¿Prohibir el móvil a los niños o educar en un uso responsable? El debate salta del corrillo de padres en el parque a las instituciones

Un niño de 12 años mirando un móvil, en una imagen de recurso tomada en octubre de 2023 en Gales.
Un niño de 12 años mirando un móvil, en una imagen de recurso tomada en octubre de 2023 en Gales.
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Un niño de 12 años mirando un móvil, en una imagen de recurso tomada en octubre de 2023 en Gales.

¿Cuándo dar un móvil por primera vez a un menor? El debate, recurrente en los corrillos de familias en el parque, coincide con dos iniciativas que han surgido de forma simultánea  y piden controlar el uso del móvil en adolescentes que pasan del colegio al instituto. La primera, promovida por dos madres y profesoras, reúne más de 62.000 firmas favorables de prohibir el smartphone a menores de 16 años. La segunda, de la plataforma Adolescencia libre de móviles —nacida en el Poblenou barcelonés— se ha extendido a más 11 comunidades en pocos días con un centenar de grupos acólitos, busca "ponerse de acuerdo, cuantos más mejor, para no dar por sentado que, al pasar de Primaria a Secundaria, hay que dar un móvil a los niños".

"La idea es hacer piña, ir todos a la par, o al menos la mitad, para que los que vayan sin móvil no sean los raros", relata a 20minutos, Tamara Fernández, la portavoz de esta iniciativa que echó a andar el pasado 18 de septiembre. Si plataforma considera que los 16 años es una edad "adecuada" para empezar a tener móvil, un momento en el que, por el nivel de maduración de los menores, los beneficios del dispositivo superan a los perjuicios porque "tienen capacidad de gestionar posibles situaciones de riesgo en su exposición a contenidos inapropiados", expone esta madre de dos hijos en la escuela pública. Agrega que también hay muchas familias de la concertada, si bien afrontan esta situación de forma distinta porque los centros concertados suelen ofrecer continuidad entre las diferentes etapas educativas.

Tal ha sido la repercusión del debate que varios representantes de Adolescencia libre de móviles ya han conseguido reunirse con el alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, que les mostró su apoyo para trabajar en un "pacto social" que aborde este debate que arrastra mareas de familias y pidió. El Ayuntamiento de Barcelona ha pedido a la Generalitat garantizar la prohibición de móviles en todos los centros, empezando por Primaria y Secundaria, en diálogo con la comunidad educativa. La Conselleria de Educación y el Consell Escolar de Catalunya (CEC) orientarán a los centros a partir de enero sobre cómo regular el móvil en el ámbito educativo, pero previamente están realizando una encuesta a familias y docentes, a través de los Consejos Escolares de los centros, para hacer una radiografía de las diferentes opiniones.

Fernández deja claro que ellas no quieren prohibir los móviles, sino retrasar la edad en la que se normalice su uso por parte de los menores y que cada familia valore y tome la decisión "sin presión social". Sí consideran que en la escuela no deberían permitirse, porque "genera distracción permanente y son fuente de muchos conflictos". "No son necesarios dentro de las instalaciones educativas. La idea es cambiar la forma de las relaciones sociales y que los teléfonos no copen tantas parcelas de nuestra vida", afirma Teresa Fernández.

La recientemente renombrada ministra de Educación, Pilar Alegría (que suma a sus responsabilidades la portavocía del Gobierno), ha descartado prohibir los móviles. "Prohibir las nuevas tecnologías es casi como querer poner puertas al campo", dijo este viernes, al tiempo que optó por "educar en el uso racional" de las tecnologías, y no solo en la escuela, que tiene "un tiempo limitado" al día, sino también en casa. Alegría abogó por la "cogobernanza" entre el sistema educativo y las familias.

Similar es la postura de la Confederación Española de Asociaciones de Padres y Madres de Alumnado (Ceapa), que tampoco es partidaria de prohibir sino de "educar en un uso responsable". Su presidenta, María Capellán, sostiene que "prohibir a estas alturas es ridículo porque es una tecnología que usamos todos y puede ser útil. Lo que hay que hacer es enseñarles a manejarlo en condiciones". 

