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¿Qué ayudas públicas existen a la hora de comprar una silla de ruedas?

Imagen de archivo de una silla de ruedas.
Imagen de archivo de una silla de ruedas.
CERMI
Imagen de archivo de una silla de ruedas.

En España, más de medio millón de personas utilizan algún tipo de tecnología de apoyo a la movilidad, muchos de ellos sillas de ruedas. Se trata de productos indispensables y como tal son considerados en el sistema público de salud, que dispone de un amplio catálogo y de prestaciones económicas para que las personas que necesiten una silla de ruedas puedan acceder a ella.

Sin embargo, estas prestaciones no siempre son suficientes ni iguales en todo el territorio nacional, pues, a la cartera básica, se le pueden añadir ayudas adicionales a nivel autonómico. Además, en muchos casos, estas ayudas llegan después de haber adquirido la silla, lo que obliga a los usuarios a adelantar cuantiosas cantidades de dinero.

En la cartera de servicios comunes de prestación ortoprotésica, regulada por la Orden SND/44/2022, de 27 de enero, se establecen unas ayudas mínimas, un catálogo y los requisitos que deben cumplir las personas para acceder a ellas. 

¿Quién puede pedir ayudas para comprar una silla de ruedas?

Pueden acceder a las ayudas para comprar una silla de ruedas todas aquellas personas que la necesiten y que justifique debidamente que tiene una discapacidad o una patología que le impida la marcha funcional de forma permanente. 

En caso de que necesitar una silla de ruedas eléctrica, además de justificar la imposibilidad de la marcha funcional, el médico tiene que especificar que el solicitante muestra una incapacidad absoluta que no le permita impulsar una silla de ruedas con los brazos y disponer de una capacidad suficiente para poder manejar por sí misma la silla de ruedas eléctrica.

Como se especifica en la web del Ministerio de Sanidad, una vez cumplidos estos criterios, tienen acceso "todos los usuarios del Sistema Nacional de Salud tendrán acceso al catálogo común siempre que exista una indicación clínica y sanitaria para ello, con independencia del ámbito geográfico en el que se encuentren". 

Es decir, que es necesario contar con una prescripción médica -como la receta cuando necesitamos un medicamento- para poder solicitar la ayuda correspondiente. En esta prescripción, que deberá realizarla ‘un médico especialista en la materia correspondiente’, se especificarán las características de la silla en función de las necesidades del usuario

Así, si, por ejemplo, el médico considera que necesitamos una silla manual con determinadas especificaciones, esta prescripción no servirá para que nos compremos una silla de ruedas eléctrica.

La silla que adquiramos deberá cumplir esas características y, además, estar dentro del catálogo, que puede variar de una comunidad a otra. El Ministerio sólo establece unos mínimos que las comunidades pueden ampliar, como ocurre en algunos casos.

En ningún caso podremos subvencionar con estas ayudas los artículos ortoprotésicos destinados a uso deportivo, ni, como se especifica en la web del Ministerio "los utilizados con finalidad estética que no guarden relación con accidente, enfermedad o malformación congénita, ni aquellos de los que se realice publicidad dirigida al público en general". 

¿Cómo solicitar la ayuda para comprar una silla de ruedas?

Puesto que, para solicitar la ayuda, necesitamos una prescripción médica, lo primero que debemos hacer es solicitar al médico correspondiente esta prescripción. Una vez obtenida, debemos acudir a un establecimiento autorizado y solicitarla.

Lo más habitual es que los usuarios adelanten el precio de la silla y que, una vez comprobado que la silla cumple los requisitos, se le reembolse posteriormente, por eso es importante conservar la factura. Sin embargo, como son las distintas comunidades las responsables de establecer las condiciones de acceso, este procedimiento puede variar de unas a otras. Además, en algunos casos, como en sillas muy caras o personas con muy escasos recursos económicos, existe la posibilidad de que no tengan que adelantar el importe.

Para solicitar la subvención en el organismo autonómico correspondiente se requiere: la prescripción del médico especialista/rehabilitador, la factura original de la ortopedia con fecha posterior a la prescripción del médico y fotocopias del DNI y de la tarjeta sanitaria del paciente.

Qué pasa con las renovaciones, reparaciones, recambios y accesorios

Como establece la legislación, cada responsable de prestación ortoprotésica -es decir, cada comunidad autónoma- es la encargada de determinar el procedimiento de obtención de las ayudas para comprar una silla de ruedas, así como "las condiciones de acceso, de indicación y prescripción, de gestión, de elaboración y de aplicación de su catálogo y, si procede, de préstamo, alquiler, recuperación y reparación de los artículos". 

Aunque en la cartera de servicios comunes se establece la duración aproximada de cada producto tambien son las distintas comunidades las que establecen cada cuánto tiempo se puede renovar la silla de ruedas con ayudas públicas.

Sin embargo, el mero hecho del transcurso del plazo de renovación del producto no genera automáticamente la renovación, sino que deberá ser valorada cada caso e iniciar todos los trámites otra vez. Además, en cualquier caso, solo se podrá acceder a una silla nueva cuando esta renovación no sea debida al mal trato o uso inadecuado por parte del usuario.

En cuanto a las reparaciones, recambios y accesorios, también se deciden en cada comunidad a partir de unos mínimos que establece la ley. 

A cuánto ascienden las ayudas

En función del tipo de silla de ruedas prescrita, del modelo y de las características, las ayudas ascienden a una cantidad u otra, por eso son muy variables. Oscilan de los 250 euros que se puede recibir por una silla básica manual a los casi 5.000 por una sofisticada silla de ruedas eléctrica infantil. 

Y esto siempre teniendo en cuenta que la cartera de servicios comunes de prestación ortoprotésica establece unas cantidades mínimas que las comunidades podrán elevar y mejorar.

Unas lo hacen y otras no, lo genera mucha desigualdad entre comunidades, como denuncia Anxo Queiruga, presidente de COCEMFE (Confederación Española de Personas con Discapacidad Física y Orgánica), "lo que suele ocurrir es que hay una cantidad fija de dinero y con él compras la silla que necesites. Si te gusta o necesitas otra silla y es más cara, pagas tú la diferencia", explica. Algunas, incluso, ni siquiera te dejan hacer eso, pues "o coges la que ellos te aconsejan o directamente no te dan nada, te quitan la ayuda", se queja.

A pesar de estas diferencias, residas donde residas, hay unas ayudas mínimas a las que están obligadas todas las comunidades y que dependen del modelo y características tanto de la silla como de los recambios y complementos que las acompañan. Se puede consultar la lista completa de ayudas en este enlace.

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