La principal asociación de transportistas de España ha reclamado este lunes al Gobierno que eleve a 20 céntimos por litro la bonificación al combustible de la que se beneficia el sector. Si el Ejecutivo no interviene, la ayuda descenderá de los 10 céntimos actuales a cinco la semana que viene. "El transporte de mercancías por carretera es fundamental para el funcionamiento de las cadenas de suministro y el abastecimiento de la población y, si el Gobierno no toma cartas en el asunto, las consecuencias serán imprevisibles, pudiendo llegar a ocasionar un grave perjuicio para la economía española en su conjunto.", ha advertido la Confederación Española de Transporte de Mercancías (CETM) en una nota difundida a primera hora de esta tarde.

"A menos de una semana para que la bonificación de los carburantes para el transporte pase de 10 a 5 céntimos, el Gobierno no ha dado ninguna respuesta a la petición de la CETM para que el sector pueda recuperar la cantidad inicial de 20 céntimos", prosigue el comunicado. A diferencia del resto de conductores —para quienes el descuento al combustible decayó con la llegada de 2024— el sector del transporte de mercancías por carretera lo ha conservado durante todo este tiempo. Eso sí, en una modalidad reducida de 10 céntimos desde abril, que se reducirá a cinco a partir de octubre.

"Es ofensivo que el sector del transporte de mercancías por carretera tenga que esperar al último día, como ha ocurrido en ocasiones anteriores, para conocer si se atienden sus peticiones y poder seguir adelante con la actividad y gestión de sus empresas", prosigue el texto difundido por la patronal. Conviene recordar que la última prórroga de los descuentos a los carburantes se aprobó tan solo tres días antes del vencimiento del decreto.

Las gasolinas se encaminan de nuevo hacia los dos euros empujadas por la escalada del petróleo y amenazan con aupar la inflación

La CETM denuncia que los combustibles acumulan ya 11 incrementos semanales consecutivos y que los analistas auguran que los precios "seguirán subiendo de manera imparable" ante los recortes de producción de los países de la OPEP+. Además, recuerdan que el Ministerio de Transportes se comprometió a revisar la cuantía de la ayuda si la situación se agravaba. 

Los últimos datos del boletín petrolero de la UE sitúan el precio de la gasolina 95 en 1,75 euros el litro, exactamente el mismo valor que el que se registraba a estas alturas de 2022, solo que entonces los conductores contaban con un descuento de 20 céntimos a cargo del Estado. Por su parte, el precio del diésel —el combustible de uso más frecuente en el transporte por carretera — se situaba en 1,67 euros la semana pasada, frente a 1,91 (sin descuento) a estas alturas del año pasado.

Los transportistas señalan que su preocupación va más allá del precio de los combustibles. Lamentan que los costes salariales, los seguros, los neumáticos o los propios vehículos también se han encarecido de forma "desproporcionada", lo que está llevando a "una situación insostenible". De igual manera, denuncian que el frenazo en el consumo por la inflación y las subidas de tipos de interés están reduciendo su actividad.

La CETM es la asociación con más peso en el Comité Nacional del Transporte, el foro de diálogo en el que participan representantes del sector y el Gobierno. Sin embargo, la CETM no secundó los paros en el transporte que paralizaron el país en marzo del año pasado y que incluso llegaron a afectar al crecimiento económico en aquel trimestre, tal y como reconoció el Banco de España. 

La convocatoria corrió a cargo de la Plataforma Nacional Defensa Sector del Transporte, una asociación formada en su mayoría por autónomos y pymes. Sin embargo, el malestar por la fuerte subida de los precios de los carburantes en las semanas posteriores a la guerra hizo que los paros tuvieran mucho seguimiento en todo el sector. La aprobación de ayudas sectoriales y del descuento a los 20 céntimos por repostaje calmaron las aguas y lograron desactivar el conflicto. La última convocatoria de paros se produjo en noviembre de 2022, aunque la Plataforma se vio obligada a desconvocarla al día siguiente ante la falta de seguimiento.