. El velatorio duró poco más de media hora.

Los seguidores de Navalni también se reunieron en las cercanías del cementerio desde temprano para poder acudir a su entierro. Más tarde llegó su cuerpo, que fue depositado en la tierra mientras sonaba la canción My Way, de Frank Sinatra. Según indicaron sus allegados, se trataba de una de las canciones preferidas del líder opositor ruso. Después sonó el tema principal de Terminator 2, su película favorita.

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Desde el Kremlin habían advertido de las consecuencias que podían sufrir las personas que participaran en manifestaciones no autorizadas mientras se llevaba a cabo el funeral del líder opositor. "Queremos recordar que existe una ley que se debe cumplir: cualquier reunión no autorizada constituirá una violación de la ley", dijo en rueda de prensa el portavoz de la Presidencia rusa, Dmitri Peskov. 

Al menos 56 personas fueron detenidas este viernes en catorce ciudades del país. Entre ellos se encuentran el vicepresidente de la filial moscovita del partido opositor Yábloko, Andréi Mórev, y el exvicepresidente del movimiento PARNAS, Mijaíl Shnéider. Ambos fueron arrestados por la policía rusa en el Metro de Moscú tras el sepelio

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Los actos funerarios celebrados tanto en la iglesia como en el cementerio estuvieron rodeados de un fuerte dispositivo policial. En ambos lugares también fueron colocadas vallas metálicas. Además, en las farolas del cementerio fueron colocadas cámaras de seguridad y también otros dispositivos que podían servir como inhibidores de la señal de internet y de la telefonía móvil.

El sentido mensaje de su viuda

Entre las personas que acudieron a las exequias del líder ruso estaba su madre, quien recibió numerosas condolencias tras salir de la iglesia. Su esposa, Yulia Navalnaya, no pudo asistir debido a que se encuentra fuera de Rusia para evitar posibles represalias. Sin embargo, publicó un sentido mensaje de despedida en la red social X en el que le daba las gracias por haberle dado 26 años de felicidad. "No sé cómo vivir sin ti, pero intentaré que estés ahí arriba, feliz por mí y orgulloso de mí", ha escrito.

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La delegación diplomática de la Unión Europea en Moscú también participó en el funeral. "La UE expresa sus condolencias a la familia y amigos de Alexéi Navalni en su entierro. El embajador de la UE y otros diplomáticos presentan sus respetos", indicó el alto representante comunitario para Asuntos Exteriores y de Seguridad, Josep Borrell, en la red social X. Además, expresó que "las convicciones de Navalni no desaparecerán: las ideas no pueden ser torturadas, envenenadas o asesinadas. Sigue siendo una inspiración para muchos en Rusia y más allá".

Navalni fue envenenado en agosto de 2020 supuestamente, por las autoridades rusas. Tras recuperarse se exilió en Alemania y en 2021 regresó a Rusia, pero fue detenido por las fuerzas de seguridad apenas puso un pie su país. Un año más tarde fue condenado a nueve años de prisión por "fraude y desacato a los tribunales rusos" y fue trasladado a una cárcel ártica, donde falleció el pasado 16 de febrero. Tanto sus allegados como las principales instituciones europeas culpan directamente al presidente Vladimir Putin de haber ordenado que lo asesinaran.