Más educación, ampliar los recursos y luchar contra la prostitución: los retos de Igualdad para hacer frente a las violencias machistas

El 25 de noviembre se conmemora el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres.
El 25 de noviembre se conmemora el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres.
Henar de Pedro
El 25 de noviembre se conmemora el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres.

Nueva legislatura, nuevo Ministerio de Igualdad, nuevos retos. Este 25 de noviembre se conmemora el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, apenas cuatro días después de que la nueva titular de Igualdad, Ana Redondo, asumiese su nuevo cargo al frente del Ministerio. Recogía el martes la cartera de manos de su predecesora, Irene Montero, quien durante los últimos cuatro años impulsó iniciativas como la reforma de la ley del aborto o la ley del 'solo sí es sí' que, pese a toda la polémica en la que se vio envuelta, teje una red de apoyo y reparación sin precedente para las víctimas de violencias sexuales. Pero quedan todavía muchas batallas por librar en la erradicación de las violencias machistas —como la violencia digital, el negacionismo machista de los más jóvenes, la explotación sexual o el aumento de feminicidios—, y estará en manos de Redondo abordarlas.

"En los últimos años ha habido avances, pero hasta que no haya un cambio estructural en la sociedad siempre van a quedar cosas por hacer", asegura a 20mintuos Inés Morales, de la Comisión 8-M. En un contexto de creciente negacionismo de la violencia machista y de reacción a las políticas feministas, la educación es clave. "Hay que insistir en la educación y desarrollar políticas para hombres sobre nuevas masculinidades. Tendríamos que tratar de evitar lo que está pasando con la gente más joven; esa llamada a la virilidad que hacen desde los sectores de ultraderecha", defiende el ex delegado del Gobierno contra la Violencia de Género, Miguel Lorente. 

El problema entre la juventud es evidente: uno de cada cuatro hombres de 15 a 29 años considera que la violencia de género no existe o es un invento ideológico, según un informe reciente de la Fundación Fad. Además, las agresiones sexuales entre menores han aumentado considerablemente en los últimos años: un 116% en el último lustro, según la Fiscalía. "Cuando vamos a los colegios a dar una formación, los chicos nos reciben de una manera más negativa, tienen una reacción contra el feminismo. El género en una palabra que les produce urticaria", explica Marián Gómez, formadora en la Comisión para la Investigación de Malos Tratos a Mujeres (Cimtm), Marián Gómez.

De ahí la importancia de garantizar una educación sexual en los colegios. La ley del 'sí es sí' ya contempla medidas en este sentido, pero las organizaciones denuncian falta de recursos y poca continuidad. "Estamos siendo David contra Goliat", alerta Gómez, quien incide también en que las tecnologías "han sido un motor de aceleración a la hora de no saber informarse de estos temas". 

Internet es también una amenaza, ya no solo por la influencia que el consumo precoz e inconsciente de la pornografía está teniendo sobre los jóvenes —que también—, sino porque ya se usa como una herramienta para ejercer otro tipo de violencia: la digital. "Es un reto que debemos afrontar, sobre todo si tenemos en cuenta que la mayoría de las afectadas son jóvenes y adolescentes", incidió el miércoles Ana García León, fiscal de Sala jefa de la Secretaría Técnica.

Que las víctimas confíen en las instituciones

Pero la formación no puede quedarse en los colegios. Según las organizaciones feministas, todavía hay una falta de sensibilidad dentro de las instituciones que atienden a las mujeres, con especial incidencia en el ámbito judicial. No es más que garantizar la confianza de las víctimas en el sistema para que puedan pedir ayuda. Ya lo advirtió el pasado miércoles la fiscal de Sala de Violencia sobre la Mujer, Teresa Peramato, cuando señaló que, pese a que se estableció la obligatoriedad de que el poder judicial reciba formación especializada, "el plazo acabó el 7 de octubre y todavía no se ha hecho". 

En ese sentido, Lorente defiende una mejora de la valoración del riesgo de las víctimas de violencia de género. Según cuenta, los instrumentos están todavía enfocados a una violencia muy física y muy larga. "No siempre es el golpe físico el que genera el riesgo", incide el ex delegado del Gobierno, que también considera que la actuación forense debería hacerse sobre el agresor y no sobre la víctima, como se hace ahora. 

Más de 1.200 mujeres han sido asesinadas por sus parejas o exparejas desde 2003. Este año ha sido especialmente trágico: ya en septiembre, el total de feminicidios superó al total de 2022. Según los últimos datos, en lo que llevamos de 2023 han sido asesinadas 52 mujeres (13 más que el mismo periodo del año pasado).

En el acuerdo entre el PSOE y Sumar, se pactó fomentar la detección de casos a través del sistema sanitario. Esto último es algo a lo que viene urgiendo Lorente hace años: "Es esencial hacer un cribado y un diseño de respuesta a través de todas las especialidades de la atención sanitaria. Sobre todo en obstetricia y ginecología, que es donde las mujeres tienen un mayor nivel de intimidad y confianza", sostiene.

Abordar la prostitución

Además, para Lorente no se puede abordar la violencia machista sin hablar de prostitución. Tanto en la anterior legislatura como en esta, el objetivo del Ejecutivo es claro: si no abolir, por lo menos luchar contra la trata con fines de explotación sexual. Hubo incluso un anteproyecto de ley que estuvo a punto de ser debatido en sede parlamentaria, pero que quedó paralizado por el adelanto electoral. 

"Esperamos que en esta legislatura se avance y salga una ley que ponga la prostitución al mismo nivel que la violencia de género. Que se den también más recursos para las mujeres en situación de prostitución y las asociaciones que trabajamos con ellas. Y eso tiene que venir acompañado de un cambio en la conciencia social a la prostitución, que por desgracia está muy normalizada en España", subraya Marián Gómez, de la Cimtm.

Un nuevo Pacto de Estado contra el machismo

Queda pendiente también la renovación del dictamen del Pacto de Estado contra la Violencia de Género. Todos los grupos, salvo Vox, renovaron su compromiso en 2021 respecto al texto que salió adelante de forma unánime en 2007. La violencia digital, la vicaria o la económica son algunas de las novedades que están sobre la mesa para incluir en el nuevo dictamen. 

Según Lorente, ese primer pacto nació "insuficiente", pues considera que tendría que haberse enfocado como un consenso frente al machismo, y no exclusivamente contra la violencia de género. "Ahora es el momento de cambiarlo. El problema es el machismo, no la violencia de género. Igual que en un atentado el problema de base es el terrorismo y no el atentado en sí", defiende.

Desarrollar leyes como el 'sí es sí' o el aborto

Otra de las tareas que tendrá que acometer, o por lo menos garantizar, el nuevo Ministerio de Igualdad es el desarrollo legislativo pendiente de las leyes impulsadas en la anterior legislatura. La ley del 'solo sí es sí', por ejemplo, contemplaba la creación de los llamados centros de crisis 24 horas para las víctimas de violencias sexuales. Las comunidades tenían hasta finales de año para abrirlo, pero, tras alegar muchas de ellas problemas con su apertura, el Ejecutivo acordó ampliar el plazo hasta diciembre de 2024.

La nueva ministra deberá velar igualmente por el cumplimiento de las medidas de la reforma de la ley del aborto, que contemplaba un registro de objetores para garantizar este derecho en todos los hospitales públicos. Algo que, según denuncian varias organizaciones, no se está cumpliendo. 

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