Meloni y Von der Leyen, ¿una 'amistad' que prepara el terreno para una alianza en la derecha tras las europeas?

Meloni y Von der Leyen, en Roma.
Meloni y Von der Leyen, en Roma.
CARLO LANNUTTI
Meloni y Von der Leyen, en Roma.

La política europea forja amistades que no por lógicas dejan de ser sorprendentes. Cuando Giorgia Meloni ganó las elecciones italianas una de las reacciones más rotundas vino desde Ursula von der Leyen. La presidenta de la Comisión Europea avisó entonces que si el nuevo Gobierno -euroescéptico desde la base- iba en contra de la normativa europea en algún sentido a Bruselas no le iba a temblar el pulso a la hora de "tomar medidas". Roma reaccionó afeando este movimiento, y parecía que la cosa no iba a ir a mejor. Pero ha ido, y ahora Von der Leyen y Meloni han construido un vínculo que parece ir más allá de lo político.

Desde que la líder de Fratelli D'Italia llegó al poder, ella y la dirigente alemana se han visto en casi media docena de ocasiones, cumbres europeas aparte, y hasta han compartido partes importantes de discurso por ejemplo en el tema migratorio. Ese giro se le ha afeado de hecho a Von der Leyen al considerar algunas voces que se estaba acercando a las tesis de la derecha radical. Por ejemplo, una de las visitas de la germana a Italia se dio en la isla de Lampedusa, semanas antes de que se aprobase el pacto migratorio a nivel europeo.

"Estos viajes y estos mensajes entran dentro de las atribuciones de la presidenta de la Comisión", se limitan a comentar las fuentes comunitarias consultadas por 20minutos. El último desplazamiento se dio precisamente esta semana, con una visita a la zona del país transalpino que sufrió unas importantes inundaciones hace ocho meses. "Von der Leyen que había estado en esta zona unos días después de la inundación y había asumido responsabilidades y compromisos para dar respuestas también desde un punto de vista europeo, regresa a Forli", sostuvo Meloni.

"Y esas respuestas llegaron especialmente con este revisión de los fondos europeos que permiten invertir 1.200 millones en proyectos hídricos e infraestructuras", añadió, mientras la presidenta de la Comisión celebró las herramientas "de solidaridad" con las que cuenta la UE para situaciones como estas. "Debemos afrontar el cambio cambio climático para salvaguardar también nuestras economías", aseguró la líder del Ejecutivo comunitario, en un mensaje que, eso sí, podría contrastar con el discurso de Fratelli, una formación más escéptica en lo que se refiere al calentamiento global y sus efectos.

No obstante, en este vínculo Von der Leyen-Meloni también influye la imagen de cierta moderación que está tratando de mostrar (al menos) a escala europea la primera ministra italiana. La imagen que había trasladado hasta su amplia victoria electoral era la de una líder euroescéptica, muy dura con la UE e incluso ant- en muchos temas. Parecía que iba a llegar a Bruselas como una especie de terremoto, forjando alianzas con otros líderes del estilo como el primer ministro húngaro, Viktor Orbán. 

En cambio, se ha vuelto algo más pragmática y ha sido capaz de ir por dos vías: la primera, desde un perfil atlantista, Meloni a acompañado la deriva de la UE con el apoyo a Ucrania, trabajando en un 'frente' con Polonia en este sentido; esto ha convertido a Italia en un socio clave dentro del bloque, y le ha dado margen para liderar el debate que era clave para Fratelli, como es la migración. En este sentido, los más críticos con el pacto migratorio -sobre todo las ONG- consideran que el acuerdo incluye buena parte de los reclamos de la derecha radical; es el caso de agilizar los procesos de devolución, ser selectivos con el asilo o el desembolso de ayudas si un país miembro no quiere acoger a una cuota determinada de personas.

Ahora, la pregunta es: ¿prepara esta amistad el terreno para las elecciones europeas de junio? Ahora mismo hay una división en el Partido Popular Europeo (PPE) en la que Meloni, líder de ECR (el grupo que suma a los euroescépticos digamos moderados ahora), es paradójicamente una pieza importante. En un lado está la propia Von der Leyen, más centrista y no tan 'amiga' de los pactos con la derecha radical; en el otro, Manfred Weber, líder del PPE en la Eurocámara y que ve con buenos ojos el pacto poselectoral con el grupo de Meloni. Ahora, todo podría confluir si Von der Leyen y la premier italiana mantienen el buen contacto. Un apoyo de Roma sería decisivo precisamente para que la alemana siguiera al frente de la Comisión Europea, pero eso a la vez podría afectar a los equilibrios en el Parlamento Europeo.

Con todo, los próximos meses van a ser decisivos para ver cómo pueden cambiar las dinámicas en la UE. Entre el 6 y el 9 de junio (dependiendo del país) se celebrarán las que serán las elecciones europeas más importantes de la historia reciente, y que además podrían provocar una especie de terremoto político. ¿Por qué? Porque es muy complicado saber qué va a pasar. Los sondeos, de momento, no son muy fiables, pero se pueden dar tres escenarios: el primero, que se mantenga la mayoría centrista, formada por populares, socialdemócratas y liberales; el segundo, con un Parlamento Europeo muy escorado hacia los extremos; y el tercero, con nuevas alianzas. De un lado estarían el PPE y ECR, y del otro S&D, Renew e incluso los Verdes.

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