En contra de la amnistía, como estaba previsto. Con los votos favorables de PP y Vox y el no de Más Madrid y PSOE en el primer pleno ordinario del mandato, el Ayuntamiento de Madrid ha impugnado la ley impulsada por el Gobierno central para negociar la continuidad de Pedro Sánchez en la Moncloa con los líderes catalanes del procés. Las enmiendas de Vox no han encontrado apoyos en un debate marcado por los reproches de los populares a la izquierda por "buscar un gobierno a toda costa" y el frente común de la oposición progresista a lo que han tachado de "circo" para ocultar la investidura fallida de Alberto Núñez Feijóo. 

Al llegar la hora del mediodía, el Palacio de la Cibeles ha afrontado el gran debate de la jornada. Una moción registrada por el PP, como parte de un plan más amplió que Feijóo orquestó para retratar al PSOE en parlamentos autonómicos y ayuntamientos de toda la geografía española. Almeida se ha encaramado al atril, como venía anunciando en las últimas semanas, para defender la oportunidad de Madrid para "decir sí a la Constitución, la convivencia, la libertad, la democracia y el estado de derecho". Porque, a su juicio, con la amnistía, "que sin ninguna duda ya está pactada", los independentistas volverán a dar "un golpe de Estado como el de 2017". Ahora lo harán, además, con la "complicidad" de una izquierda que está "más interesada en gobernar" que en ningún otro asunto, ha agregado.

Y tras escuchar las intervenciones de Rita Maestre y Reyes Maroto, el regidor se ha dado por satisfecho: "Les agradezco su sinceridad, no han acudido a la versión oficial de la necesidad de un acuerdo de conciliación en Cataluña. Lo han dejado blanco sobre negro. 'Queremos un gobierno a toda costa y para tenerlo necesitamos pactar con los independentistas necesitamos la amnistía'". 

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Anteriormente, sin relevar su posición respecto a la amnistía, habida cuenta de que tampoco existe una propuesta formal en el Congreso de los Diputados, Maroto había tildado la moción a favor de la igualdad de los españoles de "circo" y "cortina de humo para tapar la investidura fallida de Feijóo". "Si les preocupase la igualdad no firmarían acuerdos con la ultraderecha en los que se ponen en cuestión la violencia de género", ha señalado para denunciar que "lo que está detrás de sus iniciativas es evitar un gobierno progresista". Aunque vaticina: "Pronto habrá un nuevo progresista que siga trabajando por todos los españoles".

Mucha más dura en el tono, Maestre ha calificado la propuesta de "bravata" que "trae [Almeida] porque se lo ha mandado su partido". "No llegan ni a ser los malotes del patio", ha seguido, arrancando el aplauso de todo el ala progresista. La jefa de la oposición y de Más Madrid ha reivindicado la posibilidad de defender "un modelo de ciudad, país y sociedad alternativo al del PP" y "tan legítimo como el suyo". En suma, ha criticado que el PP solo sea capaz de conseguir el apoyo de la extrema derecha. Y, por tanto, igual que Maroto, ha sostenido que será "un gobierno progresista el que cierre un conflicto territorial que abrió el PP".

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Sí ha votado a favor de la proposición Vox, aunque por el camino haya tratado -sin éxito- de introducir dos enmiendas al texto. Su líder, Javier Ortega Smith, ha sugerido la modificación del punto primero para incluir a los ciudadanos "extranjeros", además de los españoles, en la imposibilidad de un indulto generalizado y ha añadido un quinto punto para instar a todos los partidos del Congreso a "evitar cualquier interlocución con partidos que defienden el golpe de Estado de 2017 en Cataluña". Para él, "lo que está en juego son las bases y el fundamento del Estado de Derecho, el respeto a la separación de poderes, el hecho de que quienes han cometido delitos tienen que responder a los tribunales". Pese al rechazo a sus enmiendas, Vox ha tendido sus cincos votos, que sumados a la mayoría absoluta de 29 concejales que estrenaba este jueves PP, han sido suficientes para que la cámara rechace la amnistía.