Puigdemont lleva la negociación con el PSOE al límite y el PP aventura un "calvario" para Sánchez

El president de la Generalitat, Carles Puigdemont, y el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, en Palau.
Puigdemont y Pedro Sánchez, en una foto de archivo.
Mateos P. / ACN
El president de la Generalitat, Carles Puigdemont, y el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, en Palau.

Pedro Sánchez tenía apuntada en su agenda la semana que viene con un evento central: su investidura para una nueva legislatura, con él como presidente y un rosario de partidos sosteniendo su Gobierno. Pero el último pivote que el líder socialista necesita para apuntalar su proyecto no termina de afianzarlo. Y sin él, toda la estructura se vendría abajo.

Este pivote es el apoyo de Junts per Catalunya (JxCat), cuyos siete votos en el Congreso son decisivos para Sánchez. El expresidente autonómico catalán, Carles Puigdemont, fugado en Suiza desde los oscuros días del procés, tiene la sartén por el mango y a finales de esta semana, cuando todos en el PSOE pensaban que tendrían su sí (a un altísimo precio, en todo caso), ha vuelto a aumentar sus exigencias y así, como mínimo, rompe el esquema de fechas que Sánchez tenía en su cabeza.

Hay varios factores por los que Carles Puigdemont está llevando al límite su negociación con los socialistas. Uno de los que más pegado a la actualidad de la semana es la escenificación del acuerdo con el otro gran partido independentista catalán, Esquerra Republicana (ERC). Este viernes, Félix Bolaños (PSOE) y Oriol Junqueras (ERC) firmaban muy sonrientes un acuerdo, que, además de la amnistía, incluye una quita de la deuda catalana de 15.000 millones de euros o el traspaso de las competencias ferroviarias a la comunidad autónoma de Cataluña.

En el seno del secesionismo catalán hay también rivalidad y Junts no quiere ser perder el papel protagónico, más aún cuando las encuestas están premiando su resistencia ante los ruegos socialistas. De hecho, ya ha habido cruces de reproches entre Junts y ERC, donde unos hablan de "amnistía para vips" y otros que una ley de amnistía bien hecha "no lleva nombres".

Que ERC se anotara este tanto frustró cualquier posibilidad de que esta semana se cerrara un acuerdo entre Junts y el PSOE. Y estuvo muy cerca, ya que el viernes, Puigdemont llegó a convocar a sus bases y a la prensa, convocatoria que fue retrasada y finalmente cancelada. El propio expresidente fugitivo realizó en redes sociales un llamamiento a la "prudencia" y a las "precauciones".

Más allá del 'ataque de cuernos' de Junts tras el acuerdo de PSOE y ERC, hay unas exigencias de los nacionalistas radicales que son las que han frenado el acuerdo, en concreto acerca del alcance de la amnistía. Entre otras cosas, Junts quiere incluir a Laura Borràs, expresidenta del Parlamento autonómico catalán, condenada en marzo a cuatro años y medio de cárcel y 13 de inhabilitación por trocear contratos mientras dirigía la Institució de les Lletres Catalanes para poder adjudicarlos a dedo.

Pero pese al nerviosismo que genera la posición de Puigdemont, en el PSOE están confiados. Otro espaldarazo llegó el sábado por la noche: el 87% de la militancia socialista respalda el acuerdo del PSOE de amnistía a cambio de investidura, pese a que la pregunta formulada por la dirección socialista no la nombra.

En cualquier caso, las últimas informaciones de este domingo apuntan a que la negociación se ha reconducido tras el berrinche de Junts por el acuerdo con ERC. 

La agencia Europa Press informa de que este fin de semana ha servido para que socialistas y Junts hayan retomado los contactos con el objetivo de enderezar las negociaciones, aunque el PSOE se encuentra nuevas exigencias, entre las que destaca la presencia de un "mediador internacional"

El PP augura un calvario

Por su parte, el Partido Popular sigue usando toda su artillería para criticar el acuerdo del PSOE con los secesionistas catalanes a cambio de la investidura, no solo en actos oficiales del partido, sino también en la calle.

El PP considera que aun en el caso de que Sánchez consiga ser investido, su hipotética legislatura será "un calvario" en el que apenas podrá legislar, atenazado por las exigencias de todos y cada uno de los partidos que le están exigiendo.

Este domingo, Alberto Núñez Feijóo lidera un acto en Valencia contra estos acuerdos, que contará con varios cargos de la formación, y que será a semejanza de los que se han llevado a cabo días atrás en otras ciudades, como Málaga.

Además, aunque no de manera oficial, el PP ha estado presente en las dos protestas organizadas por redes sociales y celebradas ante la sede del PSOE en la calle Ferraz, que contó con la presencia de miles de personas viernes y sábados, ante una fuerte presencia de antidisturbios.

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