El conflicto que ha estallado este fin de semana en Oriente Medio está generando una situación de inestabilidad que compromete la seguridad de todas las personas que se encuentran en territorio israelí y palestino. En este contexto, no parece que los enfrentamientos armados y el intercambio de fuego vayan a disminuir en las próximas horas.
Por ello, con el objetivo de preservar la seguridad de los viajeros, varias aerolíneas han comenzado a suspender sus vuelos a Israel. Y es que Hamás afirmó este domingo haber atacado el Aeropuerto Internacional de Ben Gurion, que se encuentra en la ciudad de Lod, al sureste de Tel Aviv, en el marco de la ofensiva lanzada este fin de semana.
"Las Brigadas Al Qassam -ala militar de Hamás- han atacado el aeropuerto sionista Ben Gurión con una andanada de misiles en respuesta a los continuos crímenes y ataques contra hogares civiles", reza un comunicado del grupo en su cuenta de Telegram.
Sin embargo, las autoridades israelíes no se han pronunciado por el momento al respecto del ataque, aunque horas antes varias compañías aéreas han comenzado a cancelar los vuelos a Tel Aviv por los enfrentamientos en curso entre Hamás y las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI).
Este lunes hay programadas un total de 10 operaciones en el aeropuerto de Adolfo Suárez Madrid-Barajas (5 llegadas y 5 salidas) y 11 en el aeropuerto Josep Tarradellas Barcelona El Prat ( 5 llegadas y 6 salidas) con destino Tel Aviv (la segunda ciudad más turística de Israel), según fuentes de Aena. Hasta las 8:45 horas de la mañana se ha operado una salida desde Madrid y hay cuatro cancelaciones desde Barcelona (2 salidas y 2 llegadas).
Iberia, American Airlines, Air France, KLM, Lufthansa, Emirates o Ryanair se encuentran entre las compañías aéreas que realizan vuelos al aeropuerto Ben Gurion de Tel Aviv, y anunciaron la suspensión de sus operaciones. Sin embargo, el aeropuerto sigue abierto y ni siquiera se cancelaron las rutas con Eilat, el segundo aeropuerto del país, un destino turístico en el Mar Rojo.
La aerolínea de bandera israelí, El Al, que también opera en España, dijo el domingo que mantenía sus vuelos a Tel Aviv por ahora, aunque algunos vuelos operados en código compartido habían sido cancelados.
En un comunicado, aseguraba que estaba operando "de acuerdo con las instrucciones de las fuerzas de seguridad israelíes", y que ahora todos los vuelos salen únicamente de la Terminal 3 del aeropuerto Ben Gurion. Como la mayoría de las otras aerolíneas, informó que los clientes podían cambiar sus billetes sin cargo debido a la situación excepcional.
OCU pide que la cancelación de viajes sea considerada causa de fuerza mayor
La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) solicita a las aerolíneas que permitan a los usuarios cancelar sus viajes a la región afectada sin perder el importe de sus billetes, o modificar la fecha de regreso a España, sin coste adicional.
Para OCU, la situación en destino compromete la seguridad de los viajeros, por lo que además exige al Ministerio de Asuntos Exteriores que actualice su recomendación de viaje a este país y considere el aplazamiento de los vuelos una causa de fuerza mayor.
"El miedo insuperable de muchos usuarios es una razón más que suficiente para cancelar por razón de fuerza mayor las reservas efectuadas", señala la organización en una nota de prensa al argumentar que no se trata de una cancelación voluntaria, sino una decisión motivada por la incertidumbre sobre las consecuencias personales y económicas que puede tener viajar a esa región.
De momento, el Ministerio de Asuntos Exteriores no se ha pronunciado al respecto, por lo que OCU le pide que revise inmediatamente su recomendación a fin de considerar la situación actual como causa de fuerza mayor, e inste, con los mecanismos legales a su alcance a las aerolíneas que permitan a los usuarios cancelar los viajes contratados o modificar los mismos para volver antes a España, sin hacer frente a las penalizaciones de los contratos.
De no producirse esta circunstancia, la asociación de consumidores considera que se está ocasionando un "perjuicio grave a los consumidores que se ven obligados a asumir las consecuencias económicas de una situación de la que no son responsables".
En este sentido, recomienda a todo aquel que se vea obligado a cancelar un viaje a esta zona o modificar el billete de vuelta a casa, que indique claramente que la cancelación se debe a circunstancias de fuerza mayor y guarde toda la documentación donde se recojan la negativa a proceder a la cancelación o modificación y los gastos ocasionados para, en el futuro y a la vista de la evolución de los acontecimientos, poder reclamar judicialmente si es necesario la devolución de estas cantidades.
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