Así es el australian kelpie, un perro pastor duro, enérgico y de naturaleza protectora

  • Pertenece al Grupo 1 de la FCI, de perros de pastor y perros boyeros (excepto perros boyeros suizos), y cuentan con prueba de trabajo en competición.
Se admiten siete colores en la raza: color humo, chocolate, leonado, rojo, rojo y fuego, negro y negro y fuego.
Se admiten siete colores en la raza: color humo, chocolate, leonado, rojo, rojo y fuego, negro y negro y fuego.
20minutos
Se admiten siete colores en la raza: color humo, chocolate, leonado, rojo, rojo y fuego, negro y negro y fuego.

En Australia existen casi ocho ovejas por persona, y este número ha bajado desde finales del siglo XX si lo comparamos con el siglo diecinueve y hasta la década de 1930, aproximadamente. La vasta extensión de los territorios australianos y las propiedades que alcanzaban miles de hectáreas hizo que se importara ganado ovino en cifras muy elevadas. Junto a los rebaños, era habitual que viajaran los pastores europeos y sus perros, que comenzaban una nueva vida en el remoto país que tanta abundancia prometía.

Entre estos perros, había gran abundancia de perros pastores de Escocia, con una tipología similar a los collies actuales: tamaño mediano, orejas semierguidas, pelo largo y color negro y fuego. También había cruces inciertos de pelo corto o que presentaban orejas erguidas, pero todos eran del tipo collie y claramente procedían de este tipo de razas.

Sin embargo, las condiciones climáticas de Australia, muy diferentes a las altitudes europeas de las que procedían estos perros, hizo necesario que desarrollaran un animal más adaptado al clima australiano, que incluían altas temperaturas, terrenos áridos, tormentas de polvo y la resistencia física para controlar enormes distancias dentro de las propiedades donde se tenía a las ovejas.

Llegamos aquí al punto más controvertido en la historia de la raza del kelpie australiano, ya que se desconoce bajo qué cruces se comenzaron a establecer las nuevas características físicas que moldearon la raza tal como la conocemos. Se sabe que se introdujeron smooth collie, o collie de pelo corto, en algún momento del desarrollo, pero poco más.

Sea como fuere, el primer kelpie (bautizado así por un espíritu acuático que cambia de forma en la mitología celta), nació en 1872 en la camada de un escocés emigrado a Australia. La línea sanguínea de Kelpie y sus descendientes no tardaron en hacerse populares y fueron conocidos como 'cachorros de Kelpie' y finalmente kelpie a secas, que daría nombre definitivo a la raza.

En 1904 se escribió el primer estándar. Para la década de 1920, ya existía la primera sociedad de cría de kelpies en Australia y era el perro pastor más abundante en todas las granjas. Existen dos líneas de kelpies australianos: los de trabajo, y los de exhibición de morfología, que son más pesados y más bajos.

Fáciles de entrenar y con energía inagotable

Los kelpies australianos son perros que, tanto en su línea de trabajo como en la línea de compañía, siguen mostrando una disposición natural al trabajo y a las actividades caninas, en las que han demostrado ser muy hábiles en agility y como perros de rastreo y rescate.

Es una raza canina que requiere mucho ejercicio físico y estimulación ambiental, que se muestra ansioso por complacer a sus cuidadores. Son perros leales con su núcleo familiar y con un nivel alto de alegría, pero no tienden a mostrarse especialmente cariñosos. A rasgos generales, los expertos en la raza señalan que un kelpie ignorará a personas desconocidas y a otros perros, siempre que no sean provocados. Muestran, además, una marcada naturaleza protectora hacia su territorio.

Su pelaje corto, liso y de doble capa requiere un cuidado muy ocasional, siendo suficiente con un cepillado mensual. 

Desmontando mitos: no procede del dingo australiano

Existe la creencia popular, muy extendida en el país oceánico de origen, de que la raza kelpie procede del dingo, el cánido asilvestrado que lleva habitando la región unos 4.000 años. Esta suposición se ha basado, durante décadas, en las características físicas similares de ambos canes: las orejas erguidas triangulares, la similitud de los colores del pelaje, y la forma del cuerpo.

En consecuencia, se propagó la hipótesis de que el kelpie australiano procede del cruce de los collies que llegaron a Australia con los dingos, hasta el punto de convertirse en parte del folklore de la raza entre criadores y titulares.

Sin embargo, este mito ha encontrado finalmente su respuesta científica tras un estudio genético realizado por investigadores de la Universidad de Sídney. Los resultados demuestran que no hay ADN de dingo en la raza australiana del kelpie. Claire M. Wade, genetista y participante del primer estudio que desmonta la ‘versión oficial’ de los orígenes de la raza kelpie, ha señalado a medios de prensa de su país que “de hecho, creo que es mucho más probable que el dingo tenga algunos genes del kelpie que al revés”.

Esto se explica por las costumbres del pasado, cuando los granjeros y ganaderos abandonaban sus campos en busca de mejor bienestar y abundancia, dejando atrás a sus perros pastores. Es bien sabido que muchos de estos perros se integraron en las poblaciones de dingos, razón por la que los dingos actuales están muy mezclados con los perros domésticos.

Para ampliar información sobre la raza canina de los kelpies australianos, se puede contactar con la Real Sociedad Canina de España, o con el grupo de Facebook de Kelpies in Spain, un punto virtual de encuentro entre criadores y amantes de la raza. Desde Animaleros, sugerimos que se valore la adopción responsable o actuemos como casas de acogida para perros en situaciones de abandono presentes en perreras y protectoras.

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