El salario medio de las mujeres en España tendría que aumentar un 18,6% para igualar al de los hombres

Imagen de archivo de una mujer trabajando.
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EUROPA PRESS - Archivo
Imagen de archivo de una mujer trabajando.

El salario medio de las mujeres tendría que aumentar un 18,6% para que fuera igual que el de los hombres. Es la brecha salarial de género que en España mantienen varios factores, como que el peso de los cuidados siga recayendo mayoritariamente en los hombros de las mujeres, o que todavía los sectores más precarios sean los más feminizados. La desigualdad ha ido descendiendo en los últimos años, y la cifra es, de hecho, la más baja de los últimos 15 años; pero ese porcentaje refleja que todavía queda por hacer hasta lograr la igualdad real entre trabajadores y trabajadoras. 

Así lo pone de manifiesto CC OO en su último informe de brecha salarial de género presentado este martes con motivo del Día Europeo de la Igualdad Salarial, que se celebra el próximo 22 de febrero. El estudio, que recopila datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) de 2022, refleja que las mujeres cobran, de media, 4.341 euros anuales menos que los hombres: si el salario medio anual del empleo se situaba en el año analizado en los 27.642 euros para los hombres; en el caso de ellas descendía hasta los 23.301 euros.

La brecha se ha reducido 2,3 puntos desde el informe anterior, consolidándose así la tendencia descendente que se viene observando desde 2018. Aunque, la secretaria confederal de Mujeres, Igualdad y Condiciones de Trabajo de CC OO, Carolina Vidal, ha querido recalcar durante la presentación de los resultados que, si bien es "la brecha más estrecha de los últimos 15 años", ello "no resta para entender que es una brecha injusta y profundamente discriminatoria".

Una desigualdad que, tal y como ha explicado, tiene su origen en el antes, el durante y el después de la carrera laboral de una mujer. El antes, influenciado por los roles de género ya desde la educación y la socialización, que provoca que las mujeres salgan en una "peor situación para afrontar la carrera", ha aseverado. Durante la relación laboral también, pues, según Vidal, hay todavía sectores de ocupación muy feminizados a los que se les da "poco valor social" y jornadas laborales que, en el caso de las mujeres, suelen estar sometidas a más interrupciones vinculadas esencialmente a los cuidados. Ya en el final de la vida laboral, en consecuencia, hay "contribuciones desiguales" a la hora de percibir las pensiones. "Vivimos más tiempo, más años, pero de manera más pobre", ha subrayado Vidal.

La desigualdad en los cuidados ensancha la brecha

La situación, según ha señalado la secretaria de Mujeres, Igualdad y Condiciones de Trabajo, responde a varias causas. En primer lugar, a la carga de los cuidados, que sigue recayendo mayoritariamente en las mujeres. Se ve en los datos de inactividad: el 20,1% de las mujeres inactivas, que ya no buscan empleo, están en esta situación por tener que cuidar de dependientes, ya sean personas con discapacidad, menores de edad o personas mayores. La tasa cuadriplica a la de los hombres que no buscan empleo por este motivo (4,9%). 

Pero incluso entre las que sí trabajan, la diferencia es considerable, sobre todo si se tiene en cuenta la parcialidad. "Las mujeres, por motivos de cuidados, trabajamos 12 veces más a tiempo parcial que los hombres", ha señalado Vidal. El 70% de la contratación a tiempo parcial es ocupada por mujeres, y solo el 10% tiene una jornada reducida de manera voluntaria. De hecho, si las mujeres trabajaran con la misma jornada que los hombres, la brecha se reduciría al 5,7%, tal y como ha aseverado la portavoz sindical. 

El segundo componente que, para el sindicato, mantiene esa brecha, son los complementos salariales. "Sigue habiendo un sesgo que retribuye mejor características masculinizadas que características feminizadas", ha asegurado el secretario general de CC OO, Unai Sordo. Eso incide directamente en lo que desde el sindicato denominan "discriminaciones indirectas", que implica no poder percibir los complementos más altos —penosidad, nocturnidad, etc.—, una vez más, por la carga de los cuidados. 

Y el tercer motor de desigualdad detectado por el sindicato es la penalización de la maternidad en los salarios de las mujeres que, ha señalado Vidal, también impacta en la crisis demográfica que vive España con la baja natalidad. "Tenemos que elegir entre ser madres y apostar por una relación laboral no precaria", ha aseverado, antes de indicar que tener un primer hijo supone un descenso del 5% en el salario de las mujeres. "Y se recorta casi un 11% respecto al de los hombres", que, por el contrario, no sufren ningún cambio en su salario.

Impulsar una estrategia estatal de cuidados

"Para destruir y dinamitar la brecha necesitamos reformas estructurales", ha defendido Vidal. La subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) o la equiparación de los permisos de paternidad son dos ejemplos de ello. Aunque, según ha precisado la portavoz de CC OO, los permisos tienen que ser siempre retribuidos. "Los no retribuidos solo sirven para ensanchar la brecha si las mujeres no tenemos otras opciones. Porque ellos no los cogen, los cogemos nosotros", ha subrayado. 

La evolución es positiva, y así lo reconoce el sindicato, que celebra que la brecha esté ya en torno al 18% y no al 25% como años anteriores. El "gran elemento de reducción", según Unai Sordo, está siendo la subida del SMI. "Pero igual que decimos esto, decimos que la capacidad del SMI de continuar reduciendo la brecha es muy pequeña", ha aseverado. Si se quieren conseguir "reducciones drásticas", ha advertido, es necesario reforzar una serie de medidas que tengan que ver con la estrategia de cuidados. "No habrá reducciones drásticas si no se libra a las mujeres de la ocupación derivada a los cuidados que están lastrando sus carreras profesionales y sus percepciones salariales", ha reiterado. 

Así, el sindicato considera que el elemento que más ba a contribuir a reducir la brecha salarial "a largo plazo", es el impulso de una "potente" estrategia de cuidados "que haga que el conjunto de administraciones públicas del país de verdad apuesten por que las situaciones de dependencia tengan realmente un servicio público, o de responsabilidad pública, que se haga cargo", ha insistido Sordo. 

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