La OCDE ha sido la última de las grandes organizaciones multilaterales en recomendar a España que retire ya las medidas de apoyo anticrisis para mitigar los efectos de la inflación. Así se lo ha pedido al país en un detallado informe sobre la economía española publicado este miércoles. Una sugerencia a la que añaden una petición al Gobierno para que ponga en marcha ya un plan para reducir el déficit y la deuda que incluya medidas como subir los tipos rebajados del IVA y los impuestos medioambientales.
El organismo señala que las medidas de apoyo anticrisis han contribuido a mitigar el impacto de la inflación en hogares y empresas, pero "deberían terminar ya". "El apoyo fiscal para mitigar el alto coste de la vida debería retirarse ahora por completo y de forma rápida para ayudar a limitar los costes fiscales", señalan en el documento. La OCDE incide en que la mayoría de las medidas adoptadas han sido generalizadas y no dirigidas a los más vulnerables, por lo que propone que en caso de que haya que adoptar alguna más, se centre en los más vulnerables. "Si hace falta más apoyo a los más pobres, debería venir por la vía de nueva garantía de ingresos mínimos", señalan.
La OCDE se suma así al llamamiento a retirar el apoyo que ya han hecho otros organismos como el Banco Central Europeo (BCE), el FMI y la Comisión Europea. Hasta el propio Gobierno asume que será difícil mantener los paquetes de apoyo también en 2024 si se quiere cumplir con la disciplina fiscal europea que volverá el año que viene. No obstante, retirar por completo las medidas de apoyo provocará previsiblemente un rebrote de la inflación a comienzos del año que viene por la subida de los precios de la factura de la luz y el gas.
En materia fiscal, la OCDE recomienda a España que emprenda un proceso de ajuste cifrado en unos 6.800 millones de euros para asegurar que la deuda se reduce en los próximos años. La organización reclama a España un plan de consolidación que acelere la reducción del déficit. De hecho, señalan que aunque el desequilibrio en las cuentas se ha reducido en los últimos años —en la misma línea que en la eurozona— la mayor parte de esa bajada se debe a "motivos cíclicos y puntuales". El déficit estructural, apenas se ha movido del 3%.
En ese proceso de ajuste, en el que la OCDE cree que se pueden conseguir más ingresos y más "eficiencia" en el gasto, el organismo ve margen para subir el IVA o los impuestos medioambientales, que están por debajo de la media de la UE. En este sentido, recomiendan eliminar gradualmente los productos con tipos reducidos, que benefician especialmente a los hogares de renta alta, para alinearlos con el IVA general. En contrapartida, también señalan que se podrían recortar algunos impuestos al trabajo o al capital, para aliviar a las rentas más bajas.
La organización advierte a España de que el gasto en pensiones sufrirá "un aumento considerable" en los próximos años a la luz de la reforma recientemente aprobada por el Gobierno, pese a las medidas compensatorias de ingresos que la acompañan. En este sentido, la OCDE opina que sería preferible tomar medidas que reduzcan la generosidad del sistema, como vincular la edad de jubilación legal a la esperanza de vida, una medida que previsiblemente retrasaría aún más la edad de retiro.
Resultados prometedores de la reforma laboral
En lo que se refiere al comportamiento de la economía en el último año, la OCDE señala que España "ha resistido bien" los embates de la guerra en Ucrania. Aunque el PIB se ralentizará el próximo año, la economía nacional se mantendrá "resiliente", apoyada en la demanda nacional y los fondos europeos de recuperación.
En este periodo, el crecimiento del empleo ha sido robusto y la reforma laboral ofrece "resultados prometedores" en la reducción de la temporalidad, especialmente entre los jóvenes, arguyen. Eso sí, aunque la tasa de paro se ha reducido, sigue siendo la más elevada de la OCDE. "La falta generalizada de trabajo refleja problemas estructurales que requieren la continuación de las reformas actualmente en marcha", añaden.
Los economistas de la OCDE ponen el foco también en los problemas que afrontan los jóvenes, que sufren tasas de paro que duplican la media nacional y que han visto como sus salarios se han devaluado considerablemente durante las dos últimas décadas.
En este sentido, la organización reconoce que las fuertes subidas del salario mínimo aprobadas desde 2018 han contribuido a elevar los ingresos de los jóvenes y han reducido las desigualdades salariales. Sin embargo, advierten de que estas alzas pueden haber perjudicado la creación de empleo para algunos grupos de población, entre ellos los jóvenes. Por ello, piden que los futuros incrementos del SMI estén condicionadas a la evolución del mercado de trabajo y la productividad de la economía española.
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