Cuando convivimos con perros hay muchas decisiones que debemos tomar, así como una buena lista de normas que debemos enseñarle a nuestro compañero de cuatro patas. Entre estas se encuentra el típico dilema de si permitirles o no dejarlos dormir en nuestra cama.
Existen multitud de opiniones al respecto: muchos defienden que compartir cama con nuestros peludos es beneficioso para reforzar el vínculo con ellos; mientras que otros consideran que puede llegar a no ser higiénico. Esto último preocupa mucho a las familias que conviven con bebés.
Tamara Hernán, educadora canina especializada en familias multiespecie y divulgadora en Creciendo entre perros explica que "no hay evidencia científica que hable al respecto de riesgos ni beneficios de dormir con el bebé en la misma cama cuando el perro también duerme contigo".
"La decisión es 100 por cien personal y debe responder a lo mejor para todos los miembros de tu familia multiespecie, incluido tu perro", agrega. "Si quieres seguir haciéndolo cuando nazca tu bebé, la mejor forma es enseñarle a dormir en la zona de los pies, para evitar los riesgos".
Factores a tener en cuenta a la hora de hacer colecho
La Asociación Española de Pediatría tiene en su web una pequeña guía en en la que comparte algunos consejos para poder compartir la cama con nuestros bebé sin riesgos, entre los que incluye un apartado para los animales domésticos en el que afirma que "no deben compartir la cama con el bebé".
"Se presupone que esta afirmación viene infundada del derecho de informar y proteger a los bebés de la muerte súbita por los riesgos evidenciados respecto a si comparten cama con familiares obesos, consumidores de drogas, fármacos relajantes o alcohol, así como la posición ideal, las almohadas, sábadas y demás", expresa la educadora canina.
Por este motivo, Hernán comprende que podamos interpretar que el perro, al tratarse de un ser vivo que ocupa espacio y se mueve, puede suponer un riesgo para el bebé, pero critica que en el documento no se den más explicaciones de por qué no deben dormir en la misma cama.
"Hay diferentes factores que intervienen para que dormir con tu perro en la cama y con tu bebé sea seguro si es que quieres hacerlo, pero también hay que saber que los riesgos existen, a pesar de los beneficios que pueda tener", detalla la experta en crianza multiespecie.
El descanso para tu perro es tan importante como para ti ya que el organismo trabaja y se repone para el siguiente día
En este sentido, Hernán considera que, aunque siempre tendamos a pensar en qué le puede suponer al bebé dormir junto a nuestro perro, también es importante valorar si es la mejor opción para el peludo. "Su descanso puede verse afectado por el llanto del bebé y los despertares nocturnos de la familia para la lactancia, por ejemplo", comenta.
"El descanso para tu perro es tan importante como para ti ya que el organismo trabaja y se repone para el siguiente día", detalla la experta. "De no hacerlo lo suficiente durante un tiempo prolongado, el organismo se verá afectado y comenzarán a desencadenarse problemas sistémicos, físicos y emocionales".
Como el objetivo de compartir la cama con nuestro perro y nuestro bebé es que todos descansemos plácidamente, Hernán repasa algunos factores a tener en cuenta si queremos que todo salga bien y todos los miembros de la familia disfruten de la experiencia.
"Lo primero que debemos considerar es la sensibilidad a las cosas nuevas y los ruidos de nuestro perro, puesto que el llanto del bebé es un estímulo muy intenso y lo tendrá muy próximo", explica. "Si nuestro perro se muestra nervioso o con miedo ante ruidos o situaciones nuevas, quizás la mejor opción sea asegurar su bienestar durante el descanso fuera de vuestra habitación".
Pero, ¿no se irá él mismo de la habitación si le molesta el ruido? Hernán detalla que no siempre que un perro está incómodo sabrá buscar su propia tranquilidad. "Esto depende de otros factores, como los recursos que haya aprendido, el tipo de alternativas que tenga, las experiencias previas y el tipo de relación que tiene con nosotros", afirma.
"Algunos perros se quedan porque lo pasan mal estando solos o tienen un apego disfuncional con su familia (apego de dependencia emocional), lo que además se puede acentuar con la llegada de un bebé si no hemos hecho una preparación del perro para la llegada del bebé, pudiéndose sentir desplazado y desatendido", añade.
Otro punto importante que debemos tener en cuenta a la hora de dormir en la misma cama con nuestro bebé y nuestro perro es que delimitemos los espacios. "Si le ponemos una mantita en su lugar favorito de descanso para que se acostumbre a ella y luego la ponemos en la zona de los pies en la cama para evitar que lo haga en la zona donde estará el bebé, nuestro perro lo preferirá", asegura Hernán.
Por último, también podemos optar por utilizar una cuna-colecho (tanto para el bebé como para el perro. "Es una alternativa cómoda si no tenemos una cama muy grande", opina la educadora canina. "Además de proporcionar más seguridad e higiene para nuestro bebé, puede darnos más tranquilidad".
Si tenemos todos estos factores en cuenta, que nuestro perro duerma en la misma cama que nosotros y nuestro bebé, no debería suponer ningún problema. De hecho, a nivel de salud, Hernán considera que "cada vez más profesionales de la salud como pediatras, alergólogos y veterinarios muestras las evidencias científicas de los beneficios en la salud que conlleva la convivencia de un bebé con un perro desde los primeros días".
"Para mí es una responsabilidad enorme hablar sobre temas tan delicados y además de basarme en mi experiencia profesional y personal, siempre me documento de referencias bibliográficas científicas para dar una visión mucho más profesional y certificada", concluye la experta en educación multiespecie.
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