En España hay más de 170.000 perros viviendo en albergues y refugios de protectoras de animales, según los datos del estudio sobre abandono y adopción animal de la Fundación Affinity. La gran mayoría de estos perros son mestizos (es decir, cruces de diferentes razas), aunque existe un 27 por ciento de perros de raza que, según el mismo informe, corresponde, en su mayoría, a las procedentes de la caza (galgos y podencos).
De hecho, tan solo hay que recorrer las protectoras de nuestro país para observar que en casi todas ellas podemos encontrar este tipo de perros y, de hecho, con el paso de los años han surgido asociaciones especializadas en el rescate y la ayuda de estas razas concretas (como BaasGalgo o SOS Galgos).
Otro ejemplo de estas asociaciones es SOS Podenco Rescue, una protectora que nació hace diez años de la mano de María Casares. "Desde que me fui de casa de mis padres he querido adoptar y cuando fui a las protectoras y pregunté cuáles eran los perros menos adoptados, la respuesta que obtuve fueron los perros de caza, especialmente los podencos", explica la presidenta de la asociación.
"Adopté un cruce de podenco y seis meses después a otro podenco", continúa. "Fue entonces cuando me di cuenta de lo increíble que era esta raza y de todo el maltrato y abandono que sufrían desde que nacían, además de lo poco que eran adoptados por los españoles... Por eso decidí crear mi propia asociación".
Reino Unido, Francia y Bélgica, al rescate
Además de español, Casares habla inglés y francés, así que viendo las pocas salidas que tienen estos perros en España, encontró voluntarias en Reino Unido, Francia y Bélgica para ayudarla a encontrar más familias para los podencos. "En España también damos en adopción, pero desgraciadamente hay poca gente que se anima", lamenta.
"Los podencos son muy especiales: leales, cariñosos, adorables, juguetones, payasos y adoran comer y dormir en el sofá. Pero, al ser perros de caza, lo de soltarlos para que corran es un poco complicado, ya que pueden ir detrás de conejos o pájaros, es su instinto", detalla la presidenta de SOS Podenco Rescue.
Este instinto convierte muchas veces a los podencos en perros completamente invisibles en las protectoras de animales. "La gran mayoría de nuestros perros vienen de perreras y suelen llegar muy delgados, llenos de parásitos y algunos con una necesidad imperiosa de pasar por el veterinario (con tumores mamarios, heridas, infecciones, patas rotas...)", explica Casares.
Los machos se adoptan menos que las hembras y, si son grandes, tienen Leishmania o son mayores, peor aún
Como la asociación no tiene instalaciones propias, la mayoría de sus perros se encuentran en una residencia privada, cerca de Valencia, lo cual les cuesta un dinero al mes. No obstante, SOS Podenco Rescue cuenta con grupo de Teaming al que cualquiera puede unirse para ayudarles con un euro al mes, vende calendarios solidarios a final y principio de año y, a veces, piden donaciones por sus redes sociales.
En cuanto a los perros en adopción, Casares relata que algunos son más complicados a la hora de encontrarles una familia. "Los machos se adoptan menos que las hembras y, si son grandes, tienen Leishmania o son mayores, peor aún", lamenta.
Cualquiera que quiera adoptar alguno de los podencos de la asociación, tan solo necesita ponerse en contacto con Casares a través de sus redes sociales y empezar el proceso de adopción (cuyo primer paso es un cuestionario, tal y como vienen haciendo muchas protectoras en España desde hace tiempo.
"Si en el cuestionario está todo correcto, después se realiza una visita (que a veces es virtual, especialmente si son adoptantes de fuera de España) y, si todo va bien, se formaliza la adopción", concluye la presidenta.
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