Von der Leyen aparca Ucrania y llama a reforzar la competitividad y la independencia de la UE en el nuevo orden global

Von der Leyen, junto a Metsola, en el pleno del Parlamento Europeo en Estrasburgo.
Von der Leyen, junto a Metsola, en el pleno del Parlamento Europeo en Estrasburgo.
Alain ROLLAND
Von der Leyen, junto a Metsola, en el pleno del Parlamento Europeo en Estrasburgo.

“El mundo está cambiando y Europa tiene que adaptarse”. Con cierto retraso y con su ya típica americana rosa llegó Ursula von der Leyen al plenario de Estrasburgo, escoltada por la presidenta del Parlamento, Roberta Metsola. Saludó la dirigente alemana a sus comisarios justo antes de ponerse, previa presentación, delante del atril para afrontar el último debate sobre el Estado de la Unión (SOTEU) antes de las elecciones del año que viene. “Es tiempo de decidir qué futuro y que UE queremos”, empezó diciendo Von der Leyen, en una llamada a las nuevas generaciones, que crecieron en la crisis del 2008 y algunos de los cuales están llamados a los comicios. Y la presidenta quiso hablar de futuro, para “compartir paz y prosperidad”.

La presidenta de la Comisión Europea, que recibió también el saludo del ministro José Manuel Albares, en representación de la presidencia española del Consejo, sabe no solo lo que se juega la UE; ella está, igual, en un momento clave si quiere seguir en el cargo después del paso por las urnas. “Europa es la llamada de la historia”, espetó; el camino para quienes saben que merecen “algo mejor”. Y en ese escenario, dijo, “tenemos que responder juntos a la llamada de la historia”. Ahora, de cara a las elecciones el objetivo es “acabar el trabajo” para alcanzar todos los objetivos.

El resumen de la presidenta de la Comisión reconoció las dudas que había en la UE en 2019, pero tras la pandemia y la guerra en Ucrania se ha visto “el nacimiento de una Unión geopolítica”. No dejó pasar la oportunidad la dirigente alemana de resumir brevemente los logros alcanzados durante estos años en temas como el medioambiente, la defensa, la igualdad de género o el papel de los jóvenes, así como los salarios o la economía. Y en ese sentido, asimismo, quiso reconocer el papel del Parlamento Europeo, con especial hincapié en la lucha contra la violencia machista. “No es no”, recordó Von der Leyen en la primera parte de su mensaje.

En resumen, la Comisión, según las cifras de la presidenta, ha logrado cumplir ya con el 90% de los compromisos que se marcaron al inicio de la legislatura. Y uno de los grandes pilares de esa hoja de ruta es el Pacto Verde, cuya dinámica celebró también la líder del Ejecutivo comunitario. “Esta es la fuerza de la respuesta europea al cambio climático”, con inversión y con el papel de la ciudadanía, y la meta tiene que seguir siendo, sostuvo, “apoyar a la industria europea en esta transición”. En esa red entran por ejemplo las materias raras o una clara apuesta por las renovables; un trabajo que todavía no ha terminado. Para Von der Leyen, este es otro “de los grandes logros de la UE”; y por eso la ambición de la Comisión se mantiene: porque “es la única manera de asegurar que nadie se queda atrás”.

Unió Von der Leyen el asunto anterior con la cuestión de la competitividad, recordando el papel de China para alertar de que algunas empresas europeas se pueden quedar fuera de juego. “Tenemos que ser claros sobre los riesgos que encaramos” y por eso anunció una investigación sobre los subsidios a los coches eléctricos procedentes de China. Eso sí, repitió que su plan con Pekín no ha cambiado: desacoplamiento pero no desconexión total en sus relaciones con el gigante asiático.

En lugar de centrar el foco en Ucrania desde el principio, Von der Leyen resumió primero retos que quizá a nivel mediático no estén en primera fila pero que sí son fundamentales para el devenir de la UE. Por ejemplo, en el caso de la biodiversidad, que ha abierto importantes fricciones en el PPE entre la propia presidenta y el líder de la formación, Manfred Weber. Precisamente hizo esta parte del discurso en alemán, entre los aplausos del propio Weber y con llamadas a la concienciación y al diálogo desde el atril.

Tres grandes retos para la economía

Pasó entonces al bloque de la recuperación y de los retos económicos. “Veo tres grandes retos económicos para nuestra industria en el año que viene: escasez de mano de obra y de personal cualificado, la inflación y facilitar los negocios a nuestras empresas. El primero tiene que ver con nuestro mercado laboral”. Von der Leyen hizo balance: “No hemos olvidado los primeros tiempos de la pandemia mundial, cuando todo el mundo predijo una nueva oleada de desempleo masivo al estilo de 1930. Pero nosotros desafiamos esta predicción”, recordó, antes de añadir que ahora la UE está “cerca del pleno empleo”. La Comisión defendió en este sentido tanto los fondos de recuperación como las medidas que permitieron “salvar 40 millones de empleos”. Para la líder alemana “esta es la imagen de la Europa social”.

Ahora, el mercado laboral encara importantes cambios, y por eso ha pedido implicar mucho más a los jóvenes y las mujeres y dotar de formación a los migrantes, así como trabajar con otros actores globales. En este punto, defendió el diálogo social europeo, impulsado hace 40 años por Charles Delors. “Esto tiene que estar en el corazón de Europa”, esgrimió, y anunció una cumbre social para el año que viene durante la presidencia belga del Consejo. Puso, con todo, el foco en la inflación, de la que culpó en gran medida a la crisis energética “causada por Putin”. Eso también lo ha encarado bien la UE a ojos de Von der Leyen, con una lucha para deshacerse de la dependencia rusa a través por ejemplo de las compras conjuntas de gas.

En esa competición es clave la soberanía digital y en la batalla son relevantes las materias raras, sobre las que Europa tiene que trabajar precisamente para no depender de otros. Es esta de hecho otra de las obsesiones de la Comisión Europea para lo que queda de legislatura, en paralelo al cierre de acuerdos comerciales con otros actores. Así, pide ser “inteligentes” porque si se consigue, aseguró, habrá “empleos de calidad”. Llegó aquí otro de los momentos más cafeteros del debate, cuando Von der Leyen citó a Mario Draghi (a quien además ha encargado un informe sobre la competitividad de la UE). “Europa hará lo que sea necesario para reforzar su competitividad”, sentenció.

Pero Von der Leyen habló de los matices que implica esa carrera digital, entre ellos la IA, sobre la que la UE ya trabaja en un ley a nivel comunitario. La dirigente alemana pide tener en cuenta los riesgos que supone la inteligencia artificial, y la eliminación de los mismos es un reto “global”, sobre todo para evitar su uso como “una nueva forma de guerra”. Por eso pide “anticiparse” y usar esta tecnología “de manera responsable”. Ese escenario tiene que liderarlo la UE, a ojos de la presidenta de la Comisión Europea.

La UE como actor en el mundo

El giro en el discurso apareció a la media hora, cuando la jefa del Ejecutivo comunitario abrió el asunto de la migración y la seguridad. Ahí el papel de África es decisivo para la UE, y Von der Leyen pidió “el mismo compromiso que se ha mostrado con Ucrania”, con una nueva estrategia hacia el continente vecino, en parte también para luchar contra la influencia rusa en la zona, que a ojos de la UE solo trae inestabilidad. La Unión maneja para el nuevo escenario global la llamada Global Gateway, un plan con el que se quiere convertir en un actor global relevante, ya sea en las relaciones con África o con América Latina o Asia.

Pero ese nuevo equilibrio tiene que incluir “la protección de fronteras y también la protección de personas, con solidaridad y con humanidad”, apuntó ya en francés, con una llamada a los Estados miembros para que cierren lo antes posible el pacto común de migración y asilo. Mientras, defendió los pasos dados por Bruselas con el acuerdo por ejemplo con Túnez, pero al mismo tiempo instó a los 27 a aceptar la entrada en el espacio Schengen tanto de Bulgaria como de Rumanía. La migración “hay que gestionarla con compasión”, y con una lucha constante contra la trata de personas. “Es una cuestión que exige una implicación constante”, avisó Von der Leyen, que aparcó la cuestión de la guerra para un espacio más secundario por ejemplo que el año pasado.

Ucrania, de hecho, fue el último punto del discurso y a la vez el más emotivo, con menciones a casos reales de ucranianos que han tenido que huir de su país por culpa de la guerra. Contó el caso de una madre que cruzó la frontera con su hija, que le preguntó por qué lloraba: “Porque estamos en casa”. Pero, dijo la niña, “esto no es Ucrania”. Y la respuesta la repitió Von der Leyen: “Esto es Europa”. Fue el caso de Victoria Amelina, muerta tras ser alcanzada por un misil y que recordaron en el pleno con la presencia de su amigo, el escritor colombiano Héctor Abad, ovacionado mientras sostenía una foto de la fallecida.

En esa “llamada de la historia” para la UE entra el debate de la ampliación, con Ucrania pero no solo. El futuro de Ucrania, los Balcanes, Moldavia o Georgia, dijo Von der Leyen, “está en la Unión”. No obstante, pide tener “una visión amplia” para una ampliación exitosa, sin caer en errores como los que se pudieron cometer en la de 2004. La presidenta de la Comisión quiere una UE completada con “democracias vibrantes” que respeten los valores de la Unión. Para esos candidatos la Comisión abrirá también los informes sobre Estado de derecho que ya elabora para los 27, como una manera de acercarles a los estándares europeos. Pero la clave tiene que estar no solo en ampliar la UE, sino en apostar por una mayor integración: “Podemos hacer las dos cosas a la vez”, para trabajar en “una verdadera unión de ciudadanos y de países”, pero hay que preguntarse, sostuvo, cómo se podría desenvolver una Unión de 30 Estados miembros. Y por eso el Ejecutivo comunitario ya se pondrá a trabajar en este tipo de análisis, según ha confirmado la presidenta.

Ursula von der Leyen quiso terminar con una llamada para el futuro, y con una exigencia. “Piensen de nuevo en la visión y la imaginación de la joven generación con la que empecé mi discurso”, explicó. “Es el momento de demostrarles que podemos construir un continente en el que podáis ser quienes sois, amar a quien quieras, y apuntar tan alto como quieras”. Por eso, pide, hay que construir “un continente reconciliado con la naturaleza y a la vanguardia de las nuevas tecnologías. Un continente unido en la libertad y la paz. Una vez más, es el momento de que Europa responda a la llamada de la historia”.

Las respuestas de los grupos

Llegó entonces el turno de los grupos políticos. En el PPE Manfred Weber aseguró estar de acuerdo con el grueso del discurso de Von der Leyen, pero pidió además defender a los productores europeos y llamó a construir una UE de la Defensa, mientras se trabaja también en una ampliación basada en méritos. Por su parte, Iratxe García (S&D) quiere que la Unión "consolide el pilar social", y también elogió la defensa del Pacto Verde por parte de la presidenta de la Comisión, igual que reiteró el "no es no" y la profundización en la lucha contra la violencia machista.

García pide que la UE use los activos congelados a Rusia para la reconstrucción de Ucrania y avance en la toma de decisiones por mayoría cualificada, y no por unanimidad. Resumió la socialista varios puntos en su turno; al mismo tiempo, mostró su rechazo al acuerdo migratorio con Túnez porque "el dinero de los ciudadanos europeos no puede acabar en manos de gobiernos que atacan los derechos fundamentales". La española también afeó a Weber su acercamiento a la derecha radical para "pactar gobiernos o conformar mayorías en la Eurocámara".

En su paso por el atril, el líder de los liberales de Renew, Stephane Sejourne, mostró también su acuerdo con la mayoría de anuncios de la Comisión, pero pide elegir qué modelo de Unión se quiere en el presente y en el futuro, con una Europa más competitiva y que no dependa en algunas decisiones del veto de un solo Estado miembro, como ha sucedido con Hungría en algunas medidas de apoyo a Ucrania. Philip Lamberts, de los Verdes, celebró que la UE ya no esté "cegada" por la ortodoxia económica y hay convertido en una prioridad la lucha contra el cambio climática.

Desde ECR la conclusión que sacan es que la UE "no está mejor ahora que hace 20 años". La derecha radical culpó de hecho a las políticas de la Comisión de la crisis energética y aseguró que la política migratoria que se plantea desde Bruselas no es la adecuada, frente a lo que plantean Estados miembros como Hungría o Polonia. Tampoco están de acuerdo los conservadores y reformistas en la política medioambiental, que consideran "extravagante". Coincidió con ese enfoque Marco Zanni, de ID, para quien el discurso fueron "fuegos de artificio" y una forma de "lanzar la campaña" para repetir al frente de la Comisión. Echó de menos, sentenció, "menos ideología y más pragmatismo".

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