Las talas de árboles previstas en los parques de Comillas (distrito de Carabanchel) y Madrid Río (Arganzuela) por la ampliación de la línea 11 (L11) de Metro entre Plaza Elíptica y Conde de Casal se iniciaron este lunes. A primera hora de la mañana, varios operarios se desplegaron en ambas zonas verdes de la capital de forma simultánea y comenzaron a cortar ejemplares de gran porte. La respuesta vecinal fue inmediata: cientos de personas se movilizaron en el entorno de las obras para tratar de paralizar los trabajos y, en paralelo, la asociación Ecologistas en Acción Madrid acudió al Tribunal Superior de Justicia (TSJM) para solicitar medidas cautelarísimas que detengan la tala que afectará a 523 árboles, de acuerdo con las últimas cifras facilitadas por la Comunidad.
"La tala ha empezado en Madrid Río", alertó la asociación de vecinos Pasillo Verde Imperial en sus redes sociales pocos minutos después de las 10.00 horas junto a una imagen de operarios subidos en una cesta junto a la arboleda del parque. Desde ese momento, fueron muchos los vecinos que se acercaron hasta la zona verde para protestar.
Algunas personas se encaramaron a lo alto de los árboles y fueron desalojadas por los bomberos de la capital, que se desplegaron junto a varias unidades de la Policía Nacional. Otros activistas rodearon los ejemplares señalados para ser talados con sus brazos o se encadenaron a ellos con el objetivo de paralizar los trabajos. Según informó Ecologistas en Acción, estas acciones se saldaron con tres detenidos.
"La ciudadanía se opone a esta agresión ambiental", remarcaron desde la organización ecologista, que recordó que aún no se ha resuelto el recurso contencioso-administrativo que interpuso contra la ampliación en febrero. Entonces, la asociación solicitó la adopción de medidas cautelarísimas que se denegaron en base a argumentos como que "el inminente peligro de tala no era real". Con el inicio de los trabajos, volvió a los tribunales para solicitar la paralización "inmediata" de las talas pues creen que "compromete" la futura sentencia del TSJM sobre el asunto.
"En el caso de ser favorable y dar la razón a la organización ecologista sobre la ilegalidad del procedimiento, será inútil si el daño ya se ha producido", sostuvo la organización. Ahora, con las talas en marcha, la organización ecologista espera que el TSJM "recapacite y detenga" lo que han denominado como un "arboricidio" y una "catástrofe ambiental".
"Así no se hacen las cosas, no es así la obra del metro, tal y como la están haciendo es una obra ilegal", denunció Elena Sigüenza, presidenta de la asociación de vecinos Parque de Comillas. La representante vecinal se mostró dispuesta a utilizar todas las vías al alcance de la asociación para detener la tala que este barrio de Carabanchel se inició en la zona más próxima a la calle de Baleares.
A unos metros de allí, a las puertas del Colegio Público Perú, al término de las clases se concentraron vecinos y familiares de alumnos para protestar contra la tala, que se estaba llevando a cabo a pocos metros del centro escolar. Los vecinos derribaron una parte del vallado perimetral, que delimita la zona de obras y alcanza a más de la mitad de este parque, y accedieron al punto donde se estuvo talando toda la mañana y parte de la tarde, pudiendo grabar las imágenes de algunos pinos de varios metros de altura ya talados y cortados trozos.
Nueva cifra de talas
"Finalmente" serán 523 los árboles talados, señalaron fuentes de la Consejería de Vivienda, Transportes e Infraestructuras sobre el alcance que tendrá la tala iniciada este lunes. La última cifra facilitada supone una reducción de 153 ejemplares frente a los 676 que se incluyeron en la última modificación del proyecto constructivo, que a su vez redujo el número que aparecía en el planteamiento aprobado en 2022, que ascendía a 1.027. Ninguno de estos dos proyectos han contado nunca con el visto bueno de los vecinos, que siempre han reclamado volver al aprobado en 2020 que contemplaba 79 talas.
Fuentes del departamento que dirige Jorge Rodrigo achacaron esta reducción a tres motivos: "los cambios de ubicación de la subestación eléctrica fuera de los Jardines de Palestina; el cambio de ubicación también de otras instalaciones auxiliares necesarias para la ejecución de la obra, sobre todo fuera del entorno de Comillas; y el aumento de ejemplares trasplantados".
Además, desde Transportes se agregó que la reducción también tiene que ver con el hecho de que la obra se llevará a cabo mediante "un proceso de extracción de tierras sin rampas" y esto, señalaron, permitirá reducir la superficie del terreno afectado en un 20%.
El mismo día que comenzó la tala en Madrid Río y Comillas, donde se ubicarán las dos nuevas estaciones del metro que contempla esta ampliación de la línea 11, la Consejería de Vivienda, Transportes e Infraestructuras abrió una oficina de atención a los vecinos en la calle de Antonio Leyva, junto a las oficinas de dirección de obra.
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