Una de las frases que más se han destacado últimamente de Óscar Puente (Valladolid, 1968) ha sido la que le dijo a Alberto Núñez Feijóo en el debate de investidura que protagonizó el 'popular' y que terminó siendo infructuosa: "De ganador a ganador". Si ahora repitiera la misma oración, debería cambiar el final: "De ganador a ministro". Porque Puente es el elegido por Pedro Sánchez como nuevo titular de la cartera de Transportes y Movilidad Urbana en sustitución de Raquel Sánchez, que sale del gabinete. Como principales retos: el traspaso de Rodalíes a la Generalitat de Cataluña o la eliminación de los vuelos nacionales que tengan una alternativa en tren de menos de 2 horas y media de duración, punto acordado por el PSOE y Sumar en el pacto de coalición.
En la comparecencia que dio este lunes para informar de los cambios en el Ejecutivo, el presidente ya avisó de que se trataba de un Gobierno "de alto perfil político" para una legislatura "de alto perfil político". Puente entra dentro de esas características. Sus propios compañeros reconocen que es idóneo para los debates broncos y él asegura que los disfruta. Sin ir más lejos, en 2018 comparó a Carles Puigdemont -hoy sostén del Gobierno- con el asesino Charles Manson. "Da la sensación de que les tiene a todos metidos en una habitación y que van a un suicidio colectivo", apuntó en una entrevista en la Cadena SER.
Por todo ello es imposible no compararle con José Luis Ábalos, que fue uno de los escuderos clave de Sánchez desde que se alzó con la Moncloa en 2018 hasta 2021, cuando salió del núcleo de poder junto a Carmen Calvo e Iván Redondo, que hasta entonces habían ejercido como vicepresidenta primera y ministra de la Presidencia y jefe de Gabinete, respectivamente. Además de que Ábalos también fue ministro de Transportes, las similitudes entre ambos no terminan ahí, puesto que su perfil es parecido.
Seguramente, Puente actúe ahora como parapeto del presidente, algo que hizo el exministro en su etapa gubernamental. Da la casualidad de que Ábalos fue quien ejerció como portavoz del PSOE -sin serlo- en la moción de censura a Mariano Rajoy que terminó aupando a Sánchez al poder en 2018. Puente hizo lo propio en el debate de investidura fallido que protagonizó el ya líder de la oposición a finales del mes de septiembre.
Aquella apuesta convenció al partido y al presidente, que quedó muy satisfecho con su papel. De hecho, fue elegido para "echar por tierra" el discurso de Feijóo de que el ganador de las elecciones es el que más votos tiene, no el que puede armar una mayoría parlamentaria para formar gobierno, como marca la Constitución Española. Puente ocupó la Alcaldía de Valladolid entre 2015 y 2023. Este año, la ola azul de las municipales y autonómicas le retiró del puesto. Obtuvo más apoyo que el candidato del PP, pero la única suma posible era la del actual alcalde, Jesús Julio Carnero, con Vox.
Licenciado en Derecho por la Universidad de Valladolid, cuenta con una gran experiencia en la vida política y de partido, otra de las características que el presidente del Gobierno quiere premiar en su nuevo Ejecutivo. Comenzó su militancia en el PSOE en 1990 y su aventura como concejal en 2007. Antes, había participado en la vida política de la capital castellanoleonesa desde 2004 por el PSOE, siendo Vicesecretario General de la Ejecutiva Provincial de Jorge Félix Alonso. También fue presidente de la Red Española de Ciudades Saludables de la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP) desde noviembre de 2015.
También ejerció como portavoz de la Ejecutiva Federal, pero no aguantó más de dos ruedas de prensa. Fuentes de la dirección del partido aseguran que no le apartaron, sino que decidió centrarse en su faceta de alcalde. Así las cosas, dio el salto al Congreso tras perder el bastión de mando y como beneficiado del 'gesto' de Sánchez de traerse consigo a cargos de su partido que perdieron el poder en las municipales del pasado mes de mayo por el desgaste del Gobierno de coalición. Un gesto que hoy se agranda todavía más.
En su nueva cartera, Puente podrá continuar con las políticas a favor de la bicicleta que hizo suyas cuando gobernó Valladolid. Además, tendrá que gestionar la cesión de Rodalíes a la Generalitat, punto acordado con ERC para cerrar su apoyo a la investidura de Sánchez; y "la reducción de los vuelos domésticos en aquellas rutas en las que exista una alternativa ferroviaria con una duración menor de dos horas y medias", un punto acordado entre PSOE y Sumar pero que solo cumplen los trayectos Madrid-Valencia y Madrid-Alicante.
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