Dos profesoras de Secundaria han logrado reunir en menos de un mes más de 63.000 firmas a favor de pedir al Gobierno la prohibición del uso de los móviles hasta los 16 años. Apoyos que este jueves por la mañana han registrado en el Congreso de los Diputados con la intención de que "se genere debate dentro del Gobierno". Lo cierto es que este tema ha saltado del ámbito doméstico al institucional en las últimas semanas gracias a la viralización de esta y otra campaña similar, iniciada por la plataforma Adolescencia Libre de Móviles, que ha logrado que las autoridades educativas catalanas aborden la regulación del uso de los smartphones en las aulas mediante el diálogo con los centros y las familias.
Según explica a 20minutos una de las impulsoras de la recogida de firmas, Natalia Jiménez León, que es profesora en un IES de Barcelona y madre de dos niños de ocho y 11 años, la intención tras la entrega de las firmas en el Congreso es "generar un debate en el Gobierno". Sin embargo, recientemente, la ministra de Educación, Pilar Alegría, se pronunció sobre este tema y abogó por "educar en el uso racional" de estos dispositivos, más que por prohibir. "Prohibir las nuevas tecnologías es casi como querer poner puertas al campo", dijo el pasado viernes.
Ante este argumento, Jiménez, que asegura que "a diario" observa en sus clases la "adicción" que los adolescentes desarrollan a los móviles y que estos "repercuten en su concentración y atención de forma significativa", responde que "es fácil decirlo [que hay que educar en un uso responsable], pero yo lo equiparo con el alcohol o las drogas: hay que educar, pero también tiene que haber una regulación que respalde, sería más fácil", sostiene.
El mismo día que publicó su petición en la plataforma Change.org, otra profesora, Ángela Sánchez-Pérez, docente de Primaria en la Comunidad de Madrid, colgaba una campaña similar. Ella es la que este jueves ha presentado las más de 63.000 firmas recogidas hasta el momento en el Congreso. En conversación con 20minutos, mantiene que el objetivo ahora es realizar un "llamamiento masivo" para que la población de acuerdo con esta iniciativa firme la petición y esta alcance los 500.000 apoyos que se necesitan para que comience a tramitarse como iniciativa legislativa popular (ILP), como en 2019 ocurrió con la eutanasia, que se reguló por ley dos años más tarde.
"Nosotros hablamos de prohibir, pero no tanto prohibir sino regular por ley el acceso a los smartphones de menores porque hemos detectado en las aulas que en los últimos cinco años un déficit de atención increíble, por no hablar de ciberbullying y temas más graves", mantiene Sánchez-Perez.
Cuando estamos hablando de menores y su salud mental está en juego, a lo mejor sí se pueden poner puertas al campo. Es un campo con precipicios", defiende una de las docentes
Entre las razones que enumera para "prohibir o regular" el uso de móviles en menores se encuentran "porque promueve la falta de disciplina en el aula, implica menos concentración por parte de los estudiantes o sirve para copiar y deteriora el funcionamiento cognitivo". A nivel físico y psicológico: expone que puede causar "daños cervicales, estrés visual, aumento de la miopía, depresión, insomnio, obesidad infantil, sedentarismo, dependencia, adicción, acoso escolar, ciberbullying con casos de suicidio".
La profesora madrileña también responde a la ministra Alegría: "Cuando estamos hablando de menores y su salud mental está en juego, a lo mejor sí se pueden poner puertas al campo. Es un campo con precipicios", sentencia.
Junto a las firmas, las docentes han adjuntado un informe "firmado por docentes, equipos de orientación, profesionales de pedagogía terapéutica, audición y lenguaje, equipos directivos de diferentes Centros Educativos" en los que recogen "estos y muchos más problemas en alumnos con acceso temprano a teléfonos móviles", agrega la maestra.
Sánchez-Pérez es consciente de la dificultad del proyecto en el que se ha embarcado pero se muestra esperanzada: "Igual que nos echábamos las manos a la cabeza cuando se prohibió fumar en espacios cerrados y ahora hasta los fumadores alaban esa ley. Ojalá y en no mucho tiempo veamos como algo muy extraño ver a un niño con un móvil en la mano", anhela.
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