El Consejo Escolar de Cataluña analiza cómo regular el uso del teléfono móvil tras la presión de familias y profesores

Una profesora de la escuela Gem de Mataró devuelve los móviles a sus alumnos de 1º de ESO una vez acabadas las clases.
Una profesora de la escuela Gem de Mataró devuelve los móviles a sus alumnos de 1º de ESO una vez acabadas las clases.
ACN
Una profesora de la escuela Gem de Mataró devuelve los móviles a sus alumnos de 1º de ESO una vez acabadas las clases.

La presión ejercida por familias y escuelas ha hecho que el departamento de Educación de la Generalitat reaccione y acceda a que los centros educativos regulen el uso de los teléfonos móviles para el próximo curso escolar, a partir de un informe que elaborará el Consejo Escolar de Cataluña en una reunión extraordinaria que se celebrará este jueves 16 de noviembre.

Está previsto que los debates definitivos sobre su regulación se lleven a cabo a finales de 2023 y que la instrucción de Educación se ponga en marcha en las primeras semanas de 2024. 

Actualmente, ya son más de 8.000 familias en Cataluña las que se han unido a un canal de Telegram con el objetivo de promover un uso responsable del teléfono móvil en sus hijos, tanto en el entorno familiar como en el educativo. 

Tal es el punto en el que se encuentra la iniciativa, que muchos de ellos ya han decidido no ofrecerles este dispositivo hasta la edad mínima de 16 años.

El inicio del proyecto

Todo esta presión de familias y escuelas nació el curso pasado, después de que un grupo de padres y madres de la escuela Can Manent de Cardedeu vio como casi la mitad de compañeros de sus hijos ya disponía de teléfono móvil con apenas 12 años.

A día de hoy, desde los equipos directivos de las escuelas de esta localidad del Vallès Oriental, se está intentando que la iniciativa se haga posible cuanto antes y se aplique en todo el municipio.

De Cardedeu a Girona

"Si los niños necesitan venir a nuestro local para llamar a sus familias, no les pondremos ningún impedimento", ha confesado Lidia Gelabert de Tot Sona Records (establecimiento de Cardedeu) a 20minutos, después de saber que algunas asociaciones de padres se habían dirigido a establecimientos de la zona para comunicarles de la iniciativa puesta en marcha.

La propuesta ha conseguido llegar también a Girona, donde desde la escuela Castellum aseguran "estar en la fase inicial de la iniciativa". El colegio ha explicado a este diario que todo empezó en una de las comisiones con los padres de sus alumnos: "Salió el interés de estar bien informados y preparados sobre las pantallas en los infantes, y nos pareció genial poder hablarlo".

Pese a que aseguran que desde la escuela quieren acompañar en este proceso, confiesan que la iniciativa está llevada principalmente por las familias: "Salió de ellas, aunque algunos profesores creímos que la idea podía ser muy buena". De esta manera, parte de ellos decidieron añadirse a la causa.

Charlas informativas y una actuación preventiva

La escuela gerundense empezó a preocuparse de este impacto, cuando el año pasado vio como algunos de sus alumnos de primaria disponían de dichos dispositivos móviles y los traían consigo a la escuela. "No teníamos constancia de ello hasta ese entonces. No lo entendíamos, ya que la normativa de la escuela prohíbe totalmente el uso de teléfonos móviles por parte de los alumnos", explican desde Castellum.

A su vez, confiesan que si actualmente ven a estudiantes con móviles, se los requisan durante ese día en dirección: "Es una actuación preventiva que cada vez llevamos más a cabo", explican. También comentan que ofrecen charlas informativas por parte de los Mossos sobre el uso responsable de los móviles y los peligros existentes tras las redes sociales.

