El baño, a menudo, se lleva la mayor parte de nuestra atención y esfuerzo de desinfección si se trata de mantener la limpieza en el hogar. Sin embargo, resulta que el inodoro es una de las zonas más limpias de nuestros hogares. Hay otro lugar que, sorprendentemente, supera al aparato sanitario en términos de suciedad y al que no le prestamos la debida atención. Ese lugar es el fregadero de la cocina, donde lavamos los platos, los alimentos y nuestras manos con frecuencia.

Diversas investigaciones revelan que el fregadero de la cocina puede estar hasta 100.000 veces más contaminado que el retrete. Esta alarmante cifra se debe a la acumulación de restos de alimentos, grasa, jabón y del agua que crea un entorno propicio para el florecimiento de bacterias, hongos y virus. Algunos de estos microorganismos resultan muy amenazantes para la salud, como la salmonela, la E. coli y el estafilococo.

Cómo limpiar con vinagre, el ingrediente casero más eficaz para desinfectar todas las superficies del hogar

Cómo conservar limpio el fregadero

Para evitar que el fregadero de la cocina se convierta en el epicentro de la suciedad en el hogar, es fundamental someterlo a una limpieza y desinfección profunda al menos una vez por semana.

Podemos emplear productos químicos específicos o soluciones naturales, como el bicarbonato de sodio y el vinagre de limpieza, para eliminar la grasa y los restos de comida que se adhieren a las paredes del desagüe, generando malos olores.

Para mantener limpia la superficie del fregadero, debemos usar un cepillo o una esponja con jabón líquido neutro para frotar todas las paredes del fregadero, eliminando la suciedad. Emplear bicarbonato de sodio mezclado con agua potencia el efecto limpiador.

Para erradicar las bacterias y los gérmenes, podemos recurrir de nuevo al vinagre blanco de limpieza, un desinfectante natural altamente efectivo. Aplicaremos el vinagre sobre un paño o esponja y lo pasaremos por toda la superficie del fregadero. Podemos finalizar exprimiendo medio limón para eliminar las manchas de óxido y para devolverle brillo al metal.

Cuatro señales que indican que ya es hora de limpiar tu lavadora

Finalmente, pero no menos importante, es imprescindible limpiar y cambiar de forma regular los utensilios que utilizamos para lavar los platos, como los estropajos, las bayetas o los cepillos. Estos elementos terminan por albergar microorganismos que contaminan la vajilla y los alimentos.

Siguiendo estas recomendaciones, mantendremos el fregadero de la cocina limpio e higiénico, evitando que se convierta en un nido de suciedad y patógenos. De esta manera, nos aseguraremos de cuidar de la salud de los miembros del hogar y del entorno culinario, además de aumentar la vida y utilidad de la pila de fregar, que se verá reflejado en nuestro presupuesto.