Una mujer de 48 años que viva en Madrid o Barcelona no puede hacerse una mamografía rutinaria en la seguridad social, pero otra de su misma edad y residente en Guadalajara o Castellón sí que podrá. En España, el servicio público de cribados poblacionales para la detección precoz del cáncer de mama no es ni homogéneo ni equitativo. Hay Comunidades Autónomas en las que la primera mamografía se ofrece a partir de los 45 años, en otras es a partir de los 47 años y en las más a partir de 50 años.

A día de hoy, cuando se conmemora el Día Mundial contra el Cáncer de Mama, la mitad de las autonomías en España realizan las mamografías periódicas a las mujeres desde 50 a 69 años, tal y como establece la Estrategia Nacional del Cáncer del Ministerio de Sanidad. Sin embargo, ya siete regiones han rebajado la edad de inicio de la mamografía a los 45 años, siguiendo el nuevo criterio fijado en noviembre de 2022 por la Unión Europea y tomándole la delantera al ministerio. Pero solamente tres —Galicia, Murcia y Comunidad Valenciana— cumplen íntegramente la norma europea, al ampliar la cobertura hasta los 74 años.  

El debate sobre cuándo es conveniente que una mujer se haga las mamografías de rutina (técnica de probado éxito en la reducción de la mortalidad por cáncer de mama, pero que suscita dudas sobre su efectividad a determinadas edades) viene de lejos. Las sociedades médicas de cirujanos, ginecólogos, radiólogos y oncólogos mantienen ligeras diferencias de criterio, pero en los últimos años están alineando sus posturas en favor de ampliar la cobertura de las mamografías.

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En España, cada año alrededor de 35.000 mujeres reciben el diagnóstico de un tumor de mama. El pronóstico de este cáncer es cada vez mejor, con supervivencias superiores al 85,5% gracias a la detección a tiempo y al avance en los tratamientos. Sin embargo, el de mama continúa siendo el cáncer más prevalente en las mujeres, por delante del de pulmón, y también es el más mortal, causando más de 6.000 fallecimientos al año. Además, y con datos de la Sociedad Española de Oncología Médica (Seom), el 23% de los casos nuevos que se detectan afectan a mujeres de hasta 49 años.

La sanidad pública española implantó el cribado poblacional, a mujeres sin riesgo predecible, a finales de la década de los ochenta. Los científicos dispusieron entonces que las mujeres que más se beneficiaban de una mamografía rutinaria eran las que tenían entre 50 y 64 años. Dijeron que antes de los 50 resultaba menos efectivo por la densidad de las mamas, provocaba radiación, falsos positivos y tratamientos innecesarios. Pronto recomendaron seguir haciéndolas hasta los 69 años.

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Sin embargo, la constatación de una mayor incidencia del cáncer a edades más tempranas, junto a los beneficios de la detección de tumores en estadios precoces, hizo que el año pasado la UE renovara su criterio y aprobase una nueva franja de edad para la cobertura de los cribados, que ahora alcanzan a las mujeres de 45 a 74 años. En EE UU han ido todavía más lejos y también este año, en mayo de 2023, la principal institución médica de referencia en la materia rebajó la edad óptima de inicio de mamografías rutinarias a los 40 años. 

Josep María Borrás, coordinador científico de la Estrategia Nacional del Cáncer, reconoce que España como país lleva retraso en la adaptación a la norma europea. "La estrategia (nacional) se publicó y discutió un año antes de este cambio", explica. "El grupo de cribado de la Comisión de Salud Pública del Consejo interterritorial es quien debe introducir este cambio en la recomendación y ser aprobado por el Consejo Interterritorial. Esperamos en los próximos meses que se pueda discutir en este grupo y entonces la Estrategia lo recogerá; pero no tengo una fecha en concreto para que se defina este cambio", informó a 20minutos. 

Fuentes del Ministerio confirman que los trabajos previos para introducir el criterio europeo en la Estrategia Nacional contra el Cáncer están "aún en fase de elaboración", pero aseguran que España adoptará la propuesta de la UE de bajar el límite de edad a 45 años y subir el superior a 74. Al mismo tiempo sugerirá el uso de tomosíntesis digital de mama o de mamografía digital para estos cribados, han asegurado, sin poner fecha.

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Mientras tanto, ocho comunidades se han puesto a la tarea de ampliar la edad de las mamografías: Navarra, la primera en crear el programa de detección precoz, ha sido también la primera en empezar a los 45 años. Como ella lo tienen desde 45 hasta los 69/70 en La Rioja, Castilla y León y Castilla-La Mancha. Galicia, Comunidad Valenciana y Murcia las tienen disponible a todas las mujeres de 45 a 74 años. Andalucía las ha ampliado a 71 años y el año que viene empezará a los 47. Por su parte, Asturias, Cantabria, País Vasco, Aragón, Cataluña, Madrid, Extremadura, Baleares y Canarias mantienen la diana de 50 a 69 años.  

El doctor Rodrigo Sánchez Bayona, secretario científico de la Sociedad Española de Oncología Médica (Seom) y oncólogo médico en el Hospital 12, explica a 20minutos que "las recomendaciones generales incluyen realizar mamografía de cribado a partir de los 45-50 años, cada dos años. Según la densidad mamaria, cuanto mayor sea, se recomienda complementar la mamografía con ecografía mamaria. En mujeres más jóvenes, se recomienda alternar con resonancia magnética y las revisiones se deben adaptar al riesgo individual", considera este experto.

En la Sociedad Española de Radiología Médica (Seram), por su parte, la doctora Myiriam Montes explica que recientemente la incorporación de la mamografía digital y la tomosíntesis han supuesto "saltos cualitativos para disminuir los falsos positivos", algo que resultaba más habitual en pruebas a mujeres jóvenes con mamas más densas. Según Montes, sin embargo, lo importante es que en el abordaje del cáncer de mama exista equidad territorial y mayor homogeneidad en las estrategias. "No es muy lógico que si vives en Galicia recomiendes el cribado a los 45 años, y si eres de Madrid a los 50. Los radiólogos de mama apostamos por un cribado con unas directrices comunes en toda España, con criterios de calidad unificados, tecnología homogénea y circuitos consensuado".

Rafael Navarro, portavoz de la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia (Sego), recuerda que la recomendación de inicio de los 50 años en España, y de manera bianual, es una postura "de mínimos", y considera que el asunto es económico, de los recursos que cada comunidad quiera destinar. "Los programas de cribado están encaminados a detección precoz el cáncer más habitual en la mujer, exigen que las mamografías estén revisadas por dos radiólogos, y al final son las comunidades con poblaciones más grandes las que tienen menos cobertura. Sin embargo, los estudios disponibles hablan de un aumento en la incidencia del cáncer en general en población por debajo de 50 y es por este motivo que los organismos europeo y estadounidenses más importantes ya recomiendan iniciar cribados antes". Cree el doctor Rafael Navarro que pronto la Estrategia Nacional del Cáncer rebajará la edad en el cribado de mama a los 45 años y augura, además, que "en el futuro esta edad seguirá bajando".