La lucha contra el cambio climático se encomienda a la fe

Líderes espirituales de distintas religiones durante la inauguración del Pabellón de la Fe de la COP28.
Líderes espirituales de distintas religiones durante la inauguración del Pabellón de la Fe de la COP28.
COP28
Líderes espirituales de distintas religiones durante la inauguración del Pabellón de la Fe de la COP28.

Los científicos vienen advirtiendo desde hace años que, si los países no toman medidas para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero a la atmósfera -de las que un 80% se deben a combustibles fósiles como el gas o el petróleo-, el mundo se encaminará hacia un territorio desconocido y sin marcha atrás, en el que el calentamiento global impondrá condiciones de vida cada vez más inhóspitas en todo el mundo. A pesar de ello, las organizaciones ecologistas y los gobiernos más comprometidos no han logrado dar un giro sustancial en la marcha del planeta hacia el precipicio climático y Emiratos Árabes -un país productor y del que se espera poca audacia en esta tarea- parece habérsela encomendada a los líderes religiosos. La COP28 que organiza es la primera Cumbre del Clima que cuenta con un "Pabellón de la Fe", un espacio dedicado al encuentro interreligioso y donde líderes de distintas religiosas debaten también con científicos y miembros de los gobiernos sobre la lucha contra el cambio climático.

La Cumbre del Clima de Dubái ha batido un récord de participantes, con más de 9.000 personas acreditadas, entre representantes de gobiernos, organizaciones ecologistas, de la sociedad civil y compañías de hidrocarburos, en una cantidad récord también de 2.500. Entre todas estas almas, la COP28 espera que también pululen por sus instalaciones hasta 200 líderes religiosos de todo el mundo, que tendrán su centro operativo en una zona especialmente dedicada al diálogo interreligioso en torno al cambio climático.

"Reconociendo que más del 84% de la población mundial se identifica con la religión, el Pabellón de la Fe trata de unir a representantes políticos, comunidades e instituciones en apoyo de la acción climática y los objetivos del Acuerdo de París". Así es como la organización de la COP28 explica la existencia de este espacio y de una iniciativa en torno a la religión que ha sido calificada como "la mayor ong del mundo", para referirse a la potencial influencia de los líderes religiosos tienen sobre buena parte de la población mundial. Llevada al ámbito de la lucha contra el cambio climático, tampoco tiene dudas de ello algún activista ecologista con muchas Cumbres del Clima a las espaldas. 

Situado en "el corazón de la COP28", junto al lugar donde la semana pasada se celebró la Cumbre Mundial de Acción Climática de jefes de Estado y de Gobierno y de las zonas de negociación, el "Pabellón de la Fe" parte de una iniciativa de Consejo Musulmán de Mayores, en colaboración con la presidencia de la COP28 y el Programa de la ONU para el Medio Ambiente. 

A su inauguración hace unos días estaba  previsto que asistiera el papa Francisco para presidirla junto al gran imán de Al-Azhar, Ahmed Mohammad Ahmed Attayeb, máxima autoridad de la rama mayoritaria del Islam, en suní. Finalmente tuvo que cancelar el viaje a Dubai debido a problemas respiratorios y acudió en su lugar el número dos del Vaticano, el cardenal Pietro Parolin. Francisco envió un vídeo en el que abogó por que los líderes religiosos sean un ejemplo de que "el cambio es posible" y de que se puede llevar un "estilo de vida respetuoso y sostenible". Días después, insistió en redes sociales sobre la necesidad de luchar contra el cambio climático, algo que suele ser habitual en él, autor de  la encíclica, Laudate Deum, en la que apela a afrontar la crisis climática, y que ha contribuido al rechazo que provoca entre el catolicismo más conservador.