Desde la Ceapa consideran que "prohibir a estas alturas es ridículo" y abogan por "educar en un uso responsable" de los 'smartphones'

En cambio, la recogida de firmas de las dos madres y profesoras en la plataforma Change.org sí defiende la prohibición por ley del uso de smartphones hasta los 16 años porque la "adicción" que generan "repercute en su concentración y atención de forma significativa". Agregan que "el uso excesivo del teléfono móvil puede tener consecuencias perjudiciales para la salud física y mental de los niños".

El vocal de la Sociedad Española de Neurología, el doctor Javier Camiña, afirma a 20minutos que "es difícil dar una opinión desde el punto de vista de la evidencia científica", pues hasta el momento no se han demostrado cambios estructurales en el cerebro por su uso, si bien los smartphones es algo relativamente reciente: llevan con nosotros poco más de diez años. "Desde el punto de vista neurológico, el mayor interés es ver hasta qué punto el uso de estos dispositivos puede afectar a la capacidad de atención", continúa, al tiempo que apunta que las redes sociales ofrecen un alto estímulo en poco tiempo guiados por algoritmos que buscan el placer del usuario. "Ese es parte del problema de las horas que dedican muchos niños y adolescentes, pero no es algo diferente, sobre papel, a los videojuegos de hace 20 o 30 años".

El neurólogo pide diferenciar entre la herramienta y el uso que se hace de ella, al tiempo que aboga por formación y racionalización del tiempo. "El smartphone, sobre todo en adolescentes, está bastante relacionado últimamente con un incremento de sintomatología ansiosa o depresión, o de acoso. Esto existe sin los móviles, pero estos permiten una exposición más continua. El problema de base es el uso, que puede agravar algunas conductas". 

Jordi Perales es psicopedagogo y profesor de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC). En su opinión, no hay una edad estándar a partir de la cual un menor esté capacitado para usar un móvil con internet, sino que esta dependerá de la capacidad y la maduración de cada adolescente. Cuenta que hay muchas casuísticas y que esta decisión depende de las necesidades de cada familia. No es lo mismo un pequeño que ha de coger el autobús para trasladarse a otro pueblo para asistir al instituto, que uno que puede ir andando desde casa o incluso acompañado. "El debajo tendría que ser más amplio. No se trata de móvil sí o móvil no, sino para qué", asiente.

El especialista considera que estos movimientos buscan "una justificación" como puede ser una decisión colectiva para no dar el móvil a los hijos, cuando "es tan fácil como decir 'no tienes la edad'". "¿Por qué 16 años? También está prohibido fumar pero, por desgracia, acaban accediendo al tabaco. Hay que pensar qué va a hacer el niño con el móvil, estar pendientes, enseñarles qué está bien y qué no, acompañarles, estar presentes, a su lado, enseñándoles a manejar los contenidos a los que acceden", asevera Perales, que defiende un uso pedagógico de estos dispositivos en el aula, en materias como por Educación Visual y Plástica -"con la cámara de fotos"- o en Geografía -"con Google Maps"-.

Dentro de las aulas, la normativa es diversa. Solo tres comunidades han regulado el uso de los móviles en el ámbito escolar: la primera fue Castilla-La Mancha en 2014, le siguió Galicia y la última en sumarse ha sido la Comunidad de Madrid, en el curso 20-21. 

Desde el sindicato de docentes ANPE, la coordinadora del Defensor del Profesor en Madrid, Guadalupe Pérez Pérez, considera que, salvo para usos específicos y pedagógicos, "el problema del móvil es que no les permite [a los escolares] socializar entre ellos, ni prestar atención en nada. Un móvil es un mundo tan absorbente... contraponlo con un profesor explicando con su pizarra. Creo que es un tema que la sociedad  en general lo tenemos que mirar. Hay que poner límites y hay que orientar y formar a las familias. Tiene que haber una sensibilización social porque si a tu hijo no se lo dejas pero lo lleva todo el resto de la clase, al final va a ser el diferente. Es difícil ir a contracorriente. Y, además, cada familia tiene sus necesidades", expuso en rueda de prensa este martes al ser preguntada por el asunto. A su lado se encontraba Teresa Hernández Jiménez, coordinadora a nivel nacional del sindicato, que mencionó el ejemplo de un centro en el que se había prohibido incluso para el equipo docente y el resultado fue una mejora de la convivencia.

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