El mercado inmobiliario se mantiene en negativo, aunque la evolución de la compraventa de pisos alumbró una tenue luz en el mes de octubre. Según el avance de la Estadística Registral Inmobiliaria adelantado este lunes por el Colegio de Registradores, la adquisición de viviendas ralentizó su derrumbe en el décimo mes de 2023, abriendo así la puerta a un posible cambio de tendencia en el comportamiento del mercado inmobiliario. También el hundimiento en la firma de hipotecas se moderó, aunque lo hizo de forma mucho más tímida, en un contexto marcado por el cese en las subidas de los tipos de interés por parte del Banco Central Europeo (BCE) y en la escalada del euríbor.
Los datos provisionales del Colegio de Registradores apuntan a que en el mes de octubre se vendieron un total de 44.454 viviendas, un 11,4% menos que en el mismo periodo de 2022, cuando el volumen de operaciones de compraventa llegó a los 50.151 pisos. Pese al descenso en términos interanuales, la cifra supone una ralentización en el ritmo de caída de las adquisición de vivienda, después de que agosto y septiembre anotaran bajadas del 14,9% y 24,3% respectivamente. De hecho, la de septiembre fue la bajada interanual más profunda en tres años.
De este modo, pese a continuar en terreno negativo, la compraventa de viviendas se recupera tras cuatro meses ahondando en la brecha con respecto al volumen de ventas de 2022, registrando un descenso interanual casi trece puntos inferior al de septiembre. Habrá que esperar para ver si este comportamiento es coyuntural o si la recta final del año inicia un cambio de tendencia en el mercado inmobiliario, aunque por el momento los precio no dan señales de bajadas a corto plazo. De hecho, según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), el precio de la vivienda acentuó su subida en el tercer trimestre, elevándose un 4,5% con respecto a 2022.
Los descensos en la compraventa de vivienda siguen siendo generalizados en prácticamente todo el país, con la excepción de cinco regiones. En concreto, las comunidades que anotaron en octubre las bajadas más acusadas fueron Baleares y Cantabria, con mermas del 19,8% y el 25,4% en el volumen de operaciones, así como Melilla (-28,8%). En el extremo opuesto, en Navarra y Asturias la adquisición de pisos creció un 10,8% y un 7,5% en comparación con los datos de hace un año, mientras que en Murcia y Castilla-La Mancha el incremento fue del 3,6% y del 3,1% respectivamente.
Mientras la compra de pisos atenuó su derrumbe, la firma de hipotecas sobre viviendas mostró un comportamiento más moderado. Según los datos provisionales difundidos este lunes por el Colegio de Registradores, en octubre se concedieron un total de 30.850 préstamos para financiar la adquisición de viviendas, un volumen un 22,4% inferior a los 39.743 suscritos en el mismo mes de 2022. De este modo, la caída en la firma de hipotecas se redujo cinco puntos con respecto al descenso del 27,4% anotado en septiembre, cuando apenas se suscribieron 30.850 préstamos, aunque se mantuvo en el entorno del 20% en el que ha oscilado en el último medio año.
Octubre fue precisamente el mes en el que el Banco Central Europeo (BCE) levantó el pie del acelerador tras diez alzas consecutivas en los tipos de interés. La institución presidida por Christine Lagarde, que se reunirá de nuevo este jueves, dejó el tipo oficial en el 4,5%, una cota sin precedentes desde la entrada en circulación del euro, en su objetivo de endurecer la política monetaria para domar los precios en la eurozona y devolver la inflación a la senda del 2%.
A la par, el euríbor, que es el índice de referencia para calcular los intereses de la inmensa mayoría de hipotecas variables en España, también ha emprendido su particular desescalada. El indicador cerró octubre en una media del 4,16%, un umbral en torno al cual llevaba estancado desde mediados de año. Tras ese anquilosamiento, el euríbor cayó hasta el 4,02% en noviembre, experimentando su mayor descenso mensual en tres años. Aunque por el momento la caída en la firma de hipotecas sigue en dos dígitos, es de esperar que tanto el frenazo del BCE como el del euríbor insuflen oxígeno al mercado hipotecario.
La bajada en la firma de créditos para la compra de viviendas afectó en octubre a quince comunidades autónomas. En concreto, la concesión de préstamos se redujo un 41% en Asturias y Aragón, que fueron las regiones más perjudicadas. Les siguieron Baleares y Cantabria, con bajadas interanuales del 39,8% y 38,4% respectivamente. En cambio, en Castilla-La Mancha y Canarias la firma de hipotecas creció un 4,4% y 3,5% respectivamente, ya que fueron las dos únicas comunidades que mejoraron sus cifras con respecto al volumen de firmas de hace un año.
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