Junts se plantea derribar hoy la amnistía para ganar tiempo y seguir negociando aunque mantiene abiertos los contactos con el PSOE

  • Los independentistas tienen en su mano tumbar la norma para extender las conversaciones otro mes.
  • Junts exige amnistiar delitos de traición y contra la paz o la independencia del Estado y el PSOE se opone.
Puigdemont, en la Eurocámara.
El expresident Carles Puigdemont, en el Parlamento Europeo.
EFE
Puigdemont, en la Eurocámara.

El futuro de la ley de amnistía se torna negro a escasas horas de que el Congreso vote si le da luz verde de manera definitiva para que pase al Senado. Las negociaciones entre el PSOE y Junts, que los socialistas negaron este mismo lunes que existieran, se han torcido tanto en las últimas horas que, este martes por la mañana, la formación independentista emitió un comunicado amenazando con no votar a favor de la norma si no se introducen los cambios que exigen y que el PSOE rechaza. Si eso finalmente ocurre la ley podría caer definitivamente, aunque todo el mundo descarta esa opción, y lo más probable es que Junts maniobrara para devolverla al paso anterior de su tramitación y así ganar tiempo para seguir negociando: en concreto, un máximo de un mes.

"Junts siempre ha defendido que la amnistía debería incluir a todos y que debería aplicarse de forma inmediata. La propuesta de amnistía que se va a votar hoy no garantiza estos dos objetivos, sobre todo teniendo en cuenta la tendencia de varias instituciones judiciales a boicotear la ley y dejar fuera a muchos independentistas", denunció en su comunicado el partido que lidera Carles Puigdemont. Junts aseguró que "todavía" está negociando con el PSOE y que lo hará "hasta el último momento" para introducir cambios que permitan cumplir estos objetivos", pero también avisó: "Si no se aceptan estos cambios, Junts no podrá votar a favor de la ley". El Pleno comienza a las 15.00 horas de este martes.

En concreto, Junts exige ampliar dos meses más el periodo que abarcará la amnistía –para que se aplique desde el 1 de noviembre de 2011–, además de garantizar que la ley se aplique de forma "inmediata" una vez aprobada por las Cortes Generales. Asimismo, Puigdemont insiste en ampliar los actos englobados en la norma, incluyendo los "atribuidos" en base a "operaciones policiales artificiosas orientadas a la criminalización de cargos públicos". Acotan que se han de amnistiar actos de "colaboradores" aunque no estén directamente "vinculados" al procés, así como delitos de traición y contra la paz o la independencia del Estado y relativos a la defensa nacional, una enmienda para tratar de blindarse aún más en casos como el de la conocida como trama rusa.

El PSOE se ha mostrado en los últimos días contrario a apoyar estas enmiendas, especialmente después de haber cedido ya la semana pasada en una materia tan sensible como el terrorismo para que el redactado de la ley permita amnistiar todas las causas relacionadas con el procés que se hayan abierto por este delito, a excepción de las que investiguen o juzguen delitos de sangre o torturas. No obstante, si los socialistas no ceden y Junts cumple su amenaza, la mayoría que apoya al Gobierno en el Congreso se resquebrajaría y no alcanzaría los 176 votos suficientes para que la proposición de ley de amnistía fuera aprobada en la Cámara Baja y enviada al Senado.

Un procedimiento complejo

Fuentes jurídicas del Congreso explican que habrá tres votaciones diferentes tras el debate que tendrá lugar este martes por la tarde. La primera de ellas será sobre las enmiendas de Junts y ERC. Después, se votará el texto completo de la ley de amnistía junto a las modificaciones que, en su caso, se hubieran aprobado en la votación anterior. Y, por último, se hará una votación de conjunto. Solo en esta última votación es necesario que el Gobierno reúna 176 apoyos o más, por el carácter orgánico de la ley de amnistía, aunque las fuentes jurídicas consultadas advierten de que para llegar a esa tercera votación, la proposición de ley tendría que conseguir superar la segunda de ellas, aunque sea por mayoría simple (más síes que noes).

Traducido al lenguaje común, eso significa que, incluso si el PSOE no asume las enmiendas de Junts, los independentistas catalanes tendrían que votar a favor del texto conjunto de la norma en la segunda de las votaciones de este martes para evitar derribarla por completo y finiquitar definitivamente la tramitación. Una vez lo hicieran, eso sí, podrían votar en contra en la tercera de las votaciones y, como no habría una mayoría absoluta del Congreso que apoyara el paso de la amnistía al Senado, el texto volvería a la comisión de Justicia de la cámara durante un plazo máximo de un mes, un paso contemplado reglamentariamente aunque con muy pocos precedentes. Esa nueva ventana de tiempo daría oxígeno a PSOE y Junts para seguir negociando.

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