La Agencia Española de Protección de Datos (AEPD) ha presentado este jueves una primera propuesta para verificar la edad de forma efectiva a la hora de acceder a las redes sociales o a ciertas páginas web con contenidos para adultos. Se trata de una herramienta pionera en este ámbito, que se pondrá a disposición de las empresas tecnológicas y los navegadores online para que cumplan con la ley que obliga a contar con este tipo de mecanismos. "Hoy presentamos un proyecto de país comprometido con los derechos internacionales y la protección a la infancia", ha celebrado la directora de la AEPD, Mar España.
El sistema planteado soluciona uno de los escollos que hasta ahora complicaban la elaboración de este tipo de herramientas de verificación de la edad: el derecho a la protección de la intimidad y los datos de los usuarios. Las empresas tecnológicas o plataformas no recibirán información sobre la edad del usuario que está intentando acceder, sino que simplemente pedirán una garantía de que este es adulto.
De ahí el nuevo concepto acuñado por la Agencia de "persona autorizada a acceder", que será el único atributo requerido para que se acepte o deniegue la entrada a una red social, videojuego o cualquier web con contenido violento, pornográfico o de apuestas. Es decir, no consistirá tanto en vetar el acceso a los menores de 18 años —o a los menores de 14, en el caso de las redes sociales—, sino en permitir solo el de los mayores de edad.
Disponible antes de verano
El aval correrá a cargo de la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre (FNMT), que es quien trasladará a la plataforma en cuestión si esa persona está autorizada para acceder a una web en la que sea exigible una edad determinada. Lo hará sin detallar ningún otro dato ni la edad concreta del usuario. La única información será: apto o no apto para acceder.
Todavía queda por definir el mecanismo con el que los usuarios validarán la edad —si será mediante un QR, un certificado individual, o una app móvil, por ejemplo—, que es en lo que va a trabajar la FNMT en los próximos meses, con la mirada puesta en tener una herramienta disponible antes del verano de 2024. "El objetivo es que sea lo más sencillo posible", ha explicado la directora general de la FNMT, Isabel Valldecabres.
En paralelo, la AEPD va a ir reuniéndose con la industria (Google, Meta, TikTok o la Asociación Española de Videojuegos son los próximos convocados), a quienes trasladará su propuesta y la necesidad de implantar sistemas efectivos de verificación de la edad. Mientras tanto, la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) ya ha abierto una consulta pública dirigida a los distintos agentes implicados para conseguir la mejor fórmula y detallar un listado de los criterios mínimos que tendrán que cumplir, ya no solo esta herramienta de la AEPD, sino cualquiera que cumpla la misma función.
Un paso adelante para evitar "efectos irreversibles"
"Esta iniciativa supone un paso adelante importante hacia una sociedad digital que garantice y proteja a la ciudadanía, y especialmente a la infancia", ha destacado Mar España, quien ve en esta iniciativa un primer paso para evitar "efectos irreversibles" en niños y adolescentes que acceden a ciertos contenidos a edades muy pequeñas. "Hemos regulado con efectividad la industria del tabaco y el alcohol para evitar su consumo precoz por los menores (...) pero, en Internet y el uso del móvil y las redes sociales, nos queda todavía mucho por hacer", ha aseverado.
La propuesta se plantea, además, apenas un día después de que la ministra de Educación, Pilar Alegría, anunciase la intención del Gobierno de prohibir los teléfonos móviles en los centros de Primaria y ESO durante el horario lectivo. "Es otro avance, pero necesitamos más. Nuestros menores y adolescentes no tienen el lujo de esperar hasta que sepamos las huellas del abuso en ellos. Confío en que podamos trabajar en esta legislatura en una ley integral de protección, infancia y adolescencia en el mundo digital", ha valorado.
Hacer cumplir lo que ya es obligatorio
"Hemos de dar un paso adelante para hacer cumplir lo que ya ahora mismo es obligatorio legalmente, tanto a nivel nacional como a nivel europeo", ha recordado la directora de la Agencia. Según ha detallado Valldecabres, esta es una herramienta que desarrollan "para ayudar compañías que ofrecen servicios a que puedan verificar que cumplen el requisito". Lo que sucede es que los sistemas de verificación de edad que existen ahora son insuficientes e ineficaces para vetar el acceso de los menores de edad a contenidos problemáticos. "Ninguna de las empresas investigadas con sede en España cumplía los requisitos", ha señalado Mar España.
Todo ello pese a que hay, por lo menos, tres normas que regulan de alguna u otra forma este asunto: la ley de comunicación audiovisual (aprobada en 2022 por las Cortes); el reglamento de protección de datos de la Unión Europea (UE) de 2018; y la Ley de Servicios Digitales de la UE que entrará completamente en vigor en unos meses, en febrero de 2024. Las multas a las que se enfrentan las tecnológicas por incumplir las normas establecidas en el reglamento europeo —entre ellas, la garantía de la verificación de la edad— dependerán del volumen de negocios anual de las empresas, y podrán ser sancionadas con entre el 2 y el 4% de su facturación anual.
"No es más que hacerles cumplir la ley y darles herramientas para ello", ha defendido Valldecabres, quien insiste en que con este nuevo sistema, ya no hay "ninguna excusa para que les podamos obligar a que implementen las medidas de protección de menores a contenidos inadecuados". El problema es que el uso de esta nueva herramienta será voluntario para las empresas. Nada garantiza que una tecnológica acceda a incorporar este sistema de acceso en sus plataformas, vistos los antecedentes en este sentido. Muchas veces prefieren pagar la multa que vetar a usuarios.
El punto de inflexión, según defiende la Agencia, se da ahora porque el lanzamiento de esta herramienta demuestra que sí que se puede verificar la edad sin vulnerar el derecho a la intimidad, que era la principal razón que alegaban las empresas para tener sistemas menos restrictivos (normalmente basta con indicar en una casilla que uno es mayor de edad). Habiendo demostrado que es posible la puesta en marcha de una herramienta así de efectiva, la persecución de aquellas empresas que no cumplan con los criterios mínimos será mucho más estricta.
Habrá que abordar, en un futuro, otros puntos débiles como la posible suplantación voluntaria de la identidad (que un menor le pida a un conocido mayor de edad que le preste su identificación); o el acceso a estos contenidos en viajes fuera de la UE.
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