Sin clases lectivas, pero recluidos por orden judicial: así transcurre el verano en un centro de reinserción para menores de Madrid

Centro de menores
Centro de menores
Centro de menores
Cursos de reinserción para menores de la Comunidad de Madrid.
José González

Sin clases lectivas, como las que siguen el resto del año, pero privados de su plena libertad por orden judicial. Así es el verano de algunos de los jóvenes que se encuentran en el centro de reinserción El Lavadero. Tras tres controles de seguridad de acceso al edificio, situado en el distrito madrileño de Fuencarral-El Pardo, 55 adolescentes entre 14 y 23 años pasan su día a días mientras cumplen las medidas judiciales impuestas. Antes de las 9h ya se han duchado, desayunado y comenzado con sus actividades diarias durante las vacaciones, entre las que se encuentran jardinería, carpintería, ejercicio físico o cerámica, entre otras.

Ángel (nombre ficticio) es uno de estos chicos. Él disfruta de un régimen de semilibertad y en El Lavadero se ocupa de mantener el huerto en buen estado: "Yo soy el encargado de jardinería, mantengo en buen estado el huerto, no va a crecer solo". Es la segunda vez que tiene que pasar por este centro juvenil, todavía le queda por cumplir un año y medio, pero considera que todo esto le está ayudando para reconducir su vida: "Estoy cambiando, fuera iba por el mal camino por las drogas y no tenía ayuda. Aquí tengo tratamiento terapéutico y trabajamos para superar la adicción".

Cursos de reinserción para menores de la Comunidad de Madrid.
Cursos de reinserción para menores de la Comunidad de Madrid.
Jose González

El centro El Lavadero está especializado en la intervención terapéutica con internos que consumen sustancias tóxicas. Además de problemas con las drogas, los motivos que pueden provocar que los jóvenes acaben en centros como este son muy diversos. En 2021, 2.837 menores fueron condenados en la Comunidad de Madrid, según los datos del Instituto Nacional de Estadística. Del total, unos 495 tuvieron algún tipo de medida de internamiento en uno de los seis centros de la región. Entre los delitos más frecuentes se encontraban el de lesiones, robo con violencia o las amenazas.

Erika —tampoco quiere dar su nombre real— lleva 10 meses en el centro y admite disfrutar dibujando y haciendo manualidades: "Me entretiene mucho". Es una de las pocas chicas en el centro. La tasa por sexos ronda un 80% de chicos y 20% de chicas. A pesar de las circunstancias, Erika se ha sentido acogida por el resto de compañeros y del personal del centro: "Siempre te ayudan, están ahí para lo que necesitas". 

Durante el curso académico, aquellos jóvenes en régimen cerrado o que no pueden salir del recinto reciben clase en el mismo centro. Erika está estudiando Formación Profesional en Técnico administrativo, a falta de un año para terminar: "Aquí tenemos un aula especial donde varios vamos a estudiar". La gerente de los Centros de Menores Infractores de la Comunidad de Madrid, Eva Cádiz, confiesa que uno de los retos es que los adolescentes que pasan por el centro terminen sus estudios: "A veces, debido al tiempo que pasan aquí, no da tiempo a que acaben el ciclo académico".

Nueve de cada diez jóvenes deja de delinquir

Ángel tiene claro que en un futuro quiere dedicarse a la carpintería, para lo que se está formando y preparando fuera del centro: "En septiembre empezaré las prácticas". Él valora de forma positiva su paso por la institución, lo que le está ayudando a dejar su adicción: "Estoy cambiando, las drogas dejan muy mal a la gente. Yo ya no consumo, ni cuando salgo fuera del centro", explica.

fotografo: Jose Gonzalez Pérez [[[PREVISIONES 20M]]] tema: Cursos de reinserción para menores de la Comunidad de Madrid.
Erika, una de las jóvenes del centro de reinserción El Lavadero, jugando al futbolín.
José González

"Yo quiero ser esteticien", confiesa Erika. En su caso, aún tendrá que permanecer durante cuatro años en el centro, pero tiene claro el cambio que quiere en su vida: "Cuando salga de aquí empezaré de cero, con mis estudios y mi trabajo".

Como forma de ayudar a estos jóvenes, la Comunidad de Madrid ha organizado durante el verano 120 talleres y cursos para la reinserción social y laboral de menores infractores. Eva Cádiz, resalta la importancia que tienen este tipo de actividades para enseñar que "en la vida se pueden hacer cosas provechosas".

Además, estos talleres y cursos que realizan les preparan para desempachar un futuro trabajo: "La reinserción laboral es fundamental para salir de todo esto", resalta Cádiz. Según los datos de la Comunidad de Madrid, nueve de cada diez menores que pasan por estos centros no vuelve a delinquir.

El año pasado, los jóvenes que cumplieron medidas judiciales en estos centros pudieron formalizar casi unos 400 contratos laborales gracias a la formación que reciben y a la colaboración de la Agencia para la Reeducación y Reinserción del Menor Infractor con empresas privadas que requieren personal para sus plantillas.

(Los nombres y la imagen de los menores se ha preservado para mantener su anonimato y evitar que en un futuro pueda influirles de manera negativa).

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