El secretario general de Podemos en Castilla y León y diputado autonómico Pablo Fernández sustituirá a Lilith Verstrynge al frente de la Secretaría de Organización del partido. Fernández ha ejercido los últimos años como coportavoz de Podemos, y hace unos días se confirmó que concurrirá como número 3 de la lista del partido a las próximas elecciones europeas que encabezará Irene Montero.
Con su nombramiento, que será ratificado oficialmente este lunes por la tarde, Fernández escala en la estructura interna de Podemos y se sitúa en el número tres, tan solo por detrás de la secretaria general, Ione Belarra, y la secretaria política, Montero. El dirigente será el quinto secretario de Organización de Podemos en sus diez años de vida, tras Sergio Pascual, Pablo Echenique, Alberto Rodríguez y la recién dimitida Verstrynge. De ellos, tan solo Echenique —y, en principio, también Verstrynge, aunque no lo ha aclarado— mantiene su militancia en el partido morado.
El nombramiento de Fernández como nuevo número 3 de Podemos se produce después de la sorpresiva dimisión de Verstrynge el pasado viernes, cuando a través de un escueto mensaje en su cuenta de X —el antiguo Twitter— anunció que dejaba sus "responsabilidades políticas y también el acta de diputada". La dirigente no ofreció detalles sobre los motivos que la han empujado a tomar esta decisión, aunque pocos minutos después tanto Belarra como Montero deslizaron que la salida se debía a motivos de salud.
El propio Pablo Fernández compareció este lunes en la habitual rueda de prensa de Podemos de los lunes para comentar la actualidad política y, a preguntas de los periodistas, admitió que la cúpula morada no esperaba la salida repentina de Verstrynge y el abandono de todos sus cargos. "No esperábamos la salida de Lilith, nos cogió de improviso, y tiene que ser la propia Lilith la que tiene que dar explicaciones si lo desea", señaló Fernández, que agradeció "la labor" y "el esfuerzo" realizados por la anterior secretaria de Organización.
El dirigente, asimismo, aseguró que su prioridad para el desempeño de su nuevo cargo será "el fortalecimiento de Podemos en los territorios" y su "arraigo", precisamente uno de los muros contra los que se ha topado el partido morado durante su década de existencia. Fernández, además, será el máximo responsable de ratificar las negociaciones con otras formaciones políticas para conformar pactos de coalición, con las elecciones vascas y europeas en el horizonte. Sobre un futuro entendimiento con Sumar, que tendría que negociar él, Fernández se limitó a pedir tiempo para "ver cómo transcurren las cosas en los próximos meses".
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