Sumar endurece su tono con el PSOE para no quedar opacado en la coalición

  • La formación de Díaz, molesta con los socialistas por haber intentado apropiarse la subida del salario mínimo.
  • Sumar considera que el PSOE trata de invadir sus áreas con actos como la reunión de Sánchez con cineastas.
  • La reducción de la jornada laboral se perfila como el próximo gran motivo de desencuentro entre los socios.
  • Sumar se marca como objetivo disputar el concepto de "libertad" a la derecha
La ministra de Trabajo, Yolanda Díaz durante la sesión de control del Gobierno este miércoles celebrado en el Congreso
La vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz durante la sesión de control del Gobierno en el Congreso.
EFE
La ministra de Trabajo, Yolanda Díaz durante la sesión de control del Gobierno este miércoles celebrado en el Congreso

Sumar intenta evitar un abrazo del oso del PSOE que termine asfixiándole. En la última semana, la coalición que lidera Yolanda Díaz ha elevado el tono contra su socio de Gobierno en cuestiones tan sensibles como la modificación de la Ley de Enjuiciamiento Criminal para convencer a Junts de que apruebe la amnistía, y ha pedido que se reúna de una vez la comisión de seguimiento de la coalición, un órgano estrenado la legislatura pasada y que sirve para tratar desencuentros en el seno del Ejecutivo antes de que escalen y se conviertan en problemas serios. 

Sumar niega oficialmente que existan problemas, pero lo cierto es que, en los últimos días, los síntomas de que algo no marcha bien en la coalición de Gobierno se han multiplicado. Pese a todo, la formación asegura que "no hay ningún motivo específico y concreto" para solicitar una reunión con el PSOE "más allá de que la comisión es una herramienta de diálogo y búsqueda de consensos". "No son necesarias discrepancias para activarla. Precisamente, una cultura democrática, de coalición y consenso pasa por activarla como un mecanismo normal", plantea oficialmente Sumar.

En privado, no obstante, dirigentes de la formación que lidera Yolanda Díaz son mucho menos diplomáticos. Una fuente de la dirección de Sumar admite que la relación con el PSOE viene tocada desde que, el mes pasado, el Congreso tumbara —con los votos de PP, Vox, UPN y Podemos— el decreto de reforma del subsidio para desempleados sin prestación elaborado por el Ministerio de Trabajo. Ese mismo día, la Cámara Baja convalidó los otros dos decretos que se sometían a votación tras una negociación in extremis entre el PSOE y Junts. Y en Sumar hay quien considera que los socialistas no se emplearon tan a fondo en conseguir los apoyos para el texto promovido por Díaz.

En los últimos días, además, se han sucedido otros roces que se han dejado traslucir, aunque no hayan tenido el mismo eco que existía la legislatura pasada cuando chocaban PSOE y Unidas Podemos. La recién aprobada subida del salario mínimo a 1.134 euros al mes en 14 pagas, por ejemplo, ha sido motivo de discordia entre los socios, no tanto por discrepancias en la decisión sino porque ambas formaciones han intentado atribuirse el mérito de un incremento negociado por Díaz con patronal y sindicatos, pero que también ha tenido que recibir el visto bueno del presidente Pedro Sánchez para salir adelante.

El sábado pasado, por sorpresa, el propio Sánchez anunciaba durante un mitin del PSOE en Galicia que el martes siguiente se iba a aprobar el aumento, que ya se había confirmado pero cuya fecha de puesta en marcha se desconocía. Fue una sorpresa para Sumar, cuyo portavoz parlamentario, Íñigo Errejón, tuvo que salir unas horas después a reivindicar que "si no estuviese Sumar, no se habría subido el salario mínimo a dos millones de trabajadores". Y buena muestra de que a la formación le escoció que Sánchez le tomara la delantera fue que Díaz, el jueves pasado, fuera aún más clara y, en otro mitin, espetara que "el PSOE presume de ese salario mínimo, pero os digo que no querían hacerlo. Por ellos no lo tendríamos".

El cine y la jornada laboral

No solo ese asunto ha provocado roces entre los socialistas y Sumar esta semana. Tampoco ha sentado especialmente bien en algunos sectores de la dirección de la coalición que el presidente Sánchez decidiera reunirse el miércoles pasado con varios cineastas y representantes del sector audiovisual y cinematográfico español para analizar "el gran momento" que atraviesa el sector. Este acto, a las puertas de los premios Goya, ha sido entendido por algunos dirigentes de Sumar como una manera de intentar opacar el protagonismo del Ministerio de Cultura que lidera Ernest Urtasun, mano derecha de Díaz en Sumar.

Además de esos roces, en los últimos días se ha perfilado el que tiene muchas opciones de ser el próximo motivo de conflicto en la coalición: la reducción de la jornada laboral. En su pacto de legislatura, PSOE y Sumar acordaron rebajar la jornada semanal máxima de las actuales 40 horas a 37,5 horas en 2025, con un paso intermedio hasta las 38,5 horas este mismo año. Y, hace unos días, el Ministerio de Trabajo inició las reuniones con patronal y sindicatos para abordar los detalles de esa medida, aunque dejando claro que no está en cuestión que vaya a ponerse en marcha, sino únicamente la manera de hacerlo. 

No obstante, en los últimos días varios altos dirigentes de Sumar han dejado claro que el debate sobre esta medida en el seno de la coalición está lejos de cerrarse. "Dentro del Gobierno también tengo problemas" con este asunto, confesó hace unos días Díaz durante un mitin. Y, este viernes, el portavoz Errejón aseguraba en una entrevista en Público que, aunque "habrá reducción de la jornada laboral en España" y, "cuando la haya, el PSOE saldrá a celebrarla", "por el camino a Sumar le cuesta mucho". "Sumar tiene que disputarlo, explicarlo y perseverar mucho para que eso se haga", denunció Errejón.

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