Armengol retrasa el anuncio de la fecha para el debate de investidura de Sánchez tras el escollo en la negociación con Junts

  • El PSOE ha decidido no meter más presión a unas conversaciones que atraviesan una fase delicada.
  • La Mesa del Congreso habilita todos los fines de semana de noviembre para celebrar plenos por si las conversaciones se alargaran.
La presidenta del Congreso, Francina Armengol, y el resto de miembros socialistas de la Mesa.
La presidenta del Congreso, Francina Armengol, y el resto de miembros socialistas de la Mesa.
EFE
La presidenta del Congreso, Francina Armengol, y el resto de miembros socialistas de la Mesa.

Los problemas de última hora para cerrar la negociación entre el PSOE y Junts vuelven a retrasar la fijación de la fecha del debate de investidura de Pedro Sánchez. Pese a que, en principio, se preveía que este viernes por la mañana la presidenta del Congreso, Francina Armengol, pudiera anunciar la celebración de dicha sesión durante la semana que viene, el PSOE ha decidido no meter más presión a unas conversaciones que atraviesan una fase delicada. Nadie descarta, no obstante, que la fecha pueda fijarse en las próximas horas o días: por ahora, el plan con el que trabajan los socialistas sigue siendo el de celebrar la investidura la semana que viene, aunque para ello deberán cerrar antes el acuerdo con Junts.

Sin embargo, para cubrirse las espaldas ante cualquier escenario, incluido el de un bloqueo de las negociaciones hasta el final del plazo el próximo día 27, la Mesa del Congreso ha aprobado habilitar los sábados y los domingos de todo el mes de noviembre para que puedan celebrarse plenos, de ser necesario. La decisión, que ya se adoptó en la anterior legislatura y también cuando se negociaba la investidura de Mariano Rajoy en 2016, fue tomada con los votos a favor de PSOE y Sumar y la abstención del PP, que se encuentra en minoría en el órgano de gobierno de la Cámara Baja.

Los populares llevan casi un mes reclamando a Armengol que fije ya la fecha del debate de investidura de Pedro Sánchez, y han cargado muy duramente contra la "dejación de funciones" que, en palabras de la portavoz del PP Cuca Gamarra, estaría haciendo la presidenta del Congreso. Gamarra ha llegado incluso a calificar a Armengol de "marioneta" del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y del líder de Junts, Carles Puigdemont. No obstante, la ley no obliga a la presidenta del Congreso a convocar en un plazo determinado la sesión de investidura, y su negativa a hacerlo, además, no impide que corra el plazo de dos meses tras el cual, si no hay Gobierno, se convocarán automáticamente elecciones. 

Dicho contador se inició con la investidura fallida del líder del PP, Alberto Núñez Feijóo. Y la argumentación de Armengol y su equipo ha sido siempre la misma: que la presidenta está cumpliendo escrupulosamente la ley y, a la vez, actuando con flexibilidad para que el candidato Sánchez pueda someterse a una investidura con posibilidades de éxito. "La Presidencia no está bloqueando nada", espetan fuentes próximas a Armengol, que insisten en que la "función" de la presidenta es "facilitar que las investiduras sean exitosas".

Estas fuentes, asimismo, sostienen que la presidenta del Congreso ha actuado igual con Feijóo que con Sánchez, "sin ningún tinte partidista". "Con Feijóo, primero, se consensuó una fecha, acorde a su solicitud de días para que pudiera llevar a cabo las negociaciones", y "ahora con Sánchez, exactamente igual, se le ha dado tiempo para que pueda desarrollar las negociaciones que resulten en un proceso de investidura exitoso", sin que eso, además, suponga detener el "tiempo límite" que impone la ley, "porque esa investidura tiene que desarrollarse en cualquier caso antes del 27 de noviembre".

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