Sánchez afronta su día D tras el susto de Junts y después de un debate que confirma la dificultad de su legislatura

El candidato socialista a la Presidencia del Gobierno, Pedro Sánchez, se ha comprometido este miércoles con Junts a cumplir el pacto suscrito con su formación y le ha garantizado que en esta legislatura se darán pasos para la resolución definitiva del conflicto catalán.
El candidato socialista a la Presidencia del Gobierno, Pedro Sánchez, se ha comprometido este miércoles con Junts a cumplir el pacto suscrito con su formación y le ha garantizado que en esta legislatura se darán pasos para la resolución definitiva del conflicto catalán.
El candidato socialista a la Presidencia del Gobierno, Pedro Sánchez, se ha comprometido este miércoles con Junts a cumplir el pacto suscrito con su formación y le ha garantizado que en esta legislatura se darán pasos para la resolución definitiva del conflicto catalán.
La portavoz de Junts per Catalunya, Miriam Nogeras (i), durante el primer día del debate de investidura de Pedro Sánchez en el Congreso.
EP - EFE

Quienes en Ferraz auguraban la noche electoral del pasado 23 de julio que habría nuevas elecciones se equivocaban. Razones para pensarlo, eso sí, no les faltaban. Porque la primera sesión de investidura de Pedro Sánchez, todavía presidente del Gobierno en funciones, demostró que, por mucho pacto que se haya firmado, Junts es una formación impredecible. O hace que lo es, que en política viene a ser lo mismo. Los de Carles Puigdemont, expresident de Cataluña ahora fugado de la Justicia, quisieron meter el susto en el cuerpo a los socialistas a última hora de ayer poniendo en riesgo su 'sí' a la investidura al estar "molestos" con el discurso que hilvanó el presidente. Y parece ser que ese será el escenario que le espera al Gobierno de coalición que, previsiblemente, saldrá este jueves del Congreso de los Diputados con cada ley que quieran aprobar.

"Durante esta legislatura daremos pasos para resolver definitivamente este conflicto". Con esta frase terminó Sánchez la primera sesión de su investidura, que tuvo más de ocho horas de debate parlamentario. El "conflicto" al que se refería es al que existe, según PSOE y Junts, entre España y Cataluña, que lleva marcando más de una década la política española y parece que seguirá haciéndolo durante esta legislatura. El presidente habló mucho sobre la autonomía dirigida ahora por Pere Aragonès (ERC) y también de la investidura.

Fueron las referencias de Sánchez al proceso independentista, a la situación en Cataluña y a la amnistía como "perdón" las que airaron a los de Puigdemont, que amenazaron con abstenerse este jueves y mandar a Sánchez a una segunda votación. En la primera votación es necesario que el candidato cuente con una mayoría absoluta. Si no, quedaría relegado a una segunda votación que se celebraría 48 horas después -es decir, el sábado- y en la que entonces le valdrían más síes que noes. Se lo reprochó Míriam Nogueras, portavoz 'juntera', en la tribuna mientras insistía en la "desconfianza" que rige las relaciones entre dos partidos que no tenían comunicación alguna antes de los comicios del pasado julio.

Eso sí, todas las fuentes consultadas admiten su poca preocupación al respecto. Creen que entra dentro de la escenificación de Junts, un escenario que también defienden desde ERC, su gran rival por la hegemonía del independentismo catalán y a quien necesitan dejar por abajo cada vez que puedan. Y aquí entra otra vez la importancia del relato en política. "Yo los llamo 'confeti Junts'; no me creo que alguien todavía pueda hacerles caso", decía un diputado republicano. 

Da la casualidad de que Junts y ERC coincidieron en un mismo mensaje que lanzaron al candidato. "No pruebe a jugar a la suerte con nosotros", le dijo Nogueras justo después de que Gabriel Rufián, portavoz de ERC, le pidiese "no jugársela". Como reconocía hace días un ministro, los socios vascos -es decir, PNV y EH Bildu- están "más comprometidos" con la gobernabilidad y los catalanes intentarán demostrar todo el rato que de ellos depende el futuro de Sánchez.

Esto último no parece inquietar mucho al presidente. No, al menos, según su entorno, que resta importancia al pequeño susto y pone las luces largas y se felicita del discurso que dio Sánchez ayer. Para Moncloa, cumplió "todas las expectativas" porque presentó un programa de gobierno "concreto" con "políticas potentes", como la ampliación de la rebaja del IVA de los alimentos hasta junio de 2024, la habilitación de 183.000 viviendas públicas para alquiler asequible o el transporte público gratuito para niños, jóvenes y desempleados.  Todo ello, "frente a la nada y al retroceso", como definen colaboradores del presidente a la alternativa formada por Partido Popular y por Vox. Además, fijan contra Alberto Núñez Feijóo, presidente del PP, sus críticas, al asegurar que es "el rostro de la frustración por su incapacidad de llegar a la presidencia".

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