Encontrar un piso asequible, bien ubicado y medianamente decente, es uno de los grandes retos a los que se enfrentan los inquilinos en estos tiempos. Ahora, además, la crisis de la vivienda ha endurecido los criterios de los propietarios para elegir quienes ocuparán su inmueble, por eso, si te encuentras inmerso en esta búsqueda, debes saber que podrían pedirte:

Una fianza

Según la ley, el inquilino debe aportar un mes de fianza. Así se recoge en el artículo 36.1 de la Ley de Arrendamientos Urbanos (LAU), que señala como obligatoria la prestación de una fianza en metálico en cantidad equivalente a una mensualidad de renta en el arrendamiento de viviendas y de dos en el arrendamiento para uso distinto del de vivienda, como, por ejemplo, locales comerciales u oficinas.

No obstante, existe la posibilidad de pactar una cantidad mayor, pero nunca puede ser considerado como fianza, sino como 'otro concepto', por ejemplo, 'garantía adicional', la cual no podrá exceder de una cantidad igual a dos mensualidades de renta.

Contrato de trabajo

Aquí entra en juego la comprobabilidad de la solvencia económica del inquilino, y aunque no se trata de un requisito obligatorio, el documento de trabajo sirve para demostrar que el posible inquilino cuenta con los ingresos necesarios y periódicos suficientes para hacer frente a la renta.

 Tres últimas nóminas 

Aunque, igual que el anterior, no se trata de un requisito obligatorio. Normalmente, se piden las tres últimas nóminas del inquilino, que sirven para darle mayor seguridad al arrendador. Además, a los autónomos, se les podría solicitar las últimas declaraciones del IRPF, así como el recibo de la cuota de autónomos.

Documentos personales

El inquilino tendrá que aportar sus datos personales para poder elaborar y firmar el contrato de alquiler. Para ello deberá presentar su documento nacional de identidad (DNI) o pasaporte en caso de no poseer DNI. Además, si se tratara de varias personas las que van a vivir en el inmueble, como es el caso de una familia, también deberán figurar en el contrato siempre y cuando sean mayores de edad.