El sindicato UGT cree que el salario mínimo interprofesional (SMI) actual es insuficiente y debería aumentar hasta los 1.296 euros brutos al mes en 14 pagas para alcanzar el 60% de un salario medio español, la equivalencia que persigue el Gobierno. Así lo ha trasladado este martes el secretario general de la central, Pepe Álvarez, en un desayuno informativo organizado en el Ateneo de Madrid.
La cifra que ha dado Álvarez implica subir la apuesta. Hasta ahora, el sindicato había reclamado un salario mínimo de unos 1.200 euros, desmarcándose de la posición del Gobierno y del otro gran sindicato nacional, Comisiones Obreras. Llevar el SMI hasta los 1.296 euros como plantea UGT implicaría una subida del 14% en esta renta. O lo que es lo mismo, 162 euros más al mes (2.268 al año) que tendrían que abonar las empresas, dado que la ley prohíbe los sueldos a jornada completa inferiores a esa cuantía.
El secretario general ugetista se ha mostrado tajante. "No hemos llegado al 60% del salario medio", una afirmación de la que discrepa el Ejecutivo. Álvarez ha insistido en que la referencia para calcular ese porcentaje son los datos de Eurostat, la Agencia Tributaria y la Seguridad Social. "Las tres están en esa dimensión", ha añadido. El líder sindical ha defendido que el SMI "es un elemento de mejora de la productividad" y que los países más productivos de Europa son los que tienen sueldos mínimos más elevados. Una afirmación que cuestionan varios economistas que apuntan, precisamente, a una relación de causa-efecto inversa: como esos países son más productivos, se pueden permitir sueldos mínimos más altos.
Interrogado sobre el efecto que tendría una subida como la que pide UGT en las provincias con sueldos más bajos —donde el salario medio supera ya con creces en algunos casos esa referencia del 60%—, Álvarez ha señalado que el problema son los sueldos medios, que deben subir.
Para el Gobierno es un tema cerrado
Para el Ejecutivo, la subida del salario mínimo es una cuestión que ha quedado zanjada al menos de momento. El Ministerio de Trabajo da ya por cumplido su objetivo y considera que el SMI neto representa ya el 60% del salario medio del país. Por tanto, lo que tocaría ahora es no perder esa equivalencia y elevar la retribución mínima en función de lo que suba el sueldo medio.
El otro sindicato mayoritario, Comisiones Obreras, coincide con esa interpretación y apuesta porque el objetivo es ahora que el SMI "nunca se desacople del 60% de la media salarial". Así lo trasladó el secretario general, Unai Sordo, durante el acto de firma de la última subida, que supuso un alza de la retribución mínima legal desde 1.080 a 1.134 euros brutos al mes en 14 pagas para las jornadas completas.
Reducir jornada y precio del despido
Entre las grandes prioridades para esta legislatura, Álvarez ha vuelto a situar la reducción de jornada —que los sindicatos ya negocian junto a la patronal y el Gobierno—, el pago de las horas extraordinarias y la reforma de la indemnización por despido improcedente.
Respecto a lo primero, el líder sindical ha destacado la importancia de acometer ese recorte en el tiempo de trabajo a través del Estatuto de los Trabajadores. "En los convenios colectivos se nos hace muy cuesta arriba", defiende Álvarez. El Gobierno negocia ahora con los agentes sociales la letra pequeña de ese recorte de horas, que deberían reducirse del máximo semanal actual de 40 a 38,5 en 2024 y a 37,5 en 2025. Por el momento, no ha trascendido cuál será la formulación completa. Solo que se hará con el tiempo suficiente para que las empresas puedan adaptarse y que habrá flexibilidad.
En lo tocante a la reforma del despido, UGT tiene puesta una demanda ante el Consejo de Europa que está pendiente de resolución. El sindicato reclama recuperar la indemnización por despido improcedente de 45 días por año, la vuelta de los salarios de tramitación, el derecho de opción y que se tenga en cuenta las circunstancias personales de cada trabajador.
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