Los cambios en la EMT y la extensión del tranvía, claves de la movilidad en Valencia para 2024

  • El relevo de Gobierno local y en la Generalitat abre una nueva etapa para el diseño del transporte urbano.
  • Catalá ha descartado las supermanzanas y llevará la zona de bajas emisiones al APR de Ciutat Vella Nord.
Usuarios de la EMT acceden al bus en una de las nuevas paradas de la plaza del Ayuntamiento.
Usuarios de la EMT acceden al bus en una de las nuevas paradas de la plaza del Ayuntamiento.
AYTO. VLC
Usuarios de la EMT acceden al bus en una de las nuevas paradas de la plaza del Ayuntamiento.

La ciudad de Valencia encara el año 2024 con grandes retos en el ámbito de la movilidad. El cambio de gobierno en las administraciones local y autonómica, que tienen las competencias en esta materia, ha provocado un golpe de timón en las políticas de los últimos años. Uno de los ejemplos más visibles ha sido la vuelta de siete líneas de la Empresa Municipal de Transportes (EMT) al centro, aunque el rediseño de la calle Colón, el fin de las supermanzanas y la implantación de la zona de bajas emisiones en el APR de Ciutat Vella también obedecen a la nueva estrategia de la alcaldesa María José Catalá

A este nuevo modelo hay que sumar los proyectos en marcha, como las tres nuevas líneas de tranvía de Metrovalencia (prolongación de la L10, L11 y L12), el avance de las obras del soterramiento de las vías de Adif en el canal de acceso y las reivindicaciones, entre las que destacan el Corredor Mediterráneo, el túnel pasante y el soterramiento de Serrería.

Cambios en la EMT

El nuevo año tendrá que consolidar, una vez pasadas las fiestas navideñas y los cortes que comportan en el centro, el rediseño de la EMT en el entorno de la plaza del Ayuntamiento. El reto para la empresa pública de autobuses es mantener, o incluso mejorar, las frecuencias con la nueva red, y no saturar vías emblemáticas como las calles de la Paz y, sobre todo, San Vicente, en el tramo que une dos plazas peatonalizadas como las de la Reina y el Ayuntamiento. Además, en el horizonte tiene la incorporación de más personal de conducción y seguir con la renovación de la flota de vehículos.

Movilidad en el centro

La modificación de la planta viaria de la calle Colón es el otro gran cambio con el que la ciudad de Valencia comenzará el nuevo año. El aumento de uno a dos carriles para coches en detrimento de un carril EMT-taxi y la reapertura al tráfico privado desde el acceso por la Porta de la Mar suponen una vuelta a la situación anterior a 2020 que amplía el margen que los coches tienen para circular por una de las principales arterias de la ciudad.

Peatonalizaciones

El modelo del nuevo Gobierno municipal de PP y Vox tiene una de sus grandes diferencias en los proyectos de peatonalización. Frente a las supermanzanas, descartadas por Catalá, y el urbanismo táctico, el Ejecutivo actual apuesta por intervenciones definitivas que combinen el diseño urbanístico con la funcionalidad. Por este motivo ha decidido reevaluar la intervención de la plaza del Ayuntamiento para apostar por un entorno más monumental frente a la concepción del proyecto ganador del concurso de ideas, más próxima a la de un parque.

Proyectos de Metrovalencia

El crecimiento de la red tranviaria de Metrovalencia es una de las grandes claves de la movilidad en Valencia para el año nuevo. Está vinculada, principalmente, a la L10, tanto por su extremo norte, con el túnel peatonal entre Alacant y Xàtiva y su posible compatibilidad para ampliar la línea hacia el centro histórico, como por el sur, con el desdoblamiento de tres ramales: uno hacia el Grau por Nazaret (L10), otro hacia el mismo destino, pero desde la Ciudad de las Ciencias hacia la calle Menorca (L11) y un último hacia La Fe desde la rampa de Amado Granell por Hermanos Maristas hacia Malilla (L12).

Movilidad metropolitana

Los accesos a la ciudad siguen siendo uno de los puntos negros de la movilidad metropolitana. La falta de oferta o de calidad en el servicio de transporte público en algunas poblaciones sigue impulsando el vehículo privado, lo que colapsa a diario los accesos a la capital con decenas de miles de coches, así como la V-30 y el by-pass. Precisamente, el Ministerio de Transportes aprobó a principios de diciembre el trazado para la mejora del by-pass de Valencia de la autovía A-7, en el tramo entre la CV-35 y la V-30, por 128 millones de euros.

Zona de Bajas Emisiones

La incógnita sobre la primera zona de bajas emisiones se desveló a mediados de este mes con la aprobación de su desarrollo en el Área de Prioridad Residencial (APR) de Ciutat Vella Nord. El Ayuntamiento entiende que, con esta propuesta cumple con la ley a la vez que seguirá trabajando en una ordenanza definitiva que incluirá más medidas para las que ya ha recibido fondos europeos, aunque estas «no supongan restricciones relevantes».

Soterramiento de las vías

El próximo mes de marzo, las obras del soterramiento del canal de acceso ferroviario a Valencia cumplirán un año. Junto a la ampliación norte del puerto, es la mayor inversión en la ciudad en décadas, con más de 500 millones de euros, y permitirá potenciar los Cercanías y la alta velocidad, y coser los barrios del sur.

Reivindicaciones

La ciudad seguirá reclamando al Gobierno el soterramiento de las vías de Serrería, el túnel pasante hacia la salida norte, cuyos primeros trámites están en marcha, y la conclusión del Corredor Mediterráneo.

Cercanías, la asignatura pendiente

Las supresiones de trenes y los retrasos «casi a diario» siguen siendo la asignatura pendiente de los Cercanías de Renfe en el núcleo de Valencia, un medio de transporte clave para el área metropolitana. Como publicó 20minutos, la falta de inversión, mantenimiento y maquinistas, así como las obras en la vía, afectan a todas las líneas. Renfe admite un 1,5% de trenes cancelados, aunque sostiene que las incidencias son "puntuales" y apunta a la compra de unidades.

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