Una era tecnológica

Por otro lado, Noelia Reyes, docente de la escuela Jesús María de Badalona y madre de dos niños, confiesa a este diario su gran preocupación ante el uso excesivo de dichos dispositivos en los infantes. "En los cursos en los que trabajo (5° y 6° de primaria), cada vez hay más problemas de relación entre los alumnos. Muchas veces están relacionados con alguna aplicación del móvil o con conversaciones que surgen por grupos de WhatsApp", explica.

Y es que este dispositivo se utiliza en muchas ocasiones "para excluir, ridiculizar, hablar mal, insultar o intimidar" a alguno de sus compañeros, explica la profesora del colegio, quien pese a saber que muchos de estos problemas pasan fuera del entorno escolar, en repetidas ocasiones se traslada al centro.

Excluir, ridiculizar, hablar mal, insultar o intimidar"

Por otro lado, "la socialización también ha cambiado". Las relaciones entre los preadolescentes ya no es 'in situ', sino que ahora quedan por diferentes plataformas para hacer trabajos de grupo. "Ya no se reúnen como se hacía antes. La relación entre iguales se ha perdido", confiesa la docente, preocupada ante este cambio.

Presión social

Cada día se incrementa la cifra de infantes que se ven presionados por una sociedad que les "obliga" a estar dentro de los estándares sociales aceptados actualmente, lo que viene a recordar a la teoría de la espiral del silencio de la difunta periodista alemana Noelle-Neumann.

Ella defendía en esta idea que la mayor parte de las personas tienen miedo al aislamiento y a manifestar sus opiniones, lo que les hace sumarse a la opinión mayoritaria o consensuada para formar parte de la opinión pública.

Esta teoría se puede ver reflejada actualmente entre los más pequeños, los cuales, son excluidos en muchas ocasiones si no disponen de un teléfono móvil a su alcance. Son "los raros" a ojos de los demás, explica Reyes. 

La iniciativa también busca aquella igualdad entre los infantes para que no se vean discriminados ante aquello que es "lo normal" en la sociedad. De esta manera, si cada vez más escuelas y asociaciones de familias consensúan esta idea, llegará un punto en el que un niño no se verá excluido del grupo por este hecho. 

Los expertos lo tienen claro

Reyes, también opina que el hecho de tener acceso a este dispositivo supone que "la frustración se vea alterada" cuando no se pueda disponer de él, puesto que es una herramienta que ofrece una "increíble inmediatez". Ante este hecho, Adriana Reyes, psicóloga experta en emociones, también afirma estar de acuerdo.

La profesional explica que "preocupa mucho" que los adolescentes hagan un uso excesivo de estos dispositivos en dicha era digital. "A nivel cerebral, el desmesurado tiempo frente a las pantallas ha demostrado interferir en el desarrollo cognitivo de concentración de los infantes", asegura, ya que dice afectarles "en su rendimiento académico y en la resolución de problemas, como bien, en la relación interpersonal con los demás".

El hecho de limitar las distracciones digitales, "fomenta la participación en clase, la conversación entre compañeros y el poder resolver problemas sin una interrupción constante del teléfono móvil", afirma la experta, quien garantiza que los padres y profesores de los infantes son "un papel crucial" en el establecimiento de límites y en la proporción de orientación.

"Lo que se ve en redes sociales, no es real"

Por otro lado, Sara Navarrete, psicóloga y directora de los centros de psicología clínica y de la salud de Valencia y Barcelona, cree que la iniciativa "es muy positiva", ya que desde el centro, se han encontrado con casos de "jóvenes que sufren adicción".

Y es que, según ha afirmado la psicóloga en una entrevista a 20minutos, antes de "esta revolución del móvil", cuando un joven se ponía frente a la televisión, tanto sus padres como profesores podían estar a su lado "para orientarlos y generales un comportamiento más crítico".

A estas alturas, Navarrete cree que esta esencia se ha perdido. Ahora "no hay ningún adulto a su lado para explicarles que aquello que se ve en redes sociales, no es real, sino que es una realidad modificada", comenta.