Anglicanos, ortodoxos, judíos, brahamens o sijs

Días antes de que empezara la COP, se celebró la Cumbre Mundial de Líderes Religiosos en Abu Dhabi en la que 28 altos representantes de los cultos con más seguidores del mundo, entre ellos el presidente de la Conferencia Europea de Rabinos, el Arzobispo de Canterbury, representantes de la Iglesia Copta, de la Bautista, el gran patriarca ortodoxo de Moscú y de toda Rusia, el Consejo Ulema de Indonesia o representantes de diversas ramas de budismo, el brahamismo y los sij de la India.

Firmaron una "declaración interreligiosa" en la que expresaron su "preocupación compartida por la escalada de los impactos climáticos que ponen en peligro nuestro querido planeta" y manifestaron su "compromiso colectivo para afrontar juntos la crisis global". En su declaración demandaron asimismo "una acción transformativa para mantener al alcance el objetivo de 1,5ºC [como tope máximo del calentamiento global] y servir a las comunidades afectadas y vulnerables".

Los influencers, en el filo de la navaja

Que, por primera vez y de forma tan organizada, los líderes religiosos pretendan concienciar e influir en la necesidad de afrontar el cambio climático no quita para que en las últimas semanas otras figuras de todo tipo hayan tenido incidencia por hablar sobre la crisis climática, ya sea dentro de una campaña o mediante meras declaraciones.

Esto último es lo que le ocurrió a la reina Letizia hace unos días llamó la atención por referirse al "decrecimiento", una polémica teoría en torno a la lucha climática que plantea dejar de crecer para reducir el consumo de energía para evitar el agotamiento de los recursos y que ha generado debate entre científicos y economistas. Es rechazada, por ejemplo, por el gobierno español, pero la sola mención por de su existencia por parte de la reina dio lugar a un debate sobre la cuestión durante unos días.

Desde el terreno de la monarquía, pero desde la ficción, una de las actrices que ha dado vida a la reina de Inglaterra en la serie "The Queen", Olivia Coleman, se trasmutó en "Oblivia Coalmine" ["olvido" y "mina de carbón" en inglés] para hacer una campaña contra las enormes inversiones en 'fracking' y la explotación de yacimientos de gas y petróleo. Vestida de negro y "en nombre de la industria de los hidrocarburos", da las gracias en un vídeo cargado de ironía a los pensionistas que invierten en fondos que apoyan estas prácticas. "El dinero de vuestras pensiones nos ha ayudado a cavar y destruir el planeta más que nunca antes. Incluso nos las hemos arreglado para construir algunos pequeños molinos de viento para tener contenta a Greta y a sus colegas", dice en alusión a Greta Thunberg, precisamente una de las grandes 'influencers' contra el cambio climático de los últimos tiempos. También, a la hipocresía que se achaca a muchas compañías energéticas por mantener la producción de combustibles fósiles al mismo tiempo que alardean de sus progresos en energías renovables.

Sin embargo, no todas las opiniones de personas capaces de mover conciencias están bien encaminadas y ni mucho menos bien intencionadas por lo que respecta al cambio climático. Según un reciente estudio, la industria de los combustible fósiles y países productores de los mismos emplean narrativas en redes sociales propias de activistas contra el cambio climático precisamente para lo contrario.

Por ejemplo, abundan los intentos en las redes sociales de "monetizar" la desinformación sobre la crisis climática y Rusia y medios rusos difunden mensajes en inglés, francés, alemán y español mensajes nada "consistentes" sobre ciencia climática, acción climática o suministro de energía.

Entre el 1 de enero y el 31 de octubre de este año, compañías de combustibles fósiles publicaron 2.562 anuncios en Facebook a favor de estas materias primas fósiles, según un documento titulado Negar, Engañar, Retrasar, que apunta que en otras ocasiones los negacionista del cambio climático son mucho más transparentes. La etiqueta "ClimateScam" -"estafa climática"- que utilizan para expandir sus mensajes es "más prominente" en X, antigua Twitter, que antes de la COP27 del año pasado.

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