Sobre la Unión Europea hay multitud de tópicos como que es una historia de éxito o que se forja a través de las crisis. Todas son verdad y a la vez mentira. No solo avanza en los problemas, y también acumula varios fracasos; solo hay que mirar la historia reciente. Pero con ese contexto la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha querido más al futuro que al pasado y ha empleado el debate sobre el estado de la Unión, celebrado esta semana en Estrasburgo, para dibujar la UE que ella quiere ver en los próximos años. "El mundo ha cambiado y la Unión tiene que cambiar con él", se repiten en Bruselas en parte para terminar de creerse las exigencias que vienen o que, directamente, ya están.
Von der Leyen tiene una lista de tareas que, por lo que parece, no se circunscriben solo a los meses que quedan hasta las elecciones europeas, convocadas para junio de 2024. Ella quiere seguir en el cargo y por eso plantea qué UE quiere construir desde la Comisión. Hay una serie de claves en la hoja de ruta que tiene la dirigente alemana sobre la mesa y que empezó a desgranar ante el Parlamento Europeo.
¿Cuáles son las propuestas de Von der Leyen para una UE más preparada, más independiente y más integrada?
Plantar cara a China
Para Von der Leyen, China es más un rival que un amigo, pero no lo ve como enemigo del todo. Quiere aplicar la política del desacoplamiento con el gigante asiático, aunque sin separarse del todo; la UE, dice, tiene que ser inteligente en este sentido. Pero uno de los grandes anuncios que ha hecho es una investigación por ayudas ilegales de Pekín a la producción de coches eléctricos, un hecho que, dijo, afecta a las empresas europeas y a su competitividad. "Es una industria crucial para la economía limpia, con un enorme potencial para Europa, pero los mercados mundiales están inundados de coches eléctricos chinos más baratos", expresó.
La presidenta de la Comisión tiene también preocupación sobre el comportamiento de China en lo que se refiere a la energía, con los niveles de contaminación y su trabajo con las renovables. Rusia preocupa a Bruselas en tanto en cuanto es hoy un invasor, pero China lo hace a mayor escala: la competición de verdad, la profunda, la que conllevará años de trabajo, no está en Moscú... sino en Pekín. "Europa está abierta a la competencia" pero "no para una carrera a la baja", sentenció, en un mensaje al Gobierno de Xi Jinping.
Las tierras raras y una industria europea potente
Un pilar fundamental del discurso ha sido la industria europea, a la que Von der Leyen ha llamado a impulsar en los próximos años con una apuesta de "todo al verde", es decir, con la base en las energías renovables. A esto, además, habría que añadir la intención de que la UE entre en la carrera de las tierras raras, fundamentales para el desarrollo tecnológico y cuyo control está casi totalmente en manos también de China. Bruselas ya trabaja en una norma que permita la independencia y el progreso europeos en esa área.
"Veo tres grandes retos económicos para nuestra industria en el año que viene: escasez de mano de obra y de personal cualificado, la inflación y facilitar los negocios a nuestras empresas. El primero tiene que ver con nuestro mercado laboral". Von der Leyen hizo balance: "No hemos olvidado los primeros tiempos de la pandemia mundial, cuando todo el mundo predijo una nueva oleada de desempleo masivo al estilo de 1930. Pero nosotros desafiamos esta predicción", recordó, antes de añadir que ahora la UE está “cerca del pleno empleo”. La Comisión defendió en este sentido tanto los fondos de recuperación como las medidas que permitieron "salvar 40 millones de empleos". Para la líder alemana "esta es la imagen de la Europa social".
Ahora, el mercado laboral encara importantes cambios, y por eso ha pedido implicar mucho más a los jóvenes y las mujeres y dotar de formación a los migrantes, así como trabajar con otros actores globales. En este punto, defendió el diálogo social europeo, impulsado hace 40 años por Charles Delors. "Esto tiene que estar en el corazón de Europa", esgrimió, y anunció una cumbre social para el año que viene durante la presidencia belga del Consejo.
La protección de la biodiversidad... bajo el Pacto Verde
En lo que se refiere al Pacto Verde las fricciones, sobre todo en el Parlamento Europeo, son constantes... y Von der Leyen quiso contentar a todos. Para hablar de biodiversidad, por ejemplo, la presidenta de la Comisión paso al alemán, en lo que muchos entendieron como un guiño al líder del PPE, Manfred Weber, con quien de puertas para dentro ha tenido ya más de un encontronazo. En este sentido, la dirigente germana ha reconocido que la transición hacia la descarbonización debe ser "justa" para los agricultores, las familias y la industria y ha destacado la necesidad de "desarrollar un enfoque para cada ecosistema".
De este modo, anunció que "a partir de este mes" celebrará una serie de diálogos para una transición hacia la energía limpia con varios sectores a fin de "ayudarles a construir su modelo de negocio para la descarbonización", algo que considera "esencial" para la futura competitividad de Europa. "Ahora que entramos en la siguiente fase del Pacto Verde Europeo, hay algo que nunca va a cambiar: seguiremos apoyando a la industria europea en todas las fases de su transición", terminó diciendo.
Una UE más y mejor presente en el mundo
Por otro lado, Von der Leyen asume que la UE tiene que posicionarse mejor en el mundo y a la vez tener un papel más protagonista en el escenario global. Por ejemplo, el papel de África es decisivo para la Unión, y Von der Leyen pidió "el mismo compromiso que se ha mostrado con Ucrania", con una nueva estrategia hacia el continente vecino, en parte también para luchar contra la influencia rusa en la zona, que a ojos de la UE solo trae inestabilidad.
La Unión maneja para el nuevo escenario global la llamada Global Gateway, un plan con el que se quiere convertir en un actor global relevante, ya sea en las relaciones con África o con América Latina o Asia. Pero ese nuevo equilibrio tiene que incluir "la protección de fronteras y también la protección de personas, con solidaridad y con humanidad", apuntó. En ese punto, de hecho, defendió el pacto con Túnez para el control de los flujos migratorios -criticado por muchos eurodiputados- y abrió la puerta a emularlo con otros países.
Habrá ampliación, pero sin fechas
La que quizás era la madre de todos los debates en el SOTEU era la parte de la ampliación, y Von der Leyen abrió la puerta a que esta se dé... pero sin hablar de fechas. El futuro de Ucrania, los Balcanes, Moldavia o Georgia, dijo, está en la Unión. No obstante, pide tener "una visión amplia" para una ampliación exitosa, sin caer en errores como los que se pudieron cometer en la de 2004. La presidenta de la Comisión quiere una UE completada con "democracias vibrantes" que respeten los valores de la Unión.
Para esos candidatos la Comisión abrirá también los informes sobre Estado de derecho que ya elabora para los 27, como una manera de acercarles a los estándares europeos. Pero la clave tiene que estar no solo en ampliar la UE, sino en apostar por una mayor integración: “Podemos hacer las dos cosas a la vez”, para trabajar en “una verdadera unión de ciudadanos y de países”, pero hay que preguntarse, sostuvo, cómo se podría desenvolver una Unión de 30 Estados miembros. De momento, es la primera huella de un largo camino... y la decisión final está en lo que digan las capitales.
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