Informes de dos universidades gallegas apuntan que los pellets del vertido son "poco tóxicos" y "poco solubles"

Pellets de plástico en la playa de Sabón, a 9 de enero de 2024, en A Coruña, Galicia (España).
Pellets de plástico en la playa de Sabón,  A Coruña, Galicia (España).
Gustavo de la Paz 
Pellets de plástico en la playa de Sabón, a 9 de enero de 2024, en A Coruña, Galicia (España).

Informes realizados por la Universidade de A Coruña (UDC) y la Universidade de Vigo (UVigo) confirman que los pellets que llegan a las playas gallegas tras el vertido del buque 'Toconao' son polietileno "poco tóxico" con aditivos "poco solubles".

La vicepresidenta segunda y conselleira de Medio Ambiente, Territorio e Vivenda, Ángeles Vázquez, declaraba este martes que pondría el material a disposición de las universidades que así lo solicitasen para su correspondiente análisis.

Sin embargo, esta semana la Universidade de Santiago de Compostela no tenía constancia de que se recibiese ningún tipo de información relativa a los pellets para llevar a cabo las pruebas. Por su parte, la Universidad de de Vigo sí hizo un primer análisis, aunque en base al informe publicado por la Xunta de Galicia el 9 de enero.

En concreto, el grupo Ecotox, dependiente del centro universitario, es el encargado de estas labores y espera poder hacer un análisis directo de la composición de los pellets.

Precisamente este martes publicaban una valoración de la composición, "ciñéndose y basándose en la composición que la Xunta indicaba que tenían los microplásticos y que se recoge en el citado informe".

Detallan que su matriz es el polímero más común, el polietileno, "completamente inofensivo", pero con entre un 10% y un 13% de un aditivo químico utilizado como estabilizador de luz ultravioleta.

Este aditivo denominado UV622 (número CAS 65447-77-0)m es a su vez un polímero no biodegradable con dos componentes, ácido succínico, un ácido orgánico sin problemas toxicológicos, y una sustancia sintética de la familia de las aminas aromáticas que le confiere su carácter antioxidante (número CAS 52722-86-8).

Esta sustancia está clasificada por la Agencia Europea de Sustancias Químicas como una sustancia con toxicidad crónica ("es decir, sólo sería tóxica en una exposición prolongada, lo que no ocurre con tareas específicas de limpieza"), e irritante para los ojos ("por lo que se debe tomar esta precaución en las actividades de limpieza").

Según este mismo expediente, su toxicidad para la Daphnia (un invertebrado acuático que se utiliza como modelo para evaluar la toxicidad de una sustancia) tendría una CE50 (concentración que provoca el 50% de mortalidad) de 160 mg/L, "lo que la categorizaría como poco tóxico".

La ficha técnica de seguridad de UV622 muestra una toxicidad para Daphnia de EC50=25 mg/L, lo que a diferencia de la anterior lo clasificaría en un nivel medio de toxicidad acuática. "En cualquier caso, no se espera que se alcancen estos niveles en costas abiertas", insisten.

"Ninguno de los documentos anteriores proporciona información experimental sobre la toxicidad en organismos marinos. Actualmente el grupo Ecotox está realizando pruebas de toxicidad con modelos representativos de fitoplancton y zooplancton para cubrir este vacío", informan.

Ayuntamientos como los de A Coruña y Vigo habían avanzado que también pedirían sus propios informes de toxicidad, pero todavía no se han concretado actuaciones.

Informe UDC

Asimismo, la Universidade de A Coruña (UDC) ha hecho público el informe científico técnico de caracterización química de pellets recogidos en la playa de Nemiña, en Muxía.

En este caso, los análisis realizados han identificado polietileno y el aditivo encontrado en mayor proporción es el conocido comercialmente como 'Tinuvin 622'.

Tal y como detalla la UDC en su informe, este aditivo se emplea como fotoestabilizador de base amina en la fabricación de plásticos. Su solubilidad en agua es baja o "poco soluble".

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