Expuestos a imágenes inadecuadas a su edad

Los expertos cada vez se posicionan más a favor de esta iniciativa. Francisco Villar, doctor en Psicología y especialista en suicidio en la infancia y en la adolescencia, también ha afirmado a este diario "que un niño no está preparado para manejar el potencial que ofrece la actual era tecnológica".

Villar, escritor de la obra Com les pantalles devoren els nostres fills, lo tiene claro: "Si a una fruta la golpeas repetidas veces, parecerá que ha madurado, en cambio, si la abres, verás que por dentro no se ha acabado de hacer". Y es que, según Villar, lo mismo pasa con los niños.

Un infante está constantemente expuesto "a una gran cantidad de imágenes que no son normales, como bien, el porno", a lo que por "las cosas que ve" puede parecer "ser alguien maduro", pero que al indagar dentro de él, "se verá que en realidad no es así".

Soledad y ansiedad

Según el experto, "estamos ante una sociedad que cree que las nuevas generaciones son de cristal", pero lo cierto es, "que no es así". Villar afirma que los jóvenes de hoy en día están expuestos a mucho, lo que, sin pensarlo, muchas veces les lleva a hacer "cosas inimaginables". Por este motivo, cree firmemente en que "se necesitan franjas de referencia para el uso de estos dispositivos" y que, "de ninguna manera, debe ser antes de los 16 años".

Villar recuerda que los niveles de soledad y ansiedad, "nunca habían estado tan altos como hasta ahora", por lo que el hecho de tener "dos mil amigos en Instagram, no hace que tengas dos mil amigos en la realidad". Tal como afirma el psicólogo, los menores "no necesitan recursos, sino oportunidades", por lo que la pregunta que debería replantearse la sociedad, es la de: "¿Por qué motivos deberíamos darles teléfonos móviles a los niños?"

Aceptación social y superficialidad

La psicóloga Alba López Caballero, cree que el hecho de retrasar la edad de inicio en estos dispositivos "favorece al desarrollo de otras habilidades más necesarias, como las habilidades sociales en persona". Y es que el hecho de sumergirse en las redes sociales, conlleva que la autoestima de muchos adolescentes se base "en una aceptación social y en valoraciones artificiales a la espera de una recompensa", como serían los likes de una publicación.

Que los niños estén expuestos a unos referentes sociales que no son los cercanos a esa persona, como bien sería la propia familia o sus amistades, "lleva a que ese filtro pueda verse afectado", ya que los infantes, "no son suficientemente críticos para diferenciar qué información es la adecuada y cuál no la es", explica la colegiala.

Si bien, "es muy difícil establecer una edad idónea para este uso, sí es importante que se haya dado el tiempo necesario para que los niños hayan tenido experiencias que les proteja de esos factores de riesgo", comenta López, quien cree plenamente en que "si la familia nunca ha puesto límites y ahora quiere poner, costará, pero se podrá lograr", confiesa, afirmando que siempre se está a tiempo de "reentrenarse".

Controversia en la iniciativa

Por la red social X, las opiniones no han tardado en salir. Y es que parece ser que la iniciativa no ha acabado de contentar a todo el mundo. Un usuario de la plataforma, @juandoming, manifiesta que el móvil, “no es el problema”, puesto que todo es “cuestión de educación”.

De la misma manera, @nuriatg comparte la opinión de @juandoming. “Se trata de educar en su uso, el momento y su contenido”. A lo también que se añade @maito76, quien asegura que el problema “es que los padres no saben configurar ese móvil para que los niños le den un buen uso”, puesto que “dar un móvil bien configurado, no es malo”, sino que incluso “es bueno para ellos”.

Por otro lado, @RosahL52 confiesa que “prohibir nunca ha dado buenos resultados en nada”, por lo que la mejor opción sería la de educar en su uso, incluso “a la población, no solo a los niños”.

Mostrar comentarios

Códigos Descuento