El difícil camino a tener vivienda en España: los menores de 35 años con casa propia pasan del 70% al 36% en los últimos veinte años

Gráficos sobre la propiedad de vivienda
Gráficos sobre la propiedad de vivienda
Carlos Gámez
Gráficos sobre la propiedad de vivienda

La configuración y el comportamiento financiero de los hogares españoles ha cambiado "drásticamente" en los últimos 20 años: las crisis, tanto económicas como derivadas del impacto de ciertos fenómenos globales, junto a la evolución social y demográfica, entre otros, han provocado en una disminución en la capacidad de ahorro y una mayor brecha generacional de renta y riqueza.

Así lo pone de manifiesto el informe 'Finanzas de los hogares 2000 - 2022' elaborado y presentado este martes por la Fundación Afi Emilio Ontiveros, donde sus autores han destacado cómo ha variado la conducta financiera de los hogares españoles con los años y en comparación con otros países europeos.

Los hogares españoles ahorran menos y de forma más volátil que los europeos, tienen menor renta y, sin embargo, la riqueza acumulada es "relativamente" superior que la de los países vecinos. Este hecho se debe, según el informe, sobre todo a la revalorización inmobiliaria, el cual es el activo preferido para canalizar el ahorro en España y cuya propiedad se ha concentrado en hogares de mayor edad.

"Desde el inicio de siglo los hogares han cambiado drásticamente", ha señalado Daniel Manzano, patrono de la Fundación y uno de los autores del estudio. Y es que, ahora, los hogares son más pequeños y más viejos, siendo esta una consecuencia derivada del hecho de que los jóvenes "ya no forman familias ni tienen vivienda".

En efecto, los jóvenes han reducido a la mitad su propensión a adquirir una vivienda: "Los menores de 35 años ya no ahorran a través de activos inmobiliarios. El porcentaje de jóvenes con vivienda en propiedad en el año 2000 era casi del 70%, mientras que en el 2020 fue del 36%", ha explicado Marina García, colaboradora del estudio. 

Este descenso tan pronunciado se explica, según los autores, porque "los jóvenes han sufrido una notable caída de su renta real". "Hay un factor de mala suerte para esta generación: se han incorporado al mercado del trabajo en el peor momento, también en términos de precariedad, flexibilidad, precios de alquiler, y con varias crisis de por medio", ha incidido Manzano.

"Actualmente, la adquisición de vivienda es menos accesible y menos atractiva para los jóvenes"

Y es que, cuando deciden o consiguen independizarse, reciben menor renta que los que se emancipaban a principios de siglo, no pudiendo acceder a una vivienda propia. "Esto no es un conflicto generacional, el principal problema es que la renta no da. Si la renta per cápita hubiera crecido, probablemente los jóvenes estarían mejor y la brecha sería menor", ha puntualizado Daniel Manzano.

La situación de las generaciones más jóvenes contrasta con la de los mayores de 65 años, quienes a lo largo de estas dos décadas han visto mejorado su nivel de riqueza acumulada en términos reales debido a la revalorización inmobiliaria, así como con el mayor deterioro que  también han sufrido los jóvenes en términos de renta.

En este sentido, "ningún hogar ha recuperado en 2020 los niveles de renta de 2001, excepto los de mayores de 65 años", que no sufrieron caídas con la crisis de 2008, ha añadido Marina Asensio, otra de las colaboradoras del informe. Es más, la renta de los hogares con cabeza de familia mayor de 65 años ha mejorado debido a las políticas de las pensiones.

Desplazamiento hacia el alquiler

Los hogares españoles han definido tradicionalmente una clara preferencia hacia la propiedad frente al alquiler, si bien en los años recientes esta última forma de acceso está creciendo de forma significativa. Aún así, entre los grandes países europeos, España sigue presentando una de las tasas de vivienda en propiedad más elevada.

Ahora bien, esta afirmación no quita que se haya generado un gran desplazamiento hacia el alquiler, concentrado en los más jóvenes, así como a la cesión de vivienda por parte de familiares. "Actualmente, la adquisición de vivienda es menos accesible y menos atractiva para los jóvenes", ha sostenido Ángel Berges, presidente de la Fundación.

El alquiler va ganando peso de forma continuada, pues el porcentaje de hogares residentes en vivienda alquilada se ha duplicado en el conjunto del periodo desde el 10% al 20%, porcentaje en todo caso muy inferior al vigente en los principales países europeos. La menor estabilidad laboral de los jóvenes y su mayor movilidad geográfica son algunos factores que explican este cambio de tendencia.

Asimismo, en términos puramente financieros, el encarecimiento de la vivienda en relación con la capacidad adquisitiva los más jóvenes, así como la necesidad de acumular un mayor ahorro previo, también actúan como "claro lastre a la adquisición de vivienda", según refleja el informe: "El número de salarios anuales que se necesitan actualmente para adquirir una vivienda es claramente superior". 

Todo ello ha provocado un cambio sustancial en las dos últimas décadas: el peso de los hogares sin vivienda principal en propiedad ha escalado desde el 19,3% al 26,1%, lo que pone de manifiesto las dificultades de los nuevos hogares (jóvenes o de primera generación) para acceder a la compra de un inmueble. 

Con todo, la disposición aún de vivienda principal en propiedad por parte del 73,9% de los hogares españoles continúa siendo un porcentaje alto en comparación con otros países europeos. Pero, ¿quiénes son los hogares españoles con vivienda principal en propiedad? Principalmente, hogares cuyo cabeza de familia es mayor de 55 años. 

Mayor riqueza gracias a la revalorización de inmuebles

Además de la diferencia en la propiedad, en los últimos años también se ha producido una ampliación de la brecha generacional. Los tramos de edad superiores a 65 años son los que han mejorado con claridad su nivel de riqueza en términos reales a lo largo de estas dos décadas, mientras que los hogares jóvenes han sufrido una caída más intensa. 

Esto estaría relacionado, según el estudio, con el efecto revalorización de las propiedades, muy vinculado a la riqueza inmobiliaria acumulada por la generación de más edad, y por el deterioro en la renta de los jóvenes.  Un mayor nivel de renta, y por tanto de capacidad de ahorro, permite una mayor acumulación de riqueza.

En este sentido, España es el país en el que más ha aumentado la riqueza (ahorro acumulado) de los hogares durante el conjunto de las dos décadas (215%); muy por encima de la media de la eurozona (145%). "Las tres cuartas partes del aumento de riqueza de los hogares españoles viene por la revalorización de los activos inmobiliarios", explican los autores del estudio.

Aunque pueda ser contradictorio, los datos del informe muestran que el descenso en niveles de renta y ahorro de los hogares españoles en los últimos años no son un obstáculo para que dispongan de un cierto nivel de riqueza, el cual que se constituye por los cambios de valor de los activos, sobre todo de patrimonio inmobiliario.

Por otro lado, se ha incrementado la concentración de riqueza: el 1% de hogares más ricos detentaba el 13,8% de la riqueza en 2002, mientras que alcanzaba el 22% en 2020. Por su parte, el 10% con rentas más elevadas habría pasado de acaparar el 43,9% del total de la riqueza de los hogares al 53,9%.

Ahora bien, la desigualdad en términos de riqueza ha ido en aumento y los hogares más pobres han sido los más afectados: la riqueza del 50% de hogares más pobres, que concentraban el 13% de la riqueza total en 2002 ha pasado a tan sólo el 7% en 2020. 

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