Los nacionalistas vascos, como ya hicieran los catalanes el miércoles, quieren dejar claro al presidente Pedro Sánchez que dependerá de sus votos en esta legislatura para sacar adelante su agenda legislativa. Pero, a diferencia de lo que hicieron ERC y Junts, que fueron muy agresivos en sus advertencias, EH Bildu y PNV rebajaron mucho el tono y prometieron a Sánchez estabilidad para su Ejecutivo siempre y cuando respete los acuerdos alcanzados. “Nosotros cumplimos con la palabra dada, con el mandato de muestro pueblo, sin especulaciones, sin amagos y sin advertencias”, dejó claro la portavoz abertzale Mertxe Aizpurua.
EH Bildu y PNV fueron los dos primeros grupos parlamentarios que intervinieron en la segunda y última jornada del debate de investidura del que Pedro Sánchez saldrá, con toda probabilidad, reelegido presidente del Gobierno con el apoyo de estas dos formaciones, entre otras. Y ambos partidos, sumidos en su propia dinámica de competición por la hegemonía del espacio nacionalista en el País Vasco, fueron muy claros a la hora de recordar a Sánchez que la legislatura dependerá de que el nuevo Ejecutivo pueda conservar sus apoyos. “Con la misma convicción que le decimos que podrá contar con nosotros para conquistar derechos y libertades, le decimos que no lo hará para retroceder en ellos”, le planteó Aizpurua.
La portavoz de EH Bildu dio, durante todo su discurso, una de cal y otra de arena. Primero dijo a Sánchez que le investirá por una "cuestión de principio: cumplir el mandato que el pueblo vasco transmitió con su voto el 23 de julio", que fue "frenar el acceso de las extremas derechas al Gobierno del Estado". Pero, poco después, le recordó que "no hay Gobierno de progreso en este Estado sin la concurrencia de las fuerzas soberanistas de Euskal Herria, Cataluña y Galicia". Y le advirtió que solo "la asunción de la realidad plurinacional del bloque" que lidera el PSOE "puede sostener la investidura y la legislatura".
En las reivindicaciones de EH Bildu tampoco hubo grandes novedades. "Nuestro único interés es avanzar en los derechos nacionales de nuestro pueblo y mejorar la vida de la ciudadanía, compartiendo, además, esas mejoras con las clases populares y trabajadoras del Estado", resumió Aizpurua. O, en román paladino, que la formación abertzale considera imprescindibles para esta legislatura tanto reformas en el modelo territorial como seguir poniendo en marcha medidas sociales.
La máxima aspiración de esa reforma territorial, para EH Bildu, sería la consecución de un referéndum de independencia en el País Vasco y una república vasca, y de ahí que Aizpurua asegurase que "esta debe ser la legislatura de la plurinacionalidad" y el momento "para abrir nuevos caminos que otros Estados como el Reino Unido y naciones como Escocia ya están recorriendo: el de la democracia". Pero los abertzale son conscientes de que la movilización independentista en Euskadi es muy inferior a la de Cataluña, y por ello la portavoz matizó que ese camino debe recorrerse "sin prisas ni ansiedades" y "con visión y paciencia estratégicas".
Ante esa petición, la respuesta de Sánchez fue la misma que ya le diera a ERC y Junts el miércoles: los límites del PSOE son y serán los que establece la Constitución. "La Constitución debe ser el marco para cualquier desarrollo del debate democrático", y además "dispone de los resortes para abordar debates como el que usted plantea", señaló el presidente del Gobierno, que sí afirmó, no obstante, que la norma debe interpretarse conforme al momento político actual.
A diferencia de EH Bildu, el PNV no pidió a Sánchez un referéndum de autodeterminación, sino que complete el traspaso de competencias del Estado a la Comunidad Autónoma Vasca que ha pactado. "La mayoría de los compromisos tienen una fecha máxima de cumplimiento, y no se le pide nada que no posibiliten las leyes, nada que no sea posible con voluntad política", planteó el portavoz nacionalista Aitor Esteban, que afeó que la derecha se "rasgue las vestiduras sobre la transferencia de la gestión del régimen económico de la Seguridad Social". "¿Qué quieren decir? ¿Que la disposición transitoria quinta del Estatuto de Gernika no significa nada? Esto ha sido refrendado por el pueblo vasco, votado por las Cortes y promulgado por el rey", recordó.
Asimismo, en la cuestión territorial, Esteban aseguró que el PNV valora "muy positivamente el reconocimiento, firmado por el presidente, de que una mayoría de la población vasca desea verse reconocida como nación y la voluntad expresada de dialogar y negociar sobre ese punto". Y recordó que su formación política lleva ya años planteando la necesidad de aprobar un nuevo estatuto de autonomía, puesto que "el Estatuto de Gernika fue el primero aprobado tras la constitución, en 1979". "Ya es hora de que podamos abordar una ampliación, fundada, eso sí, en amplias mayorías en Euskadi y en el acuerdo con el Estado", señaló.
Comentarios