El contrabando del tabaco es uno de los mayores problemas que existen tanto en España como en el exterior y que los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado llevan años intentando desmantelar. Este miércoles ha tenido lugar el VIII Congreso Frente al contrabando del tabaco en la Real Fábrica de Tapices, organizado por Altadis, empresa líder del sector del tabaco en el país, para analizar este problema de criminalidad.
El congreso ha girado en torno a las operaciones ilegales que se llevan poniendo en marcha en España desde hace años, y que con el paso del tiempo ha ido aumentado, suponiendo un problema para la seguridad. En lo que llevamos de año, las falsificaciones de cigarrillos han aumentado un 25,5 % frente al 13,6 % del año 2022.
Ponentes del Congreso
La conferencia se dividió en dos partes, con Rocío Ingelmo, directora de Asuntos Corporativos y Legales de Altadis, como moderadora. En la primera parte han participado Beatriz Ageitos, jefa del área de Investigación Aduanera de la Subdirección General de Operaciones (SGO) de la Agencia Tributaria; el Comandante Diego Abel Redondo, del Departamento de Investigación Económica y Anticorrupción de la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil; y, por último, el Inspector Felipe Nieto - García Asenjo, perteneciente a la sección de Propiedad Industrial e Intelectual de la Policía Nacional.
La segunda parte ha estado enfocada al comercio ilegal, con Gerard Guiu Ribé, director general de Andema, Águeda García - Agulló, directora general de la Mesa del Tabaco, y, por último, Pablo Rebollo, director general de Nacex.
Importancia de las relaciones internacionales
Estas actividades ilegales son una realidad en España y se están extendiendo no sólo por todo el territorio nacional, sino también por otros países. Esta es una gran problemática para los altos cargos de la Guardia Civil y la Policía Nacional. Tal y como asegura el representante de la Guardia Civil, Diego Abel Redondo, es que "la gran problemática es que los fondos vienen y salen fuera de nuestro país, por eso es muy importante que exista una buena relación a nivel internacional".
El procedimiento para desmantelar las organizaciones que llevan a cabo el contrabando del tabaco se divide en varias fases: en primer lugar hay que dar con los criminales, el siguiente paso es la fabricación ilícita, después, la proyección internacional, y por último, observar las guías de financiación y blanqueo de capitales.
Una de las operaciones que la Guardia Civil puso en marcha hace poco tiempo, se conoce como Operación Shipka. En ella se detectaron dos almacenes, una en Valencia y otra en Galicia, por lo que pudieron averiguar que los mercados de distribución eran, por cercanía, España y Portugal. La hoja se fabricaba en el país, pero procedía del extranjero.
A través de varias investigaciones, dieron con los criminales, se trataba de 20 personas procedentes de Bulgaria. Estos se encontraban dentro de una de las fábricas. Pero tuvieron otro problema, investigar si esas personas eran trabajadores, víctimas de trata o ciudadanos conscientes de las actividades ilícitas que estaban realizando, a través de un pseudocontrato. Mientras que los responsables eran españoles. El responsable de la Guardia Civil, Diego Abel afirma:
"En esa fábrica se encontraron casi 1 millón de cajetillas de tabaco, que puede ser, perfectamente, unos 9 millones de euros"
Incremento del número de fábricas clandestinas
A estas actividades ilegales se suma la creación de fábricas clandestinas de tabaco, que han supuesto una ayuda al aumento del contrabando. Según informa el inspector Felipe Nieto - García Asenjo, de la sección de Propiedad Industrial e Intelectual de la Policía Nacional: "la operación comienza en los canales de distribución internacionales".
La última operación que llevaron a cabo se conoce como Operación Rubio Linares. La Guardia Civil interceptó un camión con 18.000 kilos de tabaco en dirección Andalucía, y más adelante, se percataron de que había un centro logístico en una de las carreteras de Jaén. Gracias a varias cámaras de vigilancia colocadas en la zona, se pudo saber que a esa mima fábrica llegaron casi 11 camiones en solamente tres meses.
Más tarde, realizaron un control a un vehículo cerca de la zona. Llevaba un total de 1000 kg de tabaco picado. Pudieron dar con él gracias a las cámaras de vigilancia, GPS, vuelos con drones e inhibidores de frecuencia (dispositivos capaces de crear interferencias a las comunicaciones por radiofrecuencia). La Guardia Civil dio con la ubicación de las fábricas clandestinas, con 25.000 kg de tabaco en su interior, suponiendo un total de 695.000 €.
"En el caso de que se venda individual, como paquetes, sería una pérdida de un total de 4.000.000 €. Las fábricas clandestinas de tabaco son una creciente amenaza en España", así lo afirma en el congreso el inspector Felipe Nieto - García Asenjo.
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