Por qué aúllan los perros con el llanto de un bebé y qué hacer cuando ocurre

Un bebé junto a su perro.
Un bebé junto a su perro.
HELENA LOPES
Un bebé junto a su perro.

La convivencia con los perros no es una tarea sencilla. Es muy importante que aprendamos a entenderles, su lenguaje y las señales que nos mandan para evitar problemas de comportamiento o reacciones indeseadas, algo que se cobra todavía más valor cuando convivimos también con bebés o niños pequeños en casa.

El lenguaje canino es algo que llevamos estudiando ya muchos años y, por suerte, existen muchos libros con los que podemos aprender sobre él, como El lenguaje de los perros: la señales de calma, de Turid Rugaas, quién sentó las bases de todo lo que sabemos sobre el idioma canino.

Otra opción es acudir a especialistas en educación canina que nos ayuden a aprender e interpretar los gestos y comportamientos de nuestros perros ante diferentes circunstancias. Esto es muy importante si convivimos con bebés o niños pequeños en casa, ya que tener un buen entendimiento con nuestro perro evitará situaciones peligrosas.

Uno de los comportamientos más comunes en los perros que llama mucho la atención con la llegada de un bebé a casa es el aullido, el cual se puede volver habitual con los llantos del nuevo miembro de la familia. ¿Por qué reaccionan así nuestros compañeros de cuatro patas?

Hay una razón ancestral de por qué aúllan con el llanto

Tamara Hernán, educadora canina especializada en familias multiespecie y divulgadora en Creciendo entre perros, explica a qué se debe este llamativo comportamiento de algunos perros (especialmente aquellos que son más vocales, como los Huskies siberianos), desmintiendo algunos mitos como que lo hacen por imitación.

"Los perros no imitan el llanto del bebé, hay una razón ancestral de por qué aúllan cuando un bebé llora", afirma. "La herencia genética del lobo ha dejado en el perro este comportamiento de una forma casi residual en algunos individuos, pero sigue siendo muy importante".

La educadora canina continúa explicando que la principal finalidad ancestral del aullido era la de reunir a la manada. "También para alertar de una amenaza, para proceder a una acción de defensa o caza, entre otras; o como localizador cuando algún miembro de la manada se distanciaba demasiado", detalla.

Los perros pueden aullar por estrés, soledad, dolor, emoción y por una conducta reforzada, entre otros motivos habituales

"De hecho, uno de los aprendizajes más tempranos del lobo relacionado con los aullidos es el que se produce cuando la madre les calma mediante el aullido, cuando los cachorros se quedan solos en la madriguera", agrega Hernán. "El aullido funciona como efecto localizador en lo que se traduciría como una forma de decirles que sigue con ellos, en respuesta a sus lloriqueos o gemidos".

Sin embargo, ¿qué queda de todo esto en nuestros perros domésticos? La realidad es que el aullido, de nuestros perros tiene unos significados diferentes que van a depender mucho de la situación en la que se encuentren. Hernán enumera algunos de los más comunes:

  • Avisar de un Peligro (Estrés). Si están ante un estímulo nuevo que les asusta o con el que han tenido experiencias negativas, es su forma de avisarnos.
  • Efecto Manada (Comunicación). A veces responden a algunos estímulos sonoros con aullidos porque se piensan que son formas de comunicarse y, por herencia genética, contestan.
  • Efecto Llamada (Soledad). Es habitual que en perros que sufren ansiedad por separación éstos aúllen y ladren en busca de ese efecto de llamada ancestral, intentando reunir de nuevo a su familia.
  • Dolor. Nuestros perros también pueden aullar de forma repentina por algún dolor, así como el que pueden sentir si padecen enfermedades crónicas.
  • Emoción. Algunos perros también pueden ayudar si se excitan mucho, sienten mucha alegría o entusiasmo al recibirnos, por ejemplo.
  • Conducta Aprendida Funcional. En estos casos, puede que si ante un estímulo que les molesta o estresa ellos aúllan y ese estímulo cesa, volverán a repetirlo cuando lo vuelvan a percibir.
  • Conducta Reforzada por Humanos. Ocurre lo mismo si nosotros, como tutores, reforzamos con atención ese comportamiento (es decir, con refuerzo positivo). Si cada vez que nuestro perro aúlla le hacemos caso, cada vez que quiera nuestra atención, aullará.
  • Disfunción Cognitiva. Por último, lamentablemente algunos perros sufren enfermedades cognitivas que provocan aullidos que no tienen un motivo aparente.
El ladrido aprendido es uno de los comportamientos más habituales de los perros que los humanos reforzamos sin querer.
Un perro aullando en una foto de archivo.
PIXABAY

Entonces, ¿por qué aúlla ante los llantos del bebé?

"No existe una única razón de por qué los perros aúllan cuando un bebé llora, ya que va a depender del contexto, de cada individuo y de sus vivencias", asegura Hernán. "No obstante, hay algunas causas habituales".

Lejos de ser por imitación o empatía, que son dos de los grandes mitos sobre el aullido de nuestros perros, la educadora canina empieza hablando de la incomodidad. "El aullido nos alerta de lo que considera como una amenaza, un estímulo nuevo (en este caso el llanto del bebé) que le produce estrés".

"También puede que lo identifique como algo parecido a un aullido y se una a la comunicación tal y como lo hacían sus ancestros, o también por esa herencia, puede estar intentando contribuir a su forma con ese aullido para calmar al bebé (tal y como lo hacían las madres cuando se iban a cazar y dejaban a los cachorros en la madriguera)", detalla.

Por supuesto, de nuevo, si mediante el aullido el estímulo que le molesta para, lo volverá a hacer. "Se refuerza por sí mismo y también puede que estemos reforzando positivamente la conducta de algún modo", advierte Hernán. "Y también podemos reforzarlo nosotros".

Regañándole solo conseguiremos que haga una mala asociación durante la escena asociada al bebé y a nosotros

Entonces, ¿qué debemos hacer cuando nuestro perro aúlla al llano del bebé? La educadora canina lo tiene claro: "Lo más importante es positivizar el estímulo sonoro, desde antes de la llegada del bebé, intentar que nuestro perro asocie llano con experiencias positivas".

"Podemos hacerlo poniendo en el móvil este sonido grabado, de forma progresiva mientras tu perro realiza alguna actividad tranquila y/o motivante, como por ejemplo, olfatear para buscar premios o mientras le damos un masaje relajante".

Otras cosas que podemos hacer ante esta situación son "alejar al perro lo máximo posible del llanto si no podemos hacer que cese o desviar la atención del perro a otra actividad reconfortante o con alguien que le mantenga atendido", aconseja.

"No debemos reírnos o animar a nuestro perro a aullar y, bajo ningún concepto debemos interrumpir esa conducta mediante castigos", defiende Hernán. "Regañarle no debería ser una opción ya que solo conseguiremos que haga una mala asociación durante la escena asociada al bebé y a nosotros".

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