La paz entre Israel y Palestina se ha convertido en una obsesión para Josep Borrell y en ese marco el Alto Representante ha puesto este lunes sobre la mesa un "plan integral" para que la UE impulse la solución de dos Estados. Así lo ha hecho en la cumbre de ministros de Exteriores que ha tenido lugar en Bruselas y en la que los 27 han acogido de buen grado la propuesta del jefe de la diplomacia europea. "La paz puede ser de muchas formas, vamos a hablar de lo que queremos hacer que es construir dos Estados. La forma en la que lo nombramos es importante", expuso el dirigente español, que volvió a recordarle a Israel que "no hay alternativa" a esta vía.
"No están de acuerdo, pero tenemos que discutir y veremos que otras soluciones tienen en mente: ¿expulsar a todos los palestinos?, ¿matarlos a todos?", sostuvo Borrell, entre polémica, a su llegada a la reunión. Lleva tiempo siendo esta la idea base de su discurso, y cada vez hay más voces que se mueven en este sentido en la Unión. "Creo que debemos parar de hablar del proceso de paz y empezar a hablar más concreto del proceso de dos Estados", reiteró el Alto Representante.
El plan, al que ha tenido acceso 20minutos, consta de un total de 12 puntos para alcanzar un objetivo que, según Borrell, la UE no ha sido capaz de llevar a los hechos. "La paz y estabilidad no se puede construir solo con medios militares", le recordó el dirigente a Israel, en un mensaje que ha repetido en las últimas horas. Eso sí, Borrell ha reconocido que Hamás ha sido un obstáculo y lo sigue siendo en muchos momentos, pero Israel no puede responder "sembrando el odio". Mientras, en la reunión también está presente el ministro de Exteriores israelí, Yisrael Katz, quien insistió en la necesidad de que el grupo terrorista libere a los rehenes, y mostró incluso la imagen de un bebé que se encuentra entre ellos.
En el documento se habla de la necesidad de "estabilidad" en la zona, con una iniciativa que permita una paz duradera entre Israel y Palestina. Además, avisa de que "cualquier mecanismo de gobernanza y seguridad que se establezca en Gaza o en cualquier otro lugar será percibido como una prolongación de la ocupación y una negación de los derechos palestinos, por lo que creará más riesgos para la seguridad". Por eso la UE no ve "otra solución" que no pase por un sistema de dos Estados, y llama a una conferencia de paz para conseguirlo -junto a otros socios de la región-, consciente como es Bruselas de que Tel Aviv no está por la labor en estos momentos.
"El Plan de Paz debe combinar y exponer de la forma más práctica posible los elementos centrales de una paz global palestino-israelí, respetando las Resoluciones pertinentes del CSNU. Debería inspirarse y basarse en la Iniciativa de Paz Árabe de 2002, las Conclusiones del Consejo de la Unión Europea, los acuerdos de normalización árabe-israelíes de 2020 y los resultados provisionales de anteriores negociaciones de paz dirigidas por Estados Unidos", añade el documento presentado por Borrell.
Con todo, la UE asume que mientras se desarrolla el Plan de Paz, "son necesarios esfuerzos paralelos para: ofrecer ayuda humanitaria, obtener la liberación de los rehenes, evitar una escalada regional; poner fin a la guerra actual; prever la recuperación y reconstrucción de Gaza y de las comunidades afectadas en el sur de Israel; estabilizar los territorios ocupados; reforzar la legitimidad democrática de la Autoridad Palestina y su capacidad para asumir sus funciones de gobierno en Gaza; preservar la solución de los dos Estados sobre el terreno; lograr una OLP y una AP más integradoras sobre la base de un compromiso con la solución de los dos Estados y la no violencia; reforzar la seguridad de israelíes, palestinos y sus vecinos; y comunicar la necesidad de una paz global". Estas cuestiones podrán incluirse en el orden del día de la Conferencia Preparatoria de Paz y en las reuniones con las partes en conflicto, concluyen.
En general, el plan de Borrell no deja de ser una quimera porque ni Hamás -apenas mencionado en el documento- reconoce el Estado de Israel, ni estos consideran que la solución de los dos Estados sea una posibilidad. El Alto Representante, eso sí, asume que la solución no llegará en el cortísimo plazo, pero quiere que el documento presentado a los socios comunitarios y a los aliados exteriores sirva como punto de partida para seguir trabajando.
En la rueda de prensa posterior a la reunión, Borrell aseguró que esta había sido "muy intensa", y avisó de que "más penalidades para la población de Gaza no van a significar más seguridad para Israel o una derrota de Hamás". Sobre esto, el Alto Representante insistió en el apoyo a Naciones Unidas en su trabajo con los refugiados, algo de lo que se desmarca desde hace tiempo Israel. Borrell, con todo, ve "imprescindible ahora que la ayuda humanitaria llegue rápido" a Palestina, porque este es "el aspecto más urgente".
Para el medio plazo es importante, dijo Borrell, que se trabaje precisamente en la conferencia de paz, porque si no se coge ese camino la espiral de violencia "se mantendrá". También han trabajado los 27 en las sanciones contra los colonos israelíes en Cisjordania, que está ahora mismo en el debate a nivel técnico. El jefe de la diplomacia europea espera que estas medidas puedan estar listas "lo antes posible".
En general, la UE asume que el proceso "será largo" y que ahora todas las propuestas para la paz "se están tanteando" con el objetivo de que todas ellas converjan en una sola. "La solución tiene que tener un fuerte apoyo", concluyó Borrell, que pide hablar "en serio" de un proceso de implementación de los dos Estados porque con "la paz" como elemento genérico "todo el mundo está de acuerdo".
Una posición muy similar a la de Borrell fue la defendida por casi todos los ministros, entre ellos el español, José Manuel Albares. "Es el momento de hablar de la materialización de los dos Estados y de la materialización de un Estado palestino", expuso, en un encuentro en el que los 27 tendrá contacto también con Palestina, Egipto, Jordania y Arabia Saudí. Y es que otra de las metas clave de la Unión pasa porque el conflicto -que ya ha dejado unas 24.000 víctimas mortales en la Franja de Gaza- no se extienda por la región.
Albares, eso sí, reconoce las complicaciones que podría traer una conversación de paz, pero no es pesimista. "Si ha sido acordado ya en tres ocasiones, ¿por qué no puede ponerse en marcha, por qué no puede implementarse?", se cuestionó. Después de la cumbre, ya descartó que España vaya a reconocer al Estado palestino de manera unilateral. "Lo que desearíamos es que lo que acordaran palestinos e israelíes fuera lo que España apoye y reconozca. Si no es el caso, estamos en diálogo con nuestros el resto de países de la UE, pero esperamos que el reconocimiento sea a través de la conferencia de paz", sostuvo.
Las críticas a Israel fueron constantes. El ministro de Exteriores jordano, Ayman al Safadi fue especialmente duro: "Israel dice no a la solución de dos Estados y desafía a toda la comunidad internacional. Es cuestión de tiempo que el mundo se ponga del lado de la paz y tome medidas contra la parte que está negando el derecho a vivir en paz y estabilidad a todos los ciudadanos de la región", sostuvo, pidiendo además que la UE juegue un papel clave para la paz en la región.
Esa paz necesita, sobre todo, que las partes acerquen posturas, y eso pasa por una Conferencia de Paz que es idea de España y que ahora Bélgica, que ostenta la presidencia de turno del Consejo de la UE, se ha ofrecido a organizar en el corto plazo. Así la expuso en la cumbre Hadja Lahbib, titular belga de Exteriores. "Esperamos poder organizar en Bruselas en un futuro no muy lejano una conferencia de paz que pueda relanzar realmente el diálogo político", resumió.
Un espacio para Ucrania
También tuvieron tiempo los ministros de Exteriores de la UE de tratar la situación con Ucrania, donde Borrell viajará a principios de febrero. "Hay que hacer más y más rápido", sostuvo el jefe de la diplomacia europea sobre el apoyo a Kiev en un momento, dice, en el que ese respaldo "no puede frenarse". Confía además en que se aprueben los 50.000 millones de euros que ahora mismo mantiene bloqueados el Gobierno húngaro. En este sentido, habrá también una revisión del Mecanismo Europeo para la Paz, que vehicula estas ayudas con el objetivo de hacerlo más ágil.
Comentarios