Este jueves a última hora, Estados Unidos (EEUU) y Reino Unido han bombardeado al menos seis provincias de Yemen controladas por los rebeldes hutíes. El objetivo de la ofensiva era claro: frenar los diferentes ataques contra embarcaciones del mar Rojo que comenzó el grupo rebelde a partir del pasado mes de noviembre. Para ello, ambas naciones han utilizado gran cantidad de armamento dirigido a objetivos concretos para desarbolar al grupo insurgente.
La contienda es una señal de la creciente alarma internacional sobre una de las vías fluviales y de comercio más importantes del mundo. Durante las últimas semanas, las tropas de Biden se habían mantenido al margen del conflicto por el riesgo a una escalada de ataques.
Sin embargo, los ataques de los rebeldes yemeníes contra el transporte marítimo han supuesto un punto de inflexión que ha provocado la reacción de EEUU y Reino Unido. Ambos aliados, además, han recibido el apoyo de Países Bajos, que ha confirmado la participación de uno de sus mandos militares en la operación. Conjuntamente, Australia, Bahréin y Canadá también han secundado el operativo.
¿Qué objetivos tenían?
Las fuerzas de ambas naciones han llevado a cabo así ataques deliberados "contra más de 60 objetivos en 16 ubicaciones de militantes hutíes respaldados por Irán. Estos incluyen incluidos nodos de comando y control, depósitos de municiones, sistemas de lanzamiento, instalaciones de producción y sistemas de radar de defensa aérea", asegura un comunicado del Teniente General Alex Grynkewich, Comandante Central de las Fuerzas US Air.
Como consecuencia, el porcentaje de los activos hutíes destruidos ha sido "significativo", relata un alto oficial militar, aunque no ha podido precisar datos ni números exactos, según recoge CNN. De igual manera, también detalló que en ningún momento trataron de atacar "centros de población civil. Íbamos detrás de lugares muy específicos", concluyó.
A pesar de la información revelada por las autoridades estadounidenses, los hutíes han asegurado que al menos cinco de sus combatientes han muerto y otros seis han resultado heridos en un total de 73 bombardeos.
Armamento utilizado
La ofensiva de estas dos naciones fue llevada a cabo mediante aviones de combate y misiles Tomahawk. Además, más de una decena de objetivos insurgentes fueron atacados con misiles disparados desde plataformas aéreas, un ataque estratégico debido a su gran capacidad para alcanzar los objetivos propuestos por los departamentos de inteligencia de los dos aliados.
El resto de armamento utilizado también incluía otros sistemas de radares, lanzamiento de distintos tipos de drones, misiles balísticos y misiles de crucero. Esta fuerza fue complementada por el famoso USS Florida, un submarino dotado de misiles guiados que cruzó el mar Rojo el pasado 23 de noviembre, según confirmó un funcionario estadounidense recogido por el citado medio.
Por parte de Reino Unido, también han participado cuatro aviones de combate Typhoon FGR4 de la Real Fuerza Aérea británica (RAF) acompañados, además, de un avión cisterna de reabastecimiento de combustible Voyager. También se utilizaron bombas guiadas Paveway IV para llevar a cabo ataques precisos contra las mencionadas instalaciones hutíes, confirma el Gobierno británico en su página web oficial.
Puntos clave alcanzados
Entre los puntos clave alcanzados por este ataque coordinado se encuentra Bani Saba, una ciudad al norte de Yemen, un lugar utilizado estratégicamente para lanzar drones de reconocimiento y ataque.
El Ejecutivo británico confirma también que sus aeronaves alcanzaron el aeródromo de Abbs, un sitio clave para el lanzamiento de misiles de crucero y drones sobre el enclave marítimo.
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