Un 85% de la población es consciente de la existencia del cambio climático pero la mitad no sabe qué es la transición ecológica

La calle inundada por las lluvias, en Les Cases d'Alcanar, Tarragona.
Una calle inundada por las lluvias, en Les Cases d'Alcanar, Tarragona.
Europa Press
La calle inundada por las lluvias, en Les Cases d'Alcanar, Tarragona.

La gran subida de temperaturas de este verano, en el que se han vivido algunos de los meses más calurosos de la historia, y los incesantes fenómenos meteorológicos que han traído a España la DANA, lluvias torrenciales e inundaciones podrían ser consecuencia del cambio climático. Pero las consecuencias de este fenómeno son muchas. Para la Organización Internacional del Trabajo (OIT), "las pruebas científicas alertan de que el calentamiento global no mitigado, la pérdida de biodiversidad y la contaminación amenazan con destruir todas las formas de vida en la Tierra. Las posibilidades de que se produzcan perturbaciones sociales y económicas y sufrimiento humano son tan grandes que podrían poner en peligro la paz".

En este sentido, un estudio elaborado por la Fundación Cepsa y la consultora Red3Red, La percepción social sobre la transición ecológica en España, 2022-2023, pone de manifiesto que "el 85% de la población sería totalmente consciente" de la existencia del cambio climático. En el informe, donde se ha querido determinar el conocimiento que tiene la ciudadanía sobre transición ecológica, "la mitad no sabría identificar este concepto ni definirlo". 

La transición ecológica es uno de los principales retos transformadores a la hora de replantear la producción o el consumo de energía en ámbitos como el de la agricultura, el transporte o la alimentación. Según narra el estudio, "debe ser justa, es decir, , su impacto no debe generar desigualdades sino una contribución social positiva tanto en el mundo rural como en las ciudades".

Así pues, algunos de los encuestados manifiestan "desconocimiento y falta de información (impotencia, incertidumbre...) sobre la transición energética, sobre todo en el corto plazo y en zonas rurales", por el contrario, esta materia es percibida como "una oportunidad (57%) en mayor medida que como una amenaza (20%)", especialmente cuando se piensa en el largo plazo (en cuyo caso se eleva hasta un 64%). El estudio, además, determina que son "los jóvenes los que más perciben" el cambio climático y las medidas que se deberían llevar a cabo para enfrentarse a él, concretamente, "el 72% aseguran conocer el tema" 

Autoconsumo y movilidad eléctrica

La encuesta también indaga en el pensamiento ciudadano sobre algunas de las medidas para mejorar el medio ambiente, como serían el autoconsumo, la movilidad eléctrica o el despliegue de instalaciones renovables. "Nueve de cada diez ciudadanos estarían dispuestos a instalar placas solares en su vivienda", señala la encuesta, que añade que "los jóvenes están más a favor, por lo que hay un componente generacional. En cambio, el apoyo al autoconsumo no es sustancialmente mayor entre quienes se oponen al despliegue de plantas solares en suelo".

En esta área, la "mayor parte de la población (83%) se muestra favorable a tener en su entorno más cercano una instalación renovable", sobre todo, según indaga el estudio, los residentes en zonas rurales de menos de 5.000 habitantes y grandes ciudades de más de un millón.

En cuanto a la movilidad eléctrica, "casi un 70% de la población estaría dispuesta a adquirir un vehículo eléctrico o híbrido", haciendo hincapié en las ciudades, donde habría más apoyo a esta medida "por la preocupación por la calidad del aire".

Aunque a la hora de pagar impuestos climáticos, menos de la mitad de los encuestados estarían dispuestos. "El apoyo desciende en los jóvenes que, aunque son los más dispuestos a apoyar políticas climáticas, no lo hacen si exigen un sacrificio económico", explica el informe, que además agrega que "el respaldo aumentará si el impuesto se acompañase de ayudas o incentivos que compensen el coste, sobre todo a los grupos con menos recursos".

Finalmente, el estudio recoge otras propuestas de la ciudadanía, como "ser solidarios con las regiones y los grupos sociales más afectados de Europa para que todo el mundo acepte el Pacto Verde; planificar la transición energética considerando el territorio y sus habitantes como variable clave o atender a las percepciones acerca de las renovables y a la búsqueda de consensos sociales para completar una transición que no genere nuevas brechas sociales o amplíe las existentes".

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