La situación financiera de las familias se ha visto este año mermada debido a una notable subida de los precios, lo que ha provocado que muchos hogares se vean obligados a hacer esfuerzos para llegar a fin de mes. Sin embargo, pese a los efectos de la inflación, los españoles no han querido reducir su gasto este verano, por lo que muchos de ellos han optado por pedir préstamos o créditos al consumo.

El crédito al consumo es un tipo de préstamo que ofrece al consumidor la posibilidad de financiar la compra de un bien o un servicio, tal como electrodomésticos, un coche o unas vacaciones. Suele tener un plazo de devolución corto, normalmente inferior a un año, y lo pueden conceder tanto las entidades bancarias como los comercios donde se adquiere el producto o servicio.

Al contrario de lo que sucede con las hipotecas, las solicitudes de créditos al consumo han ido ganando peso este 2023, lo que representa un cambio sustancial en la distribución de la financiación: los préstamos destinados al consumo se elevaron hasta los 97.350 millones de euros en julio, situándose en máximos desde 2009, último año en el que se superaron los 97.000 millones de euros en préstamos.

Estos tipos de deuda se disparan así en 2.179 millones de euros en un año, es decir, un 3,9% más respecto al mismo mes del año anterior, cuando el saldo vivo de estos créditos se situó en 95.171 millones de euros, según los datos del Banco de España. Asimismo, respecto a mayo, se pasó de 93.028 millones de euros en 2022 a 96.109 millones en 2023 (+3,4%), mientras que en junio ascendió de 94.932 millones a 96.951 millones (+3,6%) en un año.

Así, la tendencia alcista de los saldos vivos de esta forma de financiación se puede apreciar desde hace varios años, aunque su pico más alto data de julio de 2008, el año de la gran crisis por el colapso de la burbuja inmobiliaria.

En este sentido, en lo que llevamos de 2023, julio se ha convertido en el mes en el que se han registrado más concesiones de préstamos y créditos. Las familias han tirado de este tipo de deuda para mantener sus niveles de consumo durante un verano marcado por alojamientos turísticos y los vuelos por las nubes, que se han encarecido hasta batir récords.

Si bien el periodo estival suele caracterizarse por un incremento de las financiaciones (junto a noviembre o diciembre), este año se ha generado una subida sustancial por ciertos motivos, entre los que Cofidis destaca la dificultad económica de los hogares para pagarse unas vacaciones, generada por la creciente inflación.

El Observatorio Cofidis de Economía y Sostenibilidad en el Hogar señala que 8 de cada 10 españoles no quería renunciar a las vacaciones, a pesar de que, a casi la mitad de los hogares españoles, la inflación les ha supuesto cambios significativos en su estilo de vida. Ante esta situación, los préstamos y créditos se han convertido en la solución para financiar su periodo de descanso.

Aumentan los créditos al consumo, pero cae la hipoteca

Este aumento de los préstamos al consumo contrasta con la caída del saldo vivo de la hipoteca. Los créditos hipotecarios de las familias se situaron en 501.585 millones de euros en julio, siendo el dato más bajo en lo que va de año, y lo que supone una reducción de 1.748 millones de euros en un mes y del 3,1% respecto a julio de 2022.

Y es que la serie histórica de los datos recogidos por el Banco de España muestra que la hipoteca lleva cayendo desde enero de este año, cuando la tasa interanual se situó en un -0,6% y tras lo cual cada mes ha ido descendiendo aún más.

Estas cifras evidencian que los españoles cada vez firman menos hipotecas  y viven con incertidumbre por las subidas de los tipos de interés, así como que muchos están recurriendo a sus ahorros o sacando el dinero de sus depósitos, que apenas son remunerados, para amortizar el préstamo para la adquisición de la vivienda.

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Los tipos de interés de los préstamos, al alza

Si bien los créditos al consumo están experimentando un auge, lo hacen en una época en la que sus tipos de interés no paran de subir. En este sentido, la Asociación de Usuarios Financieros (Asufin) advierte que los intereses de estos créditos se han disparado en todos sus tramos, sobre todo a corto plazo, que alcanza el 13,17% TAE.

No obstante, los datos del Banco de España indican que el interés al que se firmaron las nuevas operaciones en julio rondaba el 8,05%, frente al 7,86% de junio y al 6,82% que se estableció en los préstamos del mismo mes del año anterior. Por tanto, al final del plazo de vencimiento, los españoles tendrán que devolver una cantidad de dinero mayor a respecto a julio de 2022.

Incluso con un incremento medio de los intereses, en lugar de descender sus solicitudes, los consumidores no dudan en recurrir a este tipo de financiación: el 32,20% de los españoles tienen intención de pedir un préstamo en los próximos seis meses, un 3% más que en 2022 cuando registró un 29,30%, según un estudio de Asufin.

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Asimismo, el Informe Europeo de Pagos de Consumidores de Intrum señala que el 26% de los encuestados en España afirma que, en los últimos seis meses, ha pedido dinero prestado o ha alcanzado el límite de su tarjeta de crédito para afrontar el coste de sus facturas, sin contar la hipoteca. 

La vuelta al cole, por ejemplo, es uno de los momentos en los que las familias suelen solicitar financiación, por lo que no es de extrañar que el número de créditos al consumo se eleve aún más durante el mes de agosto o septiembre. De hecho, según el informe de Intrum, el 83% de los progenitores reconoce haber pedido dinero prestado o haber superado el límite de su tarjeta de crédito para comprar artículos para sus hijos.

Y es que el inicio del curso escolar trae consigo un importante desembolso por el que muchos hogares se ven en la necesidad de endeudarse. De este modo, el informe posiciona a España como el cuarto país con el mayor número de padres que financian la adquisición de artículos para sus hijos, solo superada por Reino Unido y Austria (ambos con un 84%) y Francia (83